El fenómeno de La Niña es analizado por las entidades públicas y privadas, entendiendo que puede ser factor importante en la propagación de los siniestros. La idea es amortiguar o no dar espacio a la repetición de los hechos ocurridos en el verano de 2022 y 2023.
Por Eduardo Bascuñán
¿Está el Biobío preparado para prevenir incendios forestales? A dos años de uno de los siniestros más desastrosos de la historia del sur de Chile, voces locales dan a conocer los avances en materia de prevención y cómo estos se preparan.
El 3 de febrero de 2023 quedó marcado en el calendario como el momento en el que el histórico mega incendio forestal inició en el Biobío, Ñuble y La Araucanía. En poco menos de una semana se consumieron más de 305.869 hectáreas en las tres regiones.
Hace poco menos de un año se inició el proceso de coordinación entre agroforestales, Delegación Presidencial, policías y municipios para trabajar en la prevención de incendios forestales. Momento donde se habló sobre un aumento de un 47% en el presupuesto para recursos terrestres y aéreos.
Según diferentes organizaciones internacionales, este verano 2024-2025 podría llegar a ser más caluroso que años anteriores producto del fenómeno de ‘La Niña’. Este efecto climatológico, plantea las alertas respecto de las bajas precipitaciones en el sur del país, provocando que la vegetación seca funcione como combustible y así, aumentando las probabilidades de incendios.
Pero, luego de dos años de preparación, ¿está el Biobío preparado para enfrentar este tipo de circunstancia nuevamente? Según la Asociación de Municipios del Biobío (Amrbb), la respuesta es sí, pero de cara a un panorama preocupante. “Podemos decir que la prevención mancomunada con el Gobierno, entidades públicas y privadas en general ha sido significativa y exponencial, si comparamos con el 2022-2023, debido a lo complejo que fue ese mega incendio”, explicó su presidente, Álvaro Ortiz.
En temas de coordinación local, la autoridad municipal aseveró que “hemos estado trabajando en el catastro de maquinarias y personal encargado de cada municipio, con el fin de aportar desde las otras municipalidades en el caso de necesitar apoyo”.
Desde un punto de vista similar, el vicedecano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, Dr. Eduardo Peña, aseveró que “es necesario instaurar una cultura de los incendios forestales”. Explica que, para un eficiente control de daños, el tiempo de respuesta ante siniestros de este tipo debe ser máximo de 10 minutos. “Esto es sumamente complejo de llevar a cabo y peor cuando hay focos de fuego simultáneos”, aseveró el experto.
“Si la gente sabe que en la época de verano el viento va de sur a norte, sabrán decidir si es necesario comprometer esfuerzos en combatir las llamas; otro punto importante es que en cerros el fuego avanza hasta 4.5 veces más rápido, entonces, existen circunstancias donde hay que definir si vale la pena combatir o escapar con vida”, detalló.
Este punto toma relevancia cuando se habla de las capacitaciones que se han realizado en el territorio nacional. Al respecto, Ramón Figueroa, presidente del Departamento de Protección del Bosque de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), afirmó que la Red de Prevención Comunitaria cuenta con 494 comités en 7 regiones.
“Esta red lleva a cabo capacitaciones, operativos de prevención social, y programas de educación dirigidos a niños. Además, se enfoca en la difusión de medidas preventivas a través de actividades puerta a puerta, lo que refuerza el mensaje de prevención en todos los niveles de la sociedad. Y los resultados de la Red son favorables, el 50% de los comités no ha tenido incendios y el 80% tienen menos de tres incendios cada verano”, explicó.
Respecto de los avances más significativos en la agroindustria, Figueroa detalló la existencia del uso de tecnología para coordinar el combate al fuego, en coordinación con Conaf y Bomberos. Se trata de un ‘waze forestal’ que optimizará las rutas para que las brigadas y bomberos lleguen más rápido a los incendios a través de los caminos forestales, “lo que reducirá los tiempos de respuesta”.
Además, desde Corma se compartirán tres frecuencia de radio para asegurar la comunicación fluida ante los incendios, “lo que mejora enormemente la capacidad de coordinar las estrategias de combate” y también, Figueroa adelantó que a la fecha tienen más de 20 mil kilómetros de cortafuegos.
Otro punto importante en el que está trabajando Corma en el Biobío es la limpieza y manejo de vegetación. Sólo en este punto se invirtió cerca del 25% del presupuesto total de incendios. “Si la vegetación está controlada y manejada adecuadamente, se reduce considerablemente la velocidad de propagación del fuego. Esto, junto con la rápida respuesta de brigadas y aeronaves, contribuye a una gestión más efectiva”, afirmó.
Aún así, el representante de Corma Biobío abordó una temática con preocupación. “De cara a la próxima temporada de incendios es el cambio de autoridades, tanto alcaldes como gobernadores, debido a las elecciones. Esperamos que las nuevas autoridades, se sumen de manera muy activa y comprometida a las labores de prevención y coordinación durante la temporada de incendios” concluyó.
Otro tema complejo de abordar y de combatir también, es el de la intencionalidad de los incendios. Según un estudio, posterior a los siniestros de 2023 y que contó con cifras oficiales de Conaf, el 48% de los incendios en esa época fueron intencionales.
En ese contexto, por más que se implemente infraestructura de prevención y control “si complementariamente no se dispone de sistemas de inteligencia, de policías y fiscalías especializadas y de un poder judicial ágil en las condenas, seguiremos sufriendo, por este factor delictual, graves incendios”, expresó José Miguel Stegmeier, presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío (Socabio).
Es que tras los incendios de 2023, incluso se llegó a un consenso parlamentario y se despachó el proyecto de Ley de Incendios. Con esto, se busca fortalecer los mecanismos institucionales e intensificar las medidas de prevención.
“Echamos de menos de que incluso en la propuesta de esta ley, en plena discusión parlamentaria, no se considere como factor esencial, lo de esta intencionalidad que no sólo ha quemado miles de hectáreas de bosques, sino que también campos de cultivos, parques nacionales, instalaciones y viviendas, con trágicas consecuencias incluso en zonas urbanas, donde cientos de personas han perdido sus vidas de manera horrorosa”, criticó el líder gremial.
Desde el Servicio Nacional de Prevención Ante Desastres (Senapred) en el Biobío, se aseveró que se está realizando un trabajo durante todo el año, sin embargo al acercarse el periodo con mayor incidencia de incendios forestales, el trabajo de acciones de prevención y respuesta se intensifica.
En este sentido, Senapred en conjunto con el Comité Regional (Cogrid) sesionó el 10 de septiembre para analizar las acciones preventivas. Esto, en compañía de las autoridades de varias de las 33 comunas, delegaciones presidenciales y provinciales con sus comités; instancia que también está conformada por Carabineros, Bomberos, Conaf, empresas forestales, empresas eléctricas y sanitarias.
Entre las medidas que se tomaron, las coordinaciones se enfocan, por ejemplo en construcción y mantenimiento de cortafuegos, coordinación de patrullajes, preparación de eventuales albergues, generación de stock de elementos de emergencia por parte de municipios y un largo etc.
Al respecto, el director regional de Senapred, Alejandro Sandoval, sostuvo que “sin duda un gran avance ha sido el mayor protagonismo que han tenido los gobiernos locales en la Gestión de Riesgo de Desastres, (en cumplimiento de la ley 21.364), la coordinación de distintos actores en el nivel local y las acciones de gestión comunitaria han permitido aumentar la percepción del riesgo por parte de la comunidad”.
Cabe mencionar que dentro de los próximos días, se hará el lanzamiento oficial del Plan Regional de Incendios 2024-2025, por parte del Ministerio de Agricultura. Instancia que en octubre de 2023, dio las primeras luces del aumento presupuestario para reforzar la prevención de siniestros.