Desde 2022 a la fecha se han incrito 40 mil 561 menores, de estos 36 mil 818 corresponden a padres chilenos. mil 170 corresponden a 2 padres extranjeros. Existen casi 900 niños que están inscritos en el Registro Civil, pero sin progenitores identificados, lo que se debería a sus padres están indocumentados.
El aumento de la migración que en los últimos años ha experimentado el país, según documentos oficiales, se está reflejando en la Región.
El último informe de inscripción de menores emitido por el Servicio de Registro Civil e Identificación, que abarca desde enero de 2022 a septiembre de este año, contabiliza 40 mil 561 nacimientos, de los que mil 170 corresponden a menores inscritos por 2 progenitores extranjeros.
Además, según los datos aportado por el organismo, se suman otros 177 nacidos registrados por un progenitor extranjero y otro sin identificar, lo que, según la entidad, podría deberse a la negativa de un progenitor de reconocer al menor como su hijo.
Sin embargo a dichas estadísticas se deben agregar otros 856 niños que aparecen en las inscripciones del Registro Civil sin progenitores identificados, lo que según el organismo está relacionado con “extranjeros que se encuentran indocumentados en Chile y que no tienen cómo acreditar la nacionalidad, por lo tanto no pueden reconocer la maternidad o paternidad”.
Así las cosas, los hijos de extranjeros que han nacido en la Región en menos de 3 años ascienden a 2 mil 203, lo que según comunidades extranjeras residentes en la capital regional y especialistas locales, demuestra que ya está generando una multiculturalidad en la zona y a disminuir las bajas tasas de natalidad.
Francia Campos, representante de la comunidad venezolana en la Región, afirmó que es un hecho que los extranjeros que han llegado a Biobío están contribuyendo a aumentar “la tasa la natalidad, tanto en la Región como en el país y a evitar que la población vaya envejeciendo a pasos agigantados”.
En la misma línea, Viviana Yepes, presidenta de Amigos Migrantes Sin Fronteras, aseveró que “la pirámide de la natalidad de Chile estaba invertida y nosotros estamos aportando a que vaya tomando su posición normal, adaptándonos a la cultura chilena y que los chilenos se adapten a la nuestra. Ya hay una multiculturalidad (…) vamos a llegar a un punto en que no va a haber un ciudadano chileno que no tenga relación sanguínea con uno extranjero. Creemos que eso sucederá de aquí al 2034”.
Si bien, tanto Campos como Yepes, aseguran que las comunidades extranjeras no sólo son un aporte en la natalidad, sino también en la vida profesional, la regularización de la migración es el gran problema.
De hecho, según afirmó Campos, no le cabe duda que los 850 niños que están inscritos en el Registro Civil desde 2022 a la fecha, pero sin padres identificados, tiene relación con la falta de documentación de migrantes. “Y cada vez siguen ingresando más y más”, comentó.
Para Yepes, que representa comunidades de Colombia, Perú, Ecuador y Haití , falta voluntad política para acelerar la regularización de los procesos migratorios. “Por un lado lo entiendo, porque en las noticias se ha exacerbado la migración como algo negativo en temas de seguridad (…) pero cuando uno va con los cónsules a las cárceles, nos damos cuenta que los extranjeros ni siquiera alcanzan el 1%”.
Se necesita, según dijo, una reforma a Ley Migratoria, pues hasta el momento, sólo se regulariza a niños y adolescentes, pero no a sus padres, motivo por el que se dan altas cifras de menores con progenitores no identificados.
La migrante colombiana agregó que el jueves se instaló la Mesa de Migración del Servicio de Migración Biobío con la que esperan avanzar en términos de regulación.
Para Gabriela Martínez, antropóloga física y especialista en migración de la Universidad de Concepción en los últimos años, Chile se ha transformado en un país receptor de la migración internacional, experimentando cambios significativos en la composición de la población, conformando un nuevo panorama nacional con diferentes razas, etnias y culturas del mundo.
La especialista aseveró si bien la presencia de inmigrantes se puede apreciar en todas las regiones, pero especialmente, en las zonas fronterizas y la Metropolitana, la del Biobío resulta atractiva para las nuevas nacionalidades que están ingresando al país debido, por ejemplo, al desarrollo económico de empresas de diversos rubros; geografía accesible para ingresar por tierra, aire o mar y también por ser la tercera región más poblada del país.
Dichas características, dijo, hacen de la Región un lugar idóneo para “investigar el proceso transicional de adaptación y coexistencia de la población autóctona con la población inmigrante (…) Es más bien una región intermedia que presenta múltiples ventajas para la población que ingresa, que es principalmente en edad activa, buscando fuentes laborales, en familia y con la finalidad de encontrar un lugar donde establecerse de manera temporal o definitiva.
Agregó que con la llegada de la comunidad extranjera se podría pensar en la posibilidad de tener una población multicultural. “De las comunidades de inmigrantes que han ingresado a Chile, el caso de Venezuela es el más importante de destacar, por ser una población forzada a migrar ante la crisis política, económica y humanitaria que está enfrentando el país en los últimos años”.
Chile, según la Organización Internacional para Migraciones, comentó, se ha transformado en el tercer país de América Latina en recibir un mayor número de venezolanos “lo que conlleva que cada vez sean más heterogéneas y multiculturales las poblaciones nacionales”.
Ante el escenario de delincuencia y violencia existente en el país en que en muchos casos se han relacionado personas migrantes, Diario Concepción consultó a la antropóloga física y especialista en migración de la Universidad de Concepción, si dicha situación podría frenar la migración, pregunta a la que respondió en forma categórica asegurando que no se puede detener porque no es una regulación sociopolítica.
“Lo único que se consigue endureciendo las leyes de regulación migratoria, es que se exista más inmigración irregular, que pasa por pasos fronterizos no habilitados y que se encuentra expuestos a violaciones en Derechos Humanos”.
Los inmigrantes, según dijo, siempre han sido un grupo altamente estigmatizado, por lo que no es posible de adjudicarles toda la responsabilidad de la delincuencia en nuestro país.
La delincuencia, afirmó, es un proceso multidimensional que contempla múltiples aristas y no es exclusiva a un grupo de la población.
Herman Alarcón, administrador (s) del cuidado matronería del Hospital Guillermo Gran Benavente, aseveró que las transiciones demográficas, epidemiológicas, estilos de vida, cultural, educación e, incluso, la alimentación, entre otros factores, pueden influir en el fenómeno de la baja natalidad.
De hecho según los datos aportados por el Registro Civil entre 2022 y 2023 se contabilizan mil 325 nacimientos menos en la Región.
“Las personas están aplazando la maternidad por distintos (…) las mujeres están posicionándose en el mundo de la educación, tienen mayor acceso a estudiar, también se relaciona por un tema de desarrollo personal y profesional, al ejercer su carrera”.
El especialista afirmó que de 3 ó 4 hijos que se tenían de antaño, ahora las cifras no superan los 1,3, a pesar que lo ideal para evitar el envejecimiento poblacional debería ser 2,1 por familia.
Dicha baja se ve reflejada en el Regional, dijo, pues en 2022 hubo 2 mil 753 partos, el año pasado 2 mil 261 y en lo que va corrido de 2024 contabilizan mil 566. “En todos estos años hemos comenzado a recibir un número importante de personas extranjeras”, dijo aunque no entregó el dato desagregado de partos correspondientes a personas extranjeras.
“Las personas gestantes están posponiendo sus embarazos, hay muchas usuarias en edades avanzadas, sobre 35 a 40 años, lo que también implica un riesgo. Y eso también es un fenómeno que para nosotros, los agentes sanitarios, es complicado, porque ya presentan patologías no transmisibles”, agregó Alarcón.
Los datos entregados por el Registro Civil revelan que en 2022 hubo 15 mil 118 hijos de progenitores chilenos; 469 de extranjeros; 470 de un progenitor chileno y otro sin identificar; 66 en que un progenitor es extranjero y el otro no está identificado; 6 con dos padres nacionalizados, y 354 de padres sin identificar.
El año pasado, según el Registro Civil, hubo 13 mil 721 nacidos de padres chilenos; 455 de progenitores extranjeros; 600 correspondientes a un progenitor chileno y uno sin identificar; 72 con un progenitor extranjero y uno sin identificar; 5 con padres nacionalizados, y 303 que no contaron con progenitores identificados.
En tanto, durante 2024 se contabilizan 7 mil 979 nacidos de padres chilenos; 246 menores correspondientes a progenitores extranjeros; 464 de un progenitor chileno y uno sin identificar; 39 nacidos de un progenitor extranjero y uno sin identificar y 196 correspondientes a dos padres sin identificación.
Alejandra Brito, socióloga de la Universidad de Concepción, afirmó que se observa un leve crecimiento en progenitores donde uno es chileno y el otro sin identificar, lo que, a su juicio, claramente puede estar mostrando que, con el aumento de la migración, se generan nuevos mestizajes en la población.
“También puede ser interesante que este fenómeno sea una tendencia en el mediano y largo plazo, si consideramos las cifras en 2022 los nacimientos donde los dos progenitores son chilenos representan un 91,7% del total, en 2023 baja a un 90,5% y en lo que va de 2024 representa un 89,4%”, comentó.