El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), publicó un libro que, según el organismo, representa una oportunidad única para dar a conocer la extraordinaria diversidad y riqueza geológica del territorio nacional.
Por Christian Kairies Gatica
“Geositios de Chile: una mirada a sus maravillas geológicas”, ese fue el título del libro publicado por Sernageomin, donde se destacaron las maravillas geológicas a lo largo de todo el territorio nacional.
La propuesta destaca 49 geositios, tres por cada región y uno adicional en la Isla de Pascua. El documento incorpora salares, dunas, el desierto de Atacama, géiseres, terrazas marinas, acantilados costeros y productos volcánicos, entre otros.
De acuerdo a lo comunicado por Sernageomin, en la edición participó un equipo multidisciplinario, con el apoyo de la Sociedad Geológica de Chile, que trabajó durante un par de años en la selección de los sitios, e incluyó material gráfico aportado por la comunidad.
“Hay que decir que todos estos hallazgos que se encuentran, o todos estos, se llaman afloramientos fosilíferos también (…) Se usa un concepto de afloramientos fosilíferos”, dijo Gerardo Flores, curador del Museo Geológico de UdeC.
Así, los tres lugares destacados como maravillas geológicas del Biobío fueron: Caleta Cocholgüe, Anticlinal Volcado de Curamallín y Piedra del Águila.
Este geositio se ubica en el sector norte de la caleta Cocholgüe, en la comuna de Tomé, a 30 km del norte de Concepción. Sus acantilados evidencian alzamientos del borde costero ocurridos en el Pleistoceno Superior.
De acuerdo al propio libro, “sus procesos erosivos más recientes han modelado la línea costera y han dejado expuestas capas de rocas sedimentarias que aportan información acerca de los seres vivos y condiciones ambientales existentes en el período Cretácico, así como del paso de la era mesozoica a la cenozoica, sucedido hace unos 66 millones de años”.
Flores dijo que en Cocholgüe: “Hay hallazgos paleontológicos. Básicamente son fósiles que se encuentran en la playa. En la caleta de Cocholgüe hay un contenido fosilífero importante (…) Entonces, básicamente, por eso se destaca como una, entre comillas, maravilla”.
Entre la abundante fauna fósil marina de la región, destacan los restos del Plesiosaurio Aristonectes quiriquinensis, el más joven conocido y uno de los más representativos de la era Mesozoica según el texto.
Además, se encuentran concreciones con fósiles de amonites, baculítidos y bivalvos del género Cardium, así como bioturbaciones, estructuras fósiles producidas por organismos marinos.
Por último, en el lugar se han hallado restos de peces, tortugas marinas del género Euclastes, mosasaurios, y aves buceadoras identificadas como Neogaeornis wetzeli, junto con madera petrificada con trazas de bivalvos perforantes.
Este geositio se ubica en el valle del río de los Pinos, y es accesible desde el puesto de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en el Parque Nacional Laguna de la Laja, a 28 km de la frontera con Argentina.
Se caracteriza por un pliegue generado en capas de roca de origen volcánico y sedimentario de la Formación Cura Mallín, una unidad geológica de cerca de 14 millones de años de antigüedad, del Mioceno Inferior a Medio.
“Cuando en las rocas existe un pliegue es porque estas se han deformado sin romperse ante la acción de una fuerza de empuje. En este caso, el plegamiento de los estratos, normalmente en posición horizontal, se produjo por la acción de una falla geológica profunda que los empujó lentamente desde abajo, lo que generó la acomodación y curvatura de las capas”, dice la obra.
Cabe destacar que, si la curvatura de un pliegue es convexa, se le llama pliegue anticlinal; en cambio, si la curva es cóncava, se le denomina pliegue sinclinal.
El geositio Piedra del Águila, ubicado a cerca de 1.400 metros sobre el nivel del mar en la cordillera de Nahuelbuta, ofrece vistas espectaculares tanto al océano Pacífico al oeste como a la cordillera de los Andes al este. Este mirador se encuentra dentro del Parque Nacional Nahuelbuta, rodeado de imponentes araucarias.
Geológicamente, Piedra del Águila es notable por sus rocas intrusivas del Batolito Costero del Sur, que datan de 308 a 286 millones de años, correspondientes al Paleozoico Superior. La formación predominante es una granodiorita, rica en cuarzo, feldespato potásico y plagioclasa.
“Se ha estimado que los magmas que dieron origen al batolito se enfriaron a unos 12 a 15 km de profundidad y que tenían, inicialmente, una temperatura entre 700° y 800 °C”, explica el texto.
Por último, Flores agregó que cualquier persona natural no puede hacer excavaciones, de manera personal o natural, sin tener los permisos correspondientes del Consejo de Monumentos Nacionales de Chile.
“Para ello hay que hacer toda una, digamos, una petición al Consejo, donde hay que de alguna manera justificar por qué se van a sacar fósiles. Hay todo un reglamento por ahí”, finalizó el curador.