La Junaeb realizó un mapeo donde se documentaron varias tendencias y cifras. Las comunidades consultadas, a nivel regional, corresponden a 583 establecimientos educacionales públicos y subvencionados.
Por Hugo Ramos
Con el objetivo de presentar un balance de salud alimentaria, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) expuso una jornada de reflexión sobre el Programa de Alimentación Escolar, oportunidad donde indicaron que, de cada cinco estudiantes de quinto básico, al menos tres estarían por sobre su peso normal, a nivel nacional.
Un dato relevante para entender el progreso de los malos hábitos alimentarios en menores dentro del Biobío lo entregó recientemente el Ministerio de Salud. Consultados por Diario Concepción, indicaron que el diagnóstico nutricional de un segmento de infantes —por sobre lo recomendado— sobrepasa el 38 % sumando índices de sobrepeso y obesidad.
Dicho eso, la presentación puso énfasis en la situación de los grupos más susceptibles a presentar subidas nutricionales debido a múltiples factores, entre esos segmentos se encuentran los alumnos de 5° básico y 1° de enseñanza media.
Los datos recolectados pertenecen al último mapa nutricional desarrollado a través de las Encuestas de Vulnerabilidad de Junaeb, la cual fue respondida por las diversas comunidades educativas participantes.
Dichas comunidades, a nivel regional, corresponden a 583 establecimientos educacionales públicos y subvencionados.
De las 70.684 encuestas realizadas (74,83 % de matrícula en el Biobío), 49.113 se validaron dentro del catastro.
Según las cifras, el índice de obesidad y la obesidad severa sobrepasa los 2,3 puntos porcentuales sobre el promedio nacional, mientras que la desnutrición está un 0,4 % debajo del promedio nacional. En tanto, según el detalle, el peso normal está 0,8 puntos por sobre el sondeo a nivel nacional.
Los cursos con mayor media de obesidad —y obesidad severa— corresponden, con un 32,2 % a quinto básico, siguiéndole con un 28 % el nivel de primero básico y con un 24,2 % los alumnos parvularios.
Comparativamente por sexo, entre los varones, la prevalencia de sobrepeso estaría aproximadamente 2 puntos porcentuales por debajo de las damas, con un 26,48 % y 28,72 % respectivamente. Sin embargo, dentro del grupo con obesidad los hombres se posicionan encima con un 19,35 % en relación a las mujeres, quienes alcanzan el 17,9 %.
Tendencia acorde en el ítem de obesidad severa, la cual equivale al 8,72 % de los niños, y al 5,25 % de las niñas.
Finalmente, se graficó que las comunas con mayor porcentaje de estudiantes evaluados con malnutrición por exceso son Penco, Quilaco y Alto Biobío. Destacan en el mismo sondeo las comunas de Mulchén, Tirúa, Contulmo, Lebu, Arauco, Florida y Santa Bárbara.
En palabras de la directora regional de Junaeb, Ana Torres, el objetivo de la presentación se basa en todo lo referente al mapa nutricional, por lo cual, explicó que todos los resultados arrojados por la encuesta hacen que Junaeb deba vincularse. Siendo uno de los puntos centrales, la alimentación libre de sellos dentro de los establecimientos.
Por otro lado, Torres aseveró que también se encuentran fomentando “programas de vacaciones de invierno y verano, además de todo lo que tiene que ver con la recreación durante una semana, acompañada de hábitos, de ejercicios también en beneficio de los estudiantes”.
Según la directora regional, lo que se puede desprender acerca de las diferencias entre comunas “pasa por el área geográfica y por los hábitos que se presentan en las zonas territoriales, pasa también por ciertos factores de distancia de los establecimientos. Hay que analizar punto con punto”.
“Para el programa de alimentación, quienes seleccionan a los estudiantes y definen los horarios son justamente los directores. Nosotros en tanto, nos coordinamos directamente con los coordinadores comunales que tenemos en cada comuna, y ellos a su vez se coordinan con los directores o encargados PAE de cada establecimiento”, añadió.
La visión del Ministerio de Educación sobre el proceso de mapeo constituye una herramienta que “ha permitido generar un panorama bastante amplio sobre la condición nutricional de las y los estudiantes, con algunos indicadores positivos”, declaró el seremi de educación del Biobío, Carlos Benedetti.
Paralelamente, la decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Concepción, Dra. Claudia Mardones, señaló que “los resultados claramente hablan de un problema que involucra soluciones integrales en promoción de la salud, que parten desde la infancia menor, desde los niños pequeños”.
“Respecto a las problemáticas, se hace fundamental la presencia de nutricionistas (en los establecimientos), porque la alimentación es una actividad básica de las personas, y si no tenemos la capacidad de formar una buena alimentación e imagen corporal a los niños, difícilmente lo vamos a arreglar cuando sean adolescentes”.
En cuanto al cambio de paradigma dentro del mundo académico en relación a los trastornos alimenticios, Mardones sostuvo que “si bien preocupa el tema de la obesidad —porque involucra a una serie de otras enfermedades asociadas—, sin lugar a dudas la visión de una mirada integral que aborde el problema es absolutamente importante para nosotros”.
Opinión de especialistas
Sobre el informe, la nutricionista y académica del Departamento de Nutrición y Dietética de la Universidad de Concepción, Constanza Mosso, comentó que “Junaeb tiene un gran desafío en la alimentación de los establecimientos educacionales. Creo que es tan relevante el rol del nutricionista, que cada establecimiento educacional debería contar con uno o dos dependiendo del número de alumnos”.
En la misma línea, aseguró que con esa medida podrían subsanar bastantes situaciones complejas, que permitan que efectivamente los niños mejoren sus hábitos alimenticios y su relación con la comida.
“Un nutricionista en un colegio implicaría optimizar, primero, todo lo que es el tema de la alimentación, habría un profesional dedicado exclusivamente a eso. Entonces solucionamos el problema que está teniendo Junaeb hoy en día, de que no hay buena sostenibilidad de los alimentos”, declaró.
Por último, agregó que al tener un nutricionista (dedicado) en un establecimiento existiría una concientización en el mismo sobre los temas que se hablaron. “Por ejemplo, salir un poco de la típica educación, de hablar sobre cómo proteger a los niños y adolescentes de una imagen corporal (negativa)”.