Ciudad

Acceso a agua potable y anegamiento en dependencias de Bomberos se suman a preocupaciones en Curanilahue

El desborde del río dejó al menos 2 mil hogares dañados, donde las familias afectadas piden ayuda para abastecerse de elementos básicos. Las consecuencias del mal tiempo se observan en toda la comuna.

Por: Diario Concepción 14 de Junio 2024
Fotografía: Raphael Sierra P.

Por Eduardo Bascuñán

Si bien el nivel de impacto del evento meteorológico se observa en todo el territorio de la Región del Biobío, la Provincia de Arauco es la que concentra una parte muy importante de los daños. Al inicio de la tragedia, el foco estaba puesto en la comuna de Arauco y en las primeras evacuaciones por la posibilidad del desborde del Río Pichilo, cuestión que se concretó con el paso de las horas.

Sin embargo, ahora otro escenario crítico es el de Curanilahue. Ahí el agua marcó presencia en cada rincón, inundando y destruyendo desde casas a centros comerciales.

La preocupación inmediata de sus habitantes es desde la higiene hasta el acceso a agua potable. De ahí los múltiples relatos en una zona fuertemente dañada por el sistema frontal.

Relatos

Yolanda Arriaga vive en una de las primeras casas que afectó el desborde del río Curanilahue. Es que la subida de este cauce no tiene precedentes y según comentó, el agua superó el metro y medio. “No habíamos visto que el agua subiera tanto. El último que recuerdo fue el 2016, donde el agua pasó por debajo de la casa pero nada más”, relató.

La necesidad de agua potable y agua a presión es un insumo de suma urgencia para vecinos y vecinas de los sectores de Efraín Zenteno y Sargento Aldea. Es que sumado al desborde del río, el sistema de desagües y aguas negras colapsó, llenando cada una de las casas.

Yanet Cornejo (67) vecina del sector Sargento Aldea, comentó que junto a su familia tuvieron que subir a su madre postrada en brazos al segundo piso. “No creíamos que tendríamos que subirla, fue de un momento a otro. Nosotros estamos muy lejos del río que se sale, pero esta vez, el río Rana y el Estero Plegarias también se subió”, comentó mientras limpiaba y sacaba el barro acumulado en el interior hacia afuera de su hogar.

Es que el derrumbe del Puente Prat, prácticamente en el centro de la ciudad, fue de cierta forma el acto cúlmine del sistema frontal. Según información de la Delegación Provincial de Arauco y en base a lo comunicado por el Municipio de Curanilahue, se estimó que los afectados en la comuna serían al menos 2 mil viviendas.

Según comentaron habitantes del centro se podía ver, entre lluvia y el viento, cómo los distintos cauces del río Curanilahue y el río Ranas se juntaron con el Estero Plegarias, incluso llegando a formarse una especie de remolino quedando de manifiesto la inmensidad de la catástrofe.

Cercano al Puente Prat, Sara Fuentealba, vecina aledaña al viaducto comentó que Carabineros y Bomberos pasaron a revisar si era necesaria su ayuda. “Vinieron a ayudar Carabineros ofreciendo ayuda y militares también, pero como acá tenemos varias manos gracias a eso no necesitamos ayuda”.

Foto: Raphael Sierra

Equipos de emergencia

El despliegue de los equipos de emergencia ha contado con Bomberos, personal de Fuerzas Armadas y Carabineros. La urgencia de la catástrofe de Curanilahue incluyó el acuartelamiento de más de 3 mil bomberos, así también se redobló el horario de turnos de las diferentes compañías de la zona.

El presidente regional de Bomberos del Biobío, Braulio Castro, afirmó sentirse orgulloso de su institución y de la labor desplegada en la zona. “Efectivamente, nosotros estamos en cada comuna, en cada territorio. Y es algo innato de esta institución, su nobleza, su ayuda hacia la comunidad. Y no hemos escatimado esfuerzos, pese a que esta es una emergencia que puede superar a cualquiera. Nuestros bomberos, han estado a la altura”, sumó.

Es que a pesar del despliegue y del acuartelamiento, la nombrada institución también ha sufrido el embate de este sistema frontal. “El más complicado es el cuartel de la primera compañía, donde tenemos un anegamiento total de su primer nivel, con daño al mobiliario y artículos propios del servicio bomberil. Como también tenemos los dos cuarteles con algunas filtraciones producto de este temporal. Pero tenemos, además, cuatro cuarteles en otros sectores, muchos daños a nuestros implementos, que no están diseñados para esto, pero obviamente teníamos que ocuparlos igual”, aseveró Castro.

Así también, debido a la necesidad de utilizar implementos, los gastos se han disparado y el presupuesto ha disminuido considerablemente en la institución. “Hay cuerpos bomberos que han gastado el presupuesto de cuatro meses en estos cuatro días. Por lo tanto, eso es lo que estamos viendo con interior, la posibilidad de que se nos puedan restituir recursos, dado el estado de catástrofe que ha esperado para poder terminar el año con los cuerpos bomberos trabajando”, sumó el presidente de bomberos del Biobío.

En el caso de la policía uniformada los primeros trabajos comenzaron a inicio de esta semana y se intensificó tras la salida del Río Curanilahue. La opción más efectiva era la de evacuar a las personas a bordo de botes, en apoyo con personal bomberil.

El capitán Jonathan Jiménez, comisario (s) de la Cuarta Comisaría de la ciudad, relató que “en muchas casas ingresó gran cantidad de agua. En varios casos donde los hogares tenían segundo piso, las personas optaron por subir las cosas más importantes de valor para ellos al segundo nivel, y ellos mismos para refugiarse”.

Foto: Raphael Sierra

Alejandra Burgos, alcaldesa de la Municipalidad de Concepción afirmó que, a pesar de que la situación de Curanilahue es compleja, “nos encontramos en una situación entre comillas favorable, porque no hemos tenido fallecidos ni tenemos ningún reporte de personas desaparecidas”.

La necesidad de una planificación urbana que incluya un plan maestro de aguas lluvias, será vital de aquí al futuro para la zona. “Buscaremos generar las condiciones para que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse, a pesar de todos los intentos que hayamos hecho para que la ciudad estuviera en buenas condiciones”, afirmó.

Es que el plan regulador de la zona no ha tenido cambios desde 1982. “En ese entonces, la comuna no tenía el alcance, ni el desarrollo que tenemos hoy. (…) Lo que pasa es que estamos rodeados de forestales y de a poco nos hemos visto forzados a avanzar más y más a los esteros de los ríos. (…) De los 99 mil hectáreas que tenemos como comuna, podría asegurar que el 5% está ocupado por sus habitantes, el resto es sólo pino y eucalipto”, aseveró Burgos.

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