Municipios explican su regulación para supervisar seguridad de letreros comerciales

Ráfagas que superaron los 97 km/h provocaron una masiva caída de objetos en altura y adheridos al suelo. La interrogante es ¿quién y cómo se fiscalizan?

Por Hugo Ramos Lagos

En medio de un nuevo río atmosférico que afecta al Biobío, variadas municipalidades del Gran Concepción explicaron su actuar ante la posibilidad de múltiples desprendimientos de publicidad visible en las calles. Desde sus oficinas de obras y gestión de riesgo detallaron su jurisdicción al respecto de la fiscalización.

El deslizamiento de masas y caída de árboles u objetos contundentes genera preocupación entre los vecinos, los cuales, a través de redes sociales muestran impactantes imágenes de incidentes ocurridos por el desmoronamiento y vuelo de estos.

Actualmente, los municipios se encuentran recabando antecedentes y recomponiendo diversos siniestros dentro de sus límites urbanos. Sin embargo, el peligro que supone el deterioro de los carteles —con el fuerte viento y la lluvia— no parece estar del todo considerado.

Desprendimiento de publicidad

Entre las comunas que enfrentan los embates del mal tiempo, durante horas de la mañana, Concepción vio la caída de objetos pesados, como postes eléctricos y fauna urbana y techumbres. Por otro lado, vecinos reportaron, entre otros, la caída de un letrero en Barros Arana —pleno centro penquista— el cual supuestamente casi cae encima de un transeúnte.

Sobre la situación, consultados por Diario Concepción, desde la Municipalidad de Concepción informó que desde 1998 existe la Ordenanza Municipal que regula la publicidad en espacios públicos. Esta última dicta que son los propietarios quienes deben mantenerlos en un estado óptimo de seguridad.

“Todo propietario o usuario de cualquier forma publicitaria en el territorio comunal estará obligado a mantenerla en buen estado (…), pudiendo la Municipalidad, a través del director de obras, demandar mejoramiento ya sea en sus condiciones de calidad, materialidad, limpieza y seguridad”, señala un apartado del artículo 6° de aquella ordenanza.

Junto a ello, señalaron que “en caso de generarse una situación de emergencia, como desprendimientos en altura, los equipos municipales no se encuentran capacitados para realizar maniobras, por ende, se solicita el apoyo de bomberos, quienes tienen los equipos e indumentaria correspondientes”.

En tanto, sobre la vecina ciudad de Penco, desde la entidad comunal indicaron que, al no tratarse de una situación meteorológica habitual, es complejo disponer de una ordenanza debido al enfoque de cada administración.

Referente a la publicidad iluminada explicaron que por ley no pueden intervenir. “En nada donde haya un cable suelto o un puente de luz chueco, en esos casos reportamos a la CGE para que acuda al lugar”.

Regulación en otras comunas

Otra carencia de regulación presenta la comuna de Santa Juana, la cual, según su director de obras, Edison Fonseca, aún “no cuenta con una ordenanza que regule los letreros comerciales, como esos que se han estado desprendiendo en otras comunas”.

“Santa Juana no posee actualmente letreros de esas características dentro del territorio urbano y rural, por lo que no tenemos antecedentes de desprendimiento de ningún tipo”, sostuvo.

En otra línea, tal fuera el caso de un riesgo inminente, fue la misma alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, quien aseveró que el procedimiento regular es realizar la visita y notificación, debido a que existe una fase de mitigación —y preparación— frente a las catástrofes.

“Se notifica al comerciante o al vecino en el caso de haber un letrero (en mal estado), para que esto se subsane y poder cautelar la seguridad en el tránsito. No tenemos letreros grandes ni luminosos, pero precavimos esa situación, porque frecuentemente enfrentamos incendios y temporales de gran magnitud”.

Por el contrario, Hualpén sí dispone de una regulación establecida desde el 2006. Un dato interesante de aquella es que al igual que otras comunas —como Concepción— prohíbe totalmente en todo su territorio la instalación de publicidad colgante, es decir, aquella que se coloca en forma perpendicular con respecto a la fachada del edificio.

Por último, los municipios de Coronel y Talcahuano no pudieron referirse en precisión al tema. Sin embargo, desde esta última indicaron que de momento no registran importantes caídas de propaganda y carteles, de los cuales —según expresaron— no existe una norma en particular.