Hubo importantes daños en el Pueblito Minero, el Museo Histórico, el Parque Isidora Cousiño y el Chiflón del Diablo. Ahora se contempla reposición de cierres perimetrales hasta invernaderos.
Por Christian Kairies Gatica
Comenzó el plan de reparaciones del Circuito Patrimonial de Lota, donde, tras el sistema frontal, se vio afectado el Pueblito Minero, el Museo Histórico de Lota, el Parque Isidora Cousiño y el Chiflón del Diablo. Así lo confirmaron desde Fundación Cepas, organización independiente a cargo de la administración.
Durante las fuertes lluvias de fines de julio, en Lota se registraron más de 280 milímetros de agua caída. Además, el viento alcanzó una velocidad de 179 kilómetros por hora, lo que en su conjunto generó una serie de daños en estos espacios patrimoniales y turísticos, de suma importancia en la comuna, tanto por su arraigo identitario como por la actividad cultural.
“Lamentamos la caída de más de 25 árboles entre el parque, el chiflón y el museo, además del desprendimiento de la fachada en el pueblito minero y la rotura de ventanales en el museo histórico. Afortunadamente, las esculturas, el conservatorio de plantas y el faro se encuentran en buenas condiciones y no sufrieron ningún daño”, dijo Pamela Uriarte, directora ejecutiva de la fundación.
Por ello es que se cuenta con una inversión de $8.500.000 millones, de la misma fundación, para revertir este escenario. Las principales reparaciones son: reparación de tres zonas de cierres perimetrales, restauración del kiosco central; afectado por la caída de árboles, reparación de invernaderos y viveros, habilitación de senderos, reparación en el Pueblito Minero, incluyendo desprendimientos de fachadas en los pabellones y restauración del Museo Histórico, con reparaciones en ventanas y techumbre.
El parque Cousiño fue el que sufrió más daños, entre ellos la caída de, cómo mínimo, 25 especies arbóreas que sucumbieron por los fuertes vientos, bloqueando accesos principales y dañando estructuras del jardín botánico del establecimiento.
“Efectivamente, se han realizado importantes labores para despejar los senderos principales, afectados por la caída de árboles de gran envergadura, que dejaron tras de sí una acumulación considerable de ramas y troncos de diversas especies”, dijo la directora Uriarte.
En la misma línea, con financiamiento de Corfo, se está llevando a cabo un proyecto de mejoramiento en la superficie del parque, que incluye la instalación de un techo provisorio para cubrir el socavón que se formó en el acceso al Chiflón.
Es que este histórico parque no queda exento de situaciones complejas. A lo largo de los años, ha experimentado varias alteraciones debido a desastres naturales y eventos climáticos. Desde la desaparición del puente colgante en la década de 1890 y daños por tormentas e inviernos severos, hasta terremotos significativos en 1939, 1960 y 2010, que han destruido estructuras importantes y afectado gravemente su diseño, explicó Luis Darmendrail, Arquitecto y conocedor de Historia Arquitectónica de Concepción.
El terremoto del 27 de febrero del 2010 también trajo consecuencias nefastas para el parque, derribando esculturas, agrietando el suelo y generando daños de consideración en estructuras como el invernadero, el observatorio meteorológico y la Casa Jacarandá, siendo esta una de las piezas más afectadas por el sismo y que hasta la fecha no ha podido ser rehabilitada, comentó el arquitecto.
“Si bien el Parque Isidora Cousiño se ha cuidado constantemente, la fuerza de las últimas lluvias ha sido más intensa que en otras ocasiones y, considerando las condiciones climáticas actuales, tanto este espacio, como otros de la misma relevancia, tendrán quizás que evaluar medidas y planes con la llegada del invierno, para así poder responder a emergencias sin que los daños sean mayores”, dijo Darmendrail.
En esa línea, tomando en cuenta la seguridad, se está implementando un proyecto de electrificación que mejorará significativamente las condiciones operativas y de seguridad, proporcionando una fuente de energía más confiable y eficiente en la zona, confirmaron desde la Fundación Cepas.
Por último, la directora Uriarte aseguró que mantienen el compromiso con la sostenibilidad, por lo que los árboles caídos “se reutilizarán en la renovación de los senderos, lo que no solo contribuye a la conservación del entorno natural, sino que también asegura un espacio seguro”, finalizó.