Desde el recinto médico aseguraron que redoblarán las medidas al interior del establecimiento.
Una puerta de vidrio quebrada, computadores rotos, mesas quirúrgicas volcadas, 3 guardias y una funcionaria administrativa herida, así como una enfermera agredida que está cursando un cuadro de estrés importante fueron, según detalló Claudio Baeza, director del Hospital Guillermo Grant Benavente, parte de las consecuencias de un hecho de violencia vivido anoche en la Urgencia del centro de salud.
La situación, explicó, se produjo a la medianoche cuando una mujer, acompañada de un grupo de personas, comenzó a realizar una serie de destrozos exigiendo que se atendiera en forma rápida a un menor, categorizado como C4 (atención no urgente y de baja complejidad), que permanecía en la sala de espera.
Dicha dilación, aseveró el director, se generó debido a la categorización de priorización de atención que se realiza, tanto en adultos y niños, para recibir una atención. “El C1 y C2 implica un riesgo vital y se atienden de forma inmediata, C3 requiere estudios y evaluaciones por lo que puede haber un tiempo de espera, pero los C4 y C5 no necesitan estar en este servicio de urgencia de alta complejidad (…) Lo que se les explica a los pacientes. Por ello se les pide comprensión y respeto”.
Además, agregó, que la espera, depende de la demanda de Urgencia, que anoche fue particularmente alta en pacientes adultos y pediátricos en categorías C1 y C2, lo que pudiese extender la espera incluso de 4 a 5 horas en pacientes C4 y C5. “Por lo que pueden perfectamente acudir a un servicio de atención primaria si se sienten muy enfermos”.
El director del Regional aseveró que no aceptarán situaciones de violencia como la vivida, por lo que no sólo presentarán denuncia a Carabineros sino también una querella para identificar a los involucrados, instancias para las que proporcionarán todos los antecedentes, incluidos videos de registros de los hechos.
Además, según afirmó, redoblarán medidas de seguridad internas y con Carabineros.
Agregó que las personas involucradas salieron del establecimiento antes que llegaran Carabineros y que se fueron directo a sus domicilios, lo que a su juicio comprueba “que no era una situación de urgencia”.
En tanto, Rudy Chaparro de la Asociación de Enfermeras y Enfermeros del Hospital Regional, refiriéndose a la enfermera que resultó agredida y acorralada por las personas enojadas por el retraso en la atención afirmó que, “nuestra colega está siendo atendida por el ISL y lo que pudimos recabar es que se le está dando atención en el área psicológica porque obviamente el impacto es grande, es difícil verse enfrentada a una turba, está bastante afectada”.