Los cerros del Gran Concepción están en constante riesgo por deslizamientos debido a la crisis medioambiental y la construcción no regulada. Experto local advierte sobre la necesidad urgente de implementar medidas de mitigación para proteger a las comunidades vulnerables.
Por Christian Kairies Gatica
Todos los cerros del Gran Concepción son proclives a remociones de masas. De acuerdo con las observaciones del experto de la Universidad de Concepción, Francisco Castro, el Cerro Cornou, Caracol, Chepe y toda la gran península de Tumbes son los que mayor riesgo tienen en esta materia.
En contexto, la alerta surge ante los numerosos cambios en la fuerza y frecuencia de las precipitaciones y los fenómenos climáticos presentados en el último tiempo, sobre todo en la temporada invernal recién pasada.
“Todos los cerros del área metropolitana del Gran Concepción son proclives a remoción de masa. Eso no salva a ninguna comuna (…) Ahora, hay que trabajar en mirar cómo han sido las obras de construcción en el área, donde obviamente las que partieron como forma regulada se trataron de basar en la norma donde se trabajó el terreno, en algunos casos se compactó y hay buena cimentación (…) Las construcciones aparentemente son más en algunas comunas que en otras, sobre todo porque en algunos casos las poblaciones partieron siendo área no regulada o las famosas “tomas”. Eso es como de base”, dijo Francisco Castro, candidato a Dr. en Ciencias Geológicas de la UdeC.
Es que no es poco común encontrar zonas residenciales en cerros donde todas son el producto de estructuras no autorizadas. En esta línea, las comunas destacadas por Castro fueron principalmente Talcahuano y Tomé.
“Los cerros de Talcahuano son los que más tienen riesgo; después podríamos mencionar algunos de Tomé, que están allí en áreas de Cocholgüe; es un área donde se han construido las casas en antiguos deslizamientos rotacionales grandes, y eso explica por qué encuentra alta recurrencia de estos (…) También hay altas áreas del mismo Tomé, sobre todo la Avenida de la Torre, donde se han tenido alto deslizamientos en el último tiempo”, dijo.
Sobre la necesidad de implementar nuevos mapas de sondeo, desde Sernageomin detallaron y se constató que el servicio cuenta con las capacidades expertas para acordar con el Gobierno Regional (Gore) el financiamiento para el desarrollo de nuevos mapas y proponer estrategias y acciones para prevenir tanto las remociones por causas naturales como las más frecuentes, que son producto de la intervención humana en la naturaleza.
Así, Castro también señaló que la zona del cerro Cornou en Talcahuano y la península de Tumbes está formada por un terreno elevado debido a la falla geológica de San Vicente. “Esta elevación genera una inestabilidad mayor en el área, ya que el terreno se convierte en un bloque elevado. A medida que se aproxima a la zona más llana hacia Talcahuano, se puede observar cómo esta inestabilidad está relacionada con la presencia de la falla geológica”, explicó.
Por otra parte, la cuesta del cerro Caracol, el cerro Chepe y la Ruta de la Madera también son escenarios críticos, requiriendo trabajos significativos de mitigación. Además, las quebradas en la región representan un riesgo potencial de aluviones, lo que subraya la necesidad urgente de medidas preventivas para proteger a la población, según Castro.
No obstante, no existe obligación de los municipios para que no constituyan permisos en áreas no permitidas; “de acuerdo con la normativa vigente los informes y mapas de Sernageomin respecto de esta materia son recomendaciones a distintas entidades, por lo que no impiden, a los municipios y sus direcciones de obras, aprobar construcciones en zonas de riesgo para las personas”, explicaron desde el organismo.
Es inevitable no pensar en cambio climático cuando se trata de la evolución de fenómenos naturales y la frecuencia de estos mismos. Desde Sernageomin destacaron la importancia de estas ocurrencias y cómo debemos proyectar a futuro su presencia.
“Respecto del avance de este tipo de fenómenos en el tiempo, es importante destacar que el cambio climático ha ido modificando las condiciones meteorológicas, lo que sumado a procesos de construcción en lugares vulnerables aumenta las posibilidades de tener una emergencia por remoción en masa”.
Asimismo, Castró dijo que “el cambio climático hay que verlo desde dos perspectivas acá. De que los eventos vayan a ser más recurrentes respecto a precipitaciones intensas, es posible (…) Pero el otro factor no es climático; no tiene que ver con el cambio climático, sino que tiene que ver con el actuar humano, cómo estamos nosotros mitigando esto y si estamos echando la culpa al cambio climático y no dándonos cuenta de que debemos mitigar estos procesos desde antes”, finalizó.