Desde siempre se han catalogado como espacios silenciosos de lectura. Sin embargo, los distintos cambios en los paradigmas de la sociedad y la modernización también han transformado el servicio que entregan estos.
Por Montserrat Serra Cárdenas
Durante mucho tiempo, las bibliotecas públicas han cumplido una función muy relevante dentro de la sociedad.
Se puede evidenciar, por ejemplo, desde el siglo III a. C. con la Biblioteca de Alejandría. Esta fue uno de los centros de masificación del conocimiento más importantes y prestigiosas.
En el presente siguen siendo uno de los espacios sociales de mayor importancia, sin embargo, ahora cumplen una función cultural mucho más amplia y modernizada.
Antes se acudía a estos lugares para leer en silencio. En la actualidad son espacios más sonoros y vivos, donde se comparten libros, pero también cultura y diversidad de ideas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en su Manifiesto de las Bibliotecas Públicas, estos espacios físicos prestan “sus servicios sobre la base de igualdad de acceso de todas las personas (…)”.
Y es que las bibliotecas, en general, se erigen en la comunidad como espacios sociales en un mundo digitalizado. Así lo demuestra nuevamente el Manifiesto de las Bibliotecas Públicas de la Unesco.
Este instrumento evidencia el constante cambio de panorama tecnológico y social. A su vez, busca conservar el propósito original de las bibliotecas.
Así lo podemos verificar si miramos nuestro entorno. Si vemos el calendario de actividades de la Biblioteca Municipal de Concepción, comprobaremos que son muy variadas.
Entre ellas destacan las presentaciones de libros, tardes lúdicas, seminarios y cafés científicos.
La Biblioteca Municipal de Concepción “José Toribio Medina”, ubicada en Víctor Lamas #615, es parte de las Red de Bibliotecas Comunitarias. En ella también forman parte la Biblioteca Comunitaria San Francisco (Calle 1, esquina pasaje 9, camino a Penco) y la Biblioteca Comunitaria Gabriela Mistral (Calle 1, casa 496, sector Lorenzo Arenas).
El director del recinto, Boris Márquez, expresó que estos centros son “instituciones históricas que se han planteado un rol de servicio en las comunidades donde se insertan”.
“Tienen el rol de ir modificándose y cambiando su propio servicio conforme las dinámicas históricas de la estructura social de la propia comunidad a la cual sirve”, indicó Márquez.
Asimismo, comentó que es por ello que las bibliotecas han ido evolucionando la aplicación de su servicio. “Primero como simples custodios de material bibliográfico y hoy como creadores de contenidos para fomentar la lectura, el arte y el buen ocio”, dijo.
Sobre las razones de la transformación en el rol de las bibliotecas, Boris Márquez manifestó que los nuevos paradigmas y el empoderamiento de los derechos alternativos, como el buen ocio, la cultura y la entretención, han ido moldeando la forma de las bibliotecas del siglo XXI.
“Hoy en día tenemos bibliotecas más inclusivas desde la primera infancia con ‘guaguatecas’. Tenemos bibliotecas acordes tecnológicamente a los avances de la sociedad con digitalización de contenido y con dinámicas más interactivas”, aseguró el director de la biblioteca penquista.
Respecto a la historia de la Biblioteca Municipal de Concepción, Boris Márquez aseveró que es la institución cultural más antigua del sur de Chile fundada en 1823.
“Desde ahí ha ido evolucionando hasta ponerse al día con las claves culturales tecnológicas de esta gran metrópoli”, dijo.
Márquez expresó que “las alianzas más importantes son con las propias Bibliotecas CRA (Centro de Recursos para el Aprendizaje) con el sistema educativo formal y con la sociedad de base que se organiza para crear actividades culturales”.
Es por ello que tienen más de un centenar de alianzas con diversas organizaciones sociales que fomentan las culturas, las artes y el patrimonio del Gran Concepción, dijo Boris Márquez.
Karen Jara, directora de Bibliotecas UdeC (Universidad de Concepción), comentó que las bibliotecas públicas del país han ido mutando a ser centros culturales, ofreciendo espacios de encuentro y acceso digital a distintos recursos.
También indicó que son los factores sociales, como la digitalización, la educación inclusiva y la democratización del conocimiento, los que impulsan el rol social de estos espacios.
Dentro de las iniciativas que realiza esta institución se encuentran varias de índole científico e investigativo.
“La UdeC genera desarrollo de colecciones, por ejemplo, en líneas de divulgación científica, autoras, novela gráfica, además organiza talleres ambientales, proyectos culturales, exposiciones, ludotecas para estudiantes entre otras actividades”, detalló Jara.
También destacan talleres de educación ambiental, con actividades que promueven la reflexión sobre el impacto del ser humano en el entorno. Exposiciones culturales, espacios dedicados a juegos de mesa, ciclos de música en vivo, charlas y talleres literarios.
“Talleres literarios como las ‘Jornadas de Literatura Medieval y Fantástica’, que exploran diversas áreas del conocimiento literario o ‘El Baile de Invierno’ que realizamos en el mes del libro basado en la saga de Harry Potter para promover la lectura desde diferentes miradas”, manifestó la directora de Bibliotecas UdeC.
Por último, Karen Jara aseguró que estas actividades se realizan durante todo el año y que durante el mes de la salud mental tienen preparadas nuevas actividades en la Biblioteca Central de la casa de estudios penquista.