El seremi de Transportes, Héctor Silva, indicó una vez que las nuevas infraestructuras entren en operaciones se deberá evaluar si corresponde aplicar algunas restricción horaria. Además agregó que la idea es poder “orientar” los flujos vehiculares de carga, transporte público y particulares en los distintos puentes.
El Ministerio de Transportes confirmó que analizará si es necesario aplicar alguna medida de gestión de tránsito una vez que, el próximo año, sean puestos en servicio el Puente Industrial (mayo) y el Viaducto Chacabuco (septiembre) que pertmitirá conectarlo con el Puente Bicentenario.
Así lo indicó el seremi de la cartera en el Biobío, Héctor Silva, quien explicó que dado que se sumará nueva infraestructura vial que hoy no existe, será necesario, más allá de las simulaciones, analizar los efectos en los flujos vehiculares en la zona, en especial los cambios en los comportamientos de los conductores ante la nueva opción de llegada al centro de Concepción a través de Chacabuco.
“Es parte del trabajo que nos toca a nosotros como Ministerio, el ver cuáles van a ser los movimientos que podrían tener los automovilistas y también el transporte público con este viaducto en operación. Eso se hace a través de simulaciones, y a partir de eso también vamos a tener que tomar las decisiones que correspondan respecto a, por ejemplo, restricciones horarias de los demás puentes, el tránsito de transporte público eventual por este nuevo viaducto”, dijo.
Y es que a menos de un año de su entrada en operaciones, es posible presumir que el uso del Puente Bicentenario aumentará, si se considera además que el Minvu está a semanas de iniciar trabajos en calle Esmeralda, que es hoy uno de los accesos al centro de la comuna penquista y que dichas obras se extenderán por 2 años.
En este contexto el representante en la Región del Ministerio de Transportes agregó que desde que se diseñó el Puente Bicentenario con su conexión a Avenida Chacabuco, hace más de una década, la ciudad ha cambiado.
“Hay que recordar que también en estos últimos años hay una obra terminada en el sector de San Pedro Viejo, que viene a complementar toda esta actividad con la calle Chacabuco. Así es que las condiciones desde que se empezó a construir este puente hasta que se va a terminar, evidentemente han variado bastante, así que los elementos externos, las variables que condicionan este proyecto han tenido cambios y eso hay que evaluarlo”, expresó Silva.
En tanto desde la Municipalidad de Concepción, el director de Tránsito (s) Fernando Villanueva, sostuvo que no creen que se generen cambios significativos en el número de vehículos que utilicen Avenida Chacabuco.
“No se espera necesariamente un gran incremento porque quienes vengas a Concepción desde Chiguayante seguirán ingresando desde Pedro de Valdivia por avenida Víctor Lamas, entonces será sólo quienes transiten desde San Pedro y tomen este viaducto, habiendo otros dos más”, detalló.
Pero en todo caso el representante del municipio que “las obras del Puente estarán en ejecución hasta septiembre-octubre del próximo año y en coordinación con la seremi de Transportes y la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT ) se implementarán las medidas que se considere necesarias para asegurar un tráfico fluido”, aseguró Villanueva.
Respecto de lo que significará la puesta en operaciones tanto del Puente Industrial como del Viaducto Chacabuco que completará finalmente el proyecto de Puente Bicentenario, el jefe regional de Transportes planteó que es momento entonces de buscar una “especialización” de la infraestructura existente y que en el caso del conjunto de puente carreteros sobre el Río Biobío, a su juicio hay claros lineamientos que seguir.
“La visión más general, diría yo, es que tienen que haber puentes que estén con una vocación, lo cual no significa exclusividad, pero es una vocación hacia el transporte público, que en este caso tiene que ser el Puente Llacolén”.
“Y otros que tienen una vocación distinta, en este caso en particular, la terminación del Puente Bicentenario, sin duda por donde está emplazado y las vías que conectan, tiene una vocación más del transporte privado”, indicó Héctor Silva.
“Así como en el caso del Puente Industrial, evidentemente por los puntos que conectan también tiene una vocación más de carga. Y eso nosotros tenemos que ser capaces de poder orientarlo, estimularlo, proponerlo en el fondo y hacer que vaya ocurriendo”, explicó el seremi de Transportes.
Según la autoridad, esto será un proceso gradual que puede tener beneficios para la movilidad del Gran Concepción a la espera que se terminen otros proyectos como el corredor de transporte público de Colón en Talcahuano y Hualpén que construye actualmente el Minvu y avanza la cartera de proyectos del Plan Más Movilidad al sur del Biobío.
“Por cierto (estos cambios) no serán de un día para otro, pero los puentes fueron construidos en virtud de las vialidades que conectan con ciertas vocaciones y es evidente que debemos tratar que eso se vaya desarrollando de esa manera”, cerró Silva.