Seremi de Salud entregó resultados de la última Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género.
Por Hugo Ramos Lagos
La Seremi de Salud del Biobío entregó los resultados regionales de la Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género (ENSSEX) 2022-2023. Según la síntesis de las cifras, a nivel nacional alrededor de 20 mil personas habrían contestado satisfactoriamente el cuestionario, convirtiéndose así en una de las encuestas más exitosas en la materia.
Dentro del Biobío, en total fueron 12 las comunas en las cuales se realizó la evaluación. En el Gran Concepción fueron: Concepción, Chiguayante, Florida, Hualpén, Penco, Talcahuano y Hualqui; en otras provincias se incluyó Tucapel, Los Ángeles, Cabrero, Yumbel y Curanilahue.
Para el seremi de salud del Biobío, Dr. Eduardo Barra, la información recolectada —durante el cuestionario de 305 preguntas en 45 minutos— “es determinante para elaborar medidas y políticas públicas, que como gobierno y ministerio tenemos que implementar. Eso nos parece muy relevante.
“Sin duda la población tuvo un cambio en estos 25 años, que no existió registro de información en educación sexual y salud. Ese cambio significa un mayor respeto y conocimiento de la diversidad y por supuesto una mayor tolerancia y aceptabilidad de toda la diversidad en sexualidad y género”, agregó.
Según detalló la epidemióloga encargada en determinantes sociales de la salud de la Unidad de Epidemiología del Departamento de Salud Pública de la Seremi, Isabel Barrera, “el estudio fue realizado a nivel nacional. Es una gran muestra que se logró a nivel nacional de más de 20 mil personas encuestadas”.
Según Barrera, encuestas anteriores del Minsal alcanzaron los 6 mil consultados, por lo que el reciente sondeo significó un gran salto en relación al tamaño de la muestra. Por lo tanto, reforzó la estabilidad y la robustez de los datos, logrando además un tasa de logro del 102 %.
“Nuestra región fue la segunda muestra más grande a nivel nacional, primero fue la Región Metropolitana, con alrededor de 4 mil encuestas, y luego nosotros con 1.870 encuestas aproximadamente”, añadió.
Para la encuesta la distribución según sexo asignado al nacer de quienes la contestaron fue del 54,2 % para los hombres y 45,8 % para las mujeres. Situación que llamó la atención del seremi Barra, quien señaló interés en el procedimiento muestral, debido a que, tanto en otras zonas, la moda poblacional en la región siempre está inclinada hacia las mujeres.
Por otro lado, la distribución etaria mostró que el rango mayoritario de encuestados fue aquel entre los 18 y 29 años (26,8 %). para los otros segmentos fue de un 21,6 % para adultos que superan los 60 años; 19,9 % desde los 30 a 39 años; 18,3 % en el de 40 a 49 y 13,4 % para el rango de 50 a 59.
En materia de bienestar —en una escala desde el 1 (muy mal) al 7 (muy bien)— Biobío reveló que los varones se sienten más satisfechos con su vida sexual, siendo su media una de 5,2 puntos, en comparación con las damas, quienes promedian una nota de 4,8 aproximadamente.
Un dato relevante es que los rangos etarios minoritarios poseen una mejor calidad de bienestar sexual, superando todos estos la media de los 5 puntos. En tanto, el rango menos satisfecho corresponde a adultos mayores (mayores de 60 años).
Por último, a nivel regional, aunque la media de los jóvenes para iniciar su vida sexual se situó en los 17 y 18 años, un 63,8 % aseveró que dentro de su familia no se conversaron temas relacionados con la sexualidad. Aunque este índice sufre variaciones por rango etario, llegando a un 91,8 % en personas mayores de 60 años y un 40,2 % en personas de 18 a 29 años.
En cuestión de sanidad, la región posee un segmento del 4 % de su población que al menos una vez en su vida fue diagnosticada con infecciones de transmisión sexual (ITS) —porcentaje inferior al nacional, el cual alcanza el 5 %—.
Junto a ello, la cifra de personas que no se han realizado el examen de VIH o SIDA en los últimos 12 meses correspondió a un 80,8 % para el Biobío, cinco puntos porcentuales por encima del índice nacional.
Para aquellos sexualmente iniciados que aún no se examinan para VIH, los motivos varían desde no estar en situación de riesgo (70,7 %); no haberlo considerarlo importante (20 %); no considerarlo por exclusividad de pareja (16,4 %); no saber dónde examinarse (3,9 %); por miedo o vergüenza de la estigmatización (0,5 %) y por el temor a un resultado positivo (cifra en cero para el Biobío).
Aunque cierta falta de cuidados en materia sexual y reproductiva por parte de algunos grupos es uno de los tópicos que preocupa a la autoridad, el seremi de salud del Biobío, Eduardo Barra, indicó ver los resultados “de manera positiva, ya es muy importante que un 40 % —o más— de los iniciados en su vida sexual tienen conocimiento de los riesgos”.
Sin embargo, el seremi comentó que le preocupa que “solamente un 30 % (aproximadamente) use métodos de prevención de infecciones de transmisión sexual como el condón, sigue siendo todavía un número muy bajo. Porque indudablemente (el alto riesgo) se da en las personas más jóvenes”.
En materia de seguridad reproductiva, la medición sostuvo que el 54,6 % de los consultados se muestra a favor de que las mujeres interrumpan sus embarazos. Posterior a la entrega de esos datos, la materia con la cual cierra el estudio tiene que ver con la comprensión de las orientaciones sexuales e identidades de género.
La muestra detalló que el 79,5 % manifestó estar de acuerdo con la homosexualidad como una forma válida para experimentar la vida sexo afectiva. En paralelo, el 72,5 % indicó que, si sus hijos declararan su homosexualidad, bisexualidad u otra orientación, estos aceptarían los hechos.
En palabras del psicólogo y académico de la Universidad de Concepción experto en disidencias y temas de género, Vasily Bühring, las cifras obedecen “a un cambio cultural respecto a cómo nuestra sociedad evalúa y valora las diferentes diversidades sexo genéricas. Por otro lado, esta percepción de aumento en el apoyo de los padres es súper positiva a nivel de salud mental”.
“La forma de discriminación hoy en día no es a través de violencia física directamente —en comparación con otros países latinoamericanos—, sino que es asociada a la visibilización. El grupo LGBTIQA+, es un grupo bien heterogéneo también, y hoy en día la aceptación está más asociada a personas por su orientación sexual”, concluyó.