Los últimos sistemas frontales que azotaron a la Región del Biobío dejaron evidentes problemas en la comunidad. Residentes del sector Candelaria detallan consecuencias en sus hogares.
Por Montserrat Serra Cárdenas
Luego de los fenómenos meteorológicos, algo en lo que coinciden los vecinos afectados de diversos sectores es que la capacidad de los recolectores de aguas lluvias colapsaron y la planificación urbana fracasó.
Un ejemplo son los habitantes del sector Candelaria en San Pedro de la Paz, quienes durante décadas han tenido que soportar inundaciones en sus patios, casas y pérdidas materiales.
Los vecinos atribuyen estos problemas a las intervenciones humanas en el Humedal Los Batros, ubicado a escasos metros de sus viviendas, lo que provoca que el cuerpo de agua pierda su capacidad natural de absorber el agua.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, los humedales juegan un papel crucial en el ciclo hidrológico, además de facilitar la infiltración de aguas superficiales hacia las napas subterráneas. Son como unas esponjas naturales.
A pesar de su importancia estos ecosistemas han sufrido históricamente rellenos para construir viviendas o son convertidos en vertederos ilegales, volviéndose un espacio inseguro e insalubre.
Y es que en Candelaria, específicamente quienes viven al lado del Parque Humedal Los Batros, las lluvias afectaron bastante. El agua se acumuló en los patios, en algunos casos entró a casas.
Paulina Francine, hace poco terminó de pagar su vivienda. Comentó que con el primer frente que tuvo lugar en la zona, su patio y toda la calle donde vive parecía una laguna. “Había unos 30 centímetros de altura y no podíamos salir, porque estaba todo inundado”, explicó la vecina.
“Toda esta zona se rellenó para poder construir la población, entonces toda el agua que cae se acumula aquí y no fluye hacia el humedal”, acotó Paulina.
A esto se suma la construcción de otra población en la calle Padre Hurtado que provocó que toda el agua de lluvia que fluía por ese sector llegue hasta los sectores aledaños, aseguró. “Toda el agua que se supone debiera fluir, se atrapa acá. Ahí es donde colapsan todos los pasajes y nos inundamos”, señaló Francine.
A unas calles más lejos vive María Rosa González, una mujer de 70 años. Expresó que esos días de lluvia fueron un temor constante, porque actualmente su patio está inundado. “No puedo ni salir a tender mi ropa”, dijo.
María Rosa complementó diciendo que la calle donde vive también se inunda, pero que gracias a la gestión de su junta de vecinos, el daño a la infraestructura fue menor. Sumó que esta situación se ha ido agravando con el pasar de los años y no sabe cómo podría solucionarlo.
“Esta vez tuve que subir todos mis muebles al segundo piso, porque hace dos años mi casa se inundó y lo perdí todo”, manifestó González.
Otra vecina, María Teresa Villablanca, expresó que también les preocupa otro problema: las aguas servidas. Los habitantes comentaron que varios se han enfermado del estómago por tomar agua de la llave que está en malas condiciones. “El color que sale ahora es turbio y en otras casas sale totalmente café. El otro día mi amiga tomó agua de la llave y se enfermó”, agregó Villablanca.
Por último, las vecinas temen que en un futuro la situación sea peor. Todas expresaron su preocupación, específicamente por la construcción del Puente Industrial. “Cuando terminen el puente el agua va a fluir mucho menos y, ¿Qué va a pasar con nosotros?”, indicaron.
Rodrigo Ulloa, asesor urbano arquitecto de la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) de San Pedro de la Paz, manifestó que “de acuerdo con el Plan Regulador comunal vigente, el Parque Humedal Los Batros corresponde a dos zonas: ZE-1 (de equipamiento) y ZR-1 (zona de riesgo de inundación donde se prohíbe la residencia)”.
Por otro lado, el sector Candelaria corresponde a ZH-5 donde se permite el uso residencial del territorio, agregó Ulloa.
El arquitecto aseguró que, para determinar una relación entre las inundaciones y la intervención a humedales, se debe estudiar su comportamiento durante periodos de tiempo más amplios y el uso que se le ha dado a toda la cuenca del Biobío.
“Dada la excepcionalidad de los actuales fenómenos climáticos y el comportamiento de los cuerpos de agua, es que el Plan Regulador Comunal de San Pedro de la Paz prohíbe el uso residencial en las quebradas que tributan directamente a los cuerpos de agua”, explicó el asesor urbano.
Por último, aseveró que en la modificación actual del instrumento de planificación se están instalando parques en los bordes de los cuerpos de agua para que sirvan como espacios contemplativos y amortigüen las crecidas de aguas.
Desde el punto de vista científico, Roberto Urrutia, doctor en Ciencias Ambientales y decano de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción (UdeC), explicó la situación.
“El suelo está saturado de agua y como ha llovido tanto, no ha tenido la posibilidad de drenar y secar. Además, las construcciones como las calles, casas, edificios y terraplenes evitan que el agua infiltre y drene normalmente hacia el río Biobío”, explicó el académico.
Respecto a los rellenos en estos ecosistemas, Urrutia aclaró que cuando se rellenan, compactan los terrenos e impermeabilizan, se produce una disminución en la capacidad de infiltración.
Asimismo, aclaró que una solución ante esta problemática habitacional es no construir en esos lugares o hacerlo en forma segura.
“Si miras a San Pedro del Valle, ese sector no se ha inundado. Porque ellos rellenaron y compactaron aproximadamente un metro y medio o dos metros sobre la napa freática”, explicó.
Por lo tanto, si se construye al mismo nivel de esta napa, siempre se tendrá el problema que cuando llueva, ésta tomará su nivel natural y lo que está dentro o bajo de ella permanecerá inundado.
“Quiero ser enfático en señalar que no se debe construir en estos ecosistemas, pero si construyen en lugares que se inundan, es necesario asegurarse de que las viviendas queden sobre el nivel máximo de la napa”, recalcó el doctor en Ciencias Ambientales.
Cabe recalcar que para el especialista no está recomendado edificar sobre humedales, ya que “son ambientes naturales y sitios de alto valor ambiental y ecológico, que deberían ser conservados”.
Jocelin Varela, integrante de la Red de Humedales del Biobío, comentó que como agrupación, proponen considerar estos cuerpos de agua como zonas a proteger y potenciarlo en los planes reguladores para garantizar su buen desarrollo.
“Es fundamental que en San Pedro de la Paz se protejan y potencien los ecosistemas naturales de la comuna, se establezca un Plan de Manejo para el Santuario de la naturaleza y se restauren los humedales de acuerdo con el convenio de RAMSAR, del cual Chile es parte desde los años 80”, detalló.
También proponen implementar un plan educacional ambiental que permita concientizar a la comunidad sobre la importancia de la conservación de los humedales y su biodiversidad.