A un año de formación, dirigentes de conductores, estudiantes de enseñanza superior y trabajadores del retail piden soluciones para la falta de movilidad que existe hacia los barrios, especialmente en las noches.
A los integrantes de la Mesa Ciudadana por el Transporte Público, formada hace un año por representantes de sindicatos, federaciones de estudiantes, conductores y organizaciones sociales y vecinales, no les convence el balance de la autoridad sobre los avances en materia de movilidad, y derechamente sostienen que nada a cambiado en el Gran Concepción.
Y eso fue lo que señalaron a la salida de la reunión de este viernes, como lo expresó Richard Toloza, presidente del Sindicato Falabella Trébol, en Talcahuano, quien dice que la situación les golpea además el bolsillo.
“Los trabajadores lo sufrimos bastante en el Trébol, sobre todo en las noches. Hay días que ( y también en las mañanas) los trabajadores llegan atrasados o llegan muy tarde a sus casas. Y de paso también hay un problema remuneracional porque los trabajadores tienen unos bonos para llegar a sus horas y ellos también se están viendo afectado”.
Además agregó que debido a estas dificultades, como sindicato han debido buscar la manera que las personas puedan llegar a sus casas al final de la jornada.
“En la noche, sobre todo, pasa una que otra micro y los trabajadores tienen que tomar esa, después van a llegar al centro y tomar otra, y de ahí ver cómo llegan a sus casas. Sobre todo para los sectores más extremos, Hualqui, Coronel, Lota, cierto, Penco, Tomé, es un problema grave, prácticamente todos los días. Y nosotros ahí como sindicato tenemos que estar viendo cómo conseguir los transportes para ellos porque quedan botados en las noches”, sostuvo el también dirigente nacional del retail.
Quienes tampoco tiene un balance positivo son los estudiantes de educación superior, quienes plantearon que hay una serie de deficiencias que aún no se corrigen y que no sólo pasan por que existan más buses, como lo señaló Vania León, presidenta (s) de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
“Tenemos problemas en estos momentos con la infraestructura de los paraderos, tenemos problemas también porque la locomoción en general no tiene la frecuencia que debería tener”, expresó.
“Además de eso que insistentemente siempre ha existido este problema de malos tratos de conductores hacia estudiantes, donde muchas veces son agresivos, son violentos, los echan del bus, no les paran, y a veces tenemos compañeros que están esperando una hora tranquilamente bajo la lluvia, arriesgándose en este caso, afectando su integridad, para poder solamente llegar a sus casas”, afirmó.
En este mismo sentido la vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, Catalina Bastías, indicó que la dificultad de fondo era que este servicio público está en manos de privados.
“Creo que es importante que tanto estudiantes como trabajadores podamos unificarnos, podamos hacer el trabajo y el ejercicio de ver cuál es la problemática de raíz en relación al transporte público, que finalmente data en que el transporte público sigue estando en mano de los privados, permitiendo malas condiciones para los trabajadores, para los choferes, viendo también su seguridad vulnerada, también la vulnerabilidad de los pasajeros. Creemos que es importante que el estado empiece a hacer discusiones a raíz de la problemática”.
Para expresar su malestar con la situación, la Mesa decidió convocar a una marcha el próximo 26 de julio, y están analizando entregar un nuevo petitorio a las autoridades, pero como agregó el vocero de esta instancia, Ángelo Jara, todos estos temas las autoridades los conocen de sobra y la velocidad a la que se propone resolverlos no es la adecuada.
“Nosotros hemos agotado todas las instancias de diálogo con el seremi de Transportes, con la seremi de Gobierno. Ellos están al tanto de las problemáticas que hoy tiene la Región respecto al transporte público. Se habló del Perímetro de Exclusión que venía a solucionar los problemas de frecuencia y de extensión de horario y que, lamentablemente, ya ha entrado en vigencia y no ha mostrado mejoras”.
“Puede haber cierta extensión de horario de algunas líneas de buses, pero el problema principal acá es que se le está exigiendo a los trabajadores del transporte público trabajar hasta las nueve, diez de la noche, pero eso viene aparejado con un tema de horario. Los conductores están trabajando diez, doce horas diarias. Y también hay un tema de miedo, o sea, lo dijo un representante del sistema de transporte, que los trabajadores no quieren salir porque tienen miedo a ser asaltados en la micro, en este caso”, concluyó el dirigente.
Análisis que fue compartido por José Coronado, vocero regional de la Coordinadora de Conductores del Transporte Público de Chile, quien apuntó que las mejoras del sistema pasan necesariamente por la situación de los choferes de micros y que eso explica que muchos conductores no estén en el rubro.
“El conductor del transporte público no puede seguir eternamente trabajando 15, 16 horas diarias. Eso no es una calidad de vida para nadie. ¿Y arriesga a quién? A la población muchas veces. Hemos visto conductores morir al volante de ataques cardíacos. Eso no puede continuar”, cerró Coronado.