Uso de leña seca y no calefaccionarse con salamandras o estufas hechizas están dentro de las recomendaciones. Ya se han cursado 22 sumarios por emisión de humos visibles.
Solo 3 episodios críticos de contaminación sumaba el Biobío, en esta misma fecha el año pasado.
Mientras, Concepción Metropolitano no presentaba alteraciones de este tipo entre abril y junio de 2023, Los Ángeles contabilizaba tres eventos de contaminación ambiental, una alerta, una pre emergencia y una emergencia.
Sin embargo, hoy el panorama es distinto. Según confirmó el seremi de Medio Ambiente, Pablo Pinto, los episodios críticos en general han experimentado un alza significativa al compararlos con el año pasado.
De hecho, en lo que va corrido del año, ya se contabiliza un total de 31, de ellos 8 alertas y 4 preemergencias en el Concepción Metropolitano, mientras que en Los Ángeles un total de 19, 7 alertas, 7 preemergencias y 5 emergencias. Es decir, un incremento de más de 1.000%.
La situación, según explicó Pinto, se debe, principalmente, a las condiciones meteorológicas, pues se está transitando del fenómeno del Niño, al de la Niña que está marcado por temperaturas más bajas y bajas precipitaciones.
Por ello, explicó, ya se visualiza que este año será complejo en materia de calidad del aire “principalmente debido al frío que hace que la comunidad utilice más leña (…) Estamos proyectando que aumentarán los episodios críticos”, dijo y aseguró que están informando a la comunidad para que puedan adherir a medidas y utilizar la calefacción que corresponde.
Ernesto Bravo, coordinador Regional Unidad de Gestión Ambiental de la Seremi de Salud, detalló que en el contexto de los planes de descontaminación atmosféricas de Los Ángeles y del Concepción Metropolitano, el organismo ha realizado una serie de fiscalizaciones a viviendas.
En el detalle, según dijo, en el Concepción Metropolitano han realizado 6 mil 50 vigilancias a viviendas, de las que 14 fueron fiscalizadas, faena que derivó en 13 sumarios sanitarios.
En tanto en Los Ángeles, dijo, se han realizado mil 710 vigilancias a viviendas, 92 de ellas fiscalizadas directamente, proceso que ha dado origen a 9 sumarios sanitarios,
Bravo agregó que la fiscalización y sanción está asociada a la presencia de humos visibles de artefactos a leña en viviendas residenciales, durante los horarios de restricción de los días pronosticados como episodios críticos de calidad del aire.
El seremi aseguró que una de las mayores medidas de prevención para evitar la contaminación del aire es que la comunidad use leña seca, al menos a un 25% de humedad, para calefaccionarse.
“En Los Ángeles, según los estudios que se hicieron para el Plan de Descontaminación, cerca del 95% del aporte de material particulado es domiciliario y, en el área Metropolitano de Concepción es un 60% (…) Por eso, la comunidad debe usar estufas certificadas, no salamandras o hechizas, que son muy comunes en algunos sectores”.
La utilización de estufas certificadas y leñas secas es muy necesaria, recalcó, pues en los episodios críticos, sea cual sea, se prohíbe la emisión de humos visibles. “Con leña seca sólo se ven por cerca de 15 minutos cuando recién se prenden, después de eso, al dar tiraje a la chimenea no deberían emitir”.
El seremi recalcó que es importante seguir las reglas, pues la emisión de material particulado no sólo contamina el aire, sino que también puede provocar daños en la salud de las personas. “Lo ideal es no llegar a multar o tener procesos sancionatorios”.
Cabe destacar que para reconocer la leña seca la comunidad debe constatar que la astilla sea más liviana, tiene una corteza semi desprendida, tiene grietas en su extremo, un color más opaco, no presenta hongos o manchas grises.
En cuanto a las industrias y empresas, que emiten cerca del 30% del material particulado, el seremi señaló que en episodios críticos tienen prohibición de uso de calderas o, por ejemplo, en el caso de Los Ángeles el uso de hornos chilenos en las panaderías. “Con empresas se trabaja permanentemente en los planes de compensación por las emisiones que ellos tienen y la forma en que trabajan las emisiones que emiten a la atmósfera (…) están bien monitoreadas y fiscalizadas por la Superintendencia de Medio Ambiente”.
El presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Asociación de Municipalidades de la Región, Boris Chamorro (Amrbb), explicó que las municipalidades no participan directamente en la gestión que realiza la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) y la Seremi de Salud, sino que más bien se suman a iniciativas que estas entidades determinan en procesos de fiscalización y sanción a quienes infringen en viviendas o empresas los reglamentos en estos temas.
Afirmó que las autoridades locales realizan campañas preventivas y, en determinadas situaciones de emergencia mayor, toman medidas como suspensión de clases y fiscalizan buscando incidir en los procesos que generan episodios de crisis en la calidad del aire en todo momento, no sólo en invierno.
“Muestra de ello son los casos de municipios y otros actores que han intentado desarrollar sus propios sistemas de monitoreo (Hualpén, Coronel y Nacimiento) para tener antecedentes que permitan tomar decisiones de protección de la ciudadanía, con mayor agilidad y más cercanas a las realidades territoriales específicas de cada provincia y comuna”, detalló.
Según María Ignacia Varas, enfermera especializada en el cuidado del adulto mayor, el material particulado emitido durante la época de invierno genera efectos nocivos para la población en general, pero especialmente en adultos mayores en que la contaminación se relaciona con el envejecimiento celular, la demencia y el Alzheimer.
Además, la contaminación, según dijo, tiene directa relación las enfermedades respiratorias como el asma, enfisema pulmonar y bronquitis crónica. “Los adultos mayores son mucho más propensos a verse afectados ante un ambiente contaminante, debido al deterioro propio de su edad”, dijo.
Agregó que es necesario que las personas de la tercera y cuarta edad tomen ciertas precauciones frente a escenarios de alta contaminación, por ejemplo, posponer sus actividades al aire libre, mantenerse en espacios interiores, especialmente, si padece de afecciones pulmonares o cardiacas y, en caso de que necesite salir se sugiere usar mascarilla para disminuir la posibilidad de aspirar material particulado.
Dra. Laura Azócar, directora alterna del Centro de Energía Universidad Católica de la Santísima Concepción y académica de la Facultad de Ciencias, afirmó que “la contaminación atmosférica se ha convertido en un problema en la región del Biobío, especialmente a nivel intradomiciliario, con presencia de material particulado fino menor a 2,5 micrones (MP 2.5), que se genera principalmente de la combustión de leña húmeda a nivel domiciliario y se asocia a enfermedades respiratorias, e incluso al cáncer. Una forma de tener más eficiencia energética con menores emisiones de contaminantes es con el uso de pellet. Las cifras lo dejan claro: la estufa a pellets tiene una eficiencia superior al 90%, por otra parte, la combustión de leña húmeda es cercana a un 50%; además, la disminución del material particulado 2.5 es drástica al hacer recambio de leña a pellets”.