Neumonía, bronquitis, laringitis y faringitis son las principales patologías que pueden afectar a niños y adultos mayores. Especialistas recomiendan no usar calefacción que produzca condensación como las estufas a gas.
El sistema frontal no sólo trae consigo lluvias, sino también humedad y frío, factores que, según los especialistas, pueden acarrear una serie de enfermedades respiratorias que pueden poner en riesgo la salud de las personas.
“La humedad y el frío puede acentuar las enfermedades respiratorias como la Influenza A, que hoy está en el peak, afectando, principalmente a menores de un año y personas sobre los 65 años”, afirmó María Ximena Soto, enfermera y jefa de la Dirección de Salud de Santa Juana.
Para evitar complicaciones a la salud, Soto aseveró que es clave evitar los cambios bruscos de temperatura y acudir a un centro de salud ante signos como fiebre de 38 grados, dificultad respiratoria, labios o manos moradas y, retracción subcostal en el caso de menores.
En tanto, Jorge Yáñez, broncopulmonar de Clínica Biobío, aseveró que la humedad puede producir descompensación de algunas enfermedades respiratorias, principalmente de tipo obstructiva, que puede asociarse a mayor bronco constricción.
“Principalmente los cambios de temperatura y la humedad pudiesen generar, sobre todo en un periodo estacional, una mayor posibilidad de tener cuadros infecciosos respiratorios virales, los cuales pueden agravar cualquier tipo de enfermedad respiratoria, principalmente las enfermedades obstructivas”, dijo.
Miguel Aguayo, broncopulmonar y médico jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Regional, detalló que la humedad puede generar resfríos, bronquitis, laringitis, faringitis, neumonía, bronconeumonia y neumonitis, enfermedades que se producen por la baja de defensas, hacinamiento y contaminación intradomiciliaria.
El facultativo aseveró que los grupos que están en mayor riesgo producto de la humedad son los enfermos crónicos respiratorios como: asmáticos, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, fibrosis, adultos mayores y menores de 6 meses.
Andrea Gutiérrez, encargada regional Unidad de Epidemiología de la Seremi, afirmó que ventilar los espacios es una acción fundamental que se debe hacer por 10 a 20 minutos, una y tres veces al día.
En el baño, si dispone de ventana, acotó, “se debe dejar la abierta la ventana tras la ducha, pero cuidando que la ventilación natural no genere problemas de la ineficiencia energética, al ingresar aire con temperaturas diferentes a las deseadas, y la entrada de la contaminación exterior al tratarse de aire no filtrado”.
Otras recomendaciones, dijo, son poner en marcha el extractor al cocinar y tapar las ollas para evitar expandir el vapor de agua que se genera; además de usar la calefacción de forma sensata.
Gutiérrez agregó que es fundamental ventilar, pues los ácaros del polvo y domiciliarios se desarrollan con facilidad en lugares húmedos y tibios, pudiendo provocar reacciones alérgicas con síntomas de asma, eczema y rinitis.
Bernardo Suazo, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción en Concepción, afirmó que la humedad interior de las viviendas, en general, es producida por la condensación que produce la calefacción, cuando no existe evacuación de gases al exterior, por ejemplo, en el caso de las estufas a gas, que emiten mucho vapor de agua y con ello humedad.
“La humedad interna no tiene relación con la materialidad (…) Por eso ahora se recomienda usar intercambiadores de calor, aparatos tipo PVC que se instalan en las edificaciones, que generan ventilación sin necesidad de abrir ventanas”, recomendó.
En cuanto a la materialidad exterior de las viviendas dijo que el problema no es el tipo de techumbre o de muros usados, sino la ejecución del trabajo que se realice. “Si pones la techumbre en una pendiente inadecuada o se realiza mal un sello habrá filtración, es un tema de ejecución, no la materialidad. Lo mismo sucede con los muros “.
Suazo afirmó que la comunidad debe realizar mantención de las viviendas, por ejemplo, aplicando una pintura adecuada a la materialidad, limpiar canaletas y bajadas de lluvias.