El pudú es uno de los tres ciertos nativos y el más pequeño que se encuentra presente en el país. Su presencia se distribuye desde la Región del Maule hasta la Región de Aysén y se puede encontrar tanto en la zona cordillerana y precordillerana de Los Andes, como en algunas zonas de la costa.
Este animal cuyo nombre científico es pudu puda, posee un estado de conservación vulnerable, donde entre sus principales amenazas se encuentran los ataques de perros, atropellos e incendios forestales.
De acuerdo con lo explicado por la directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción (Crfs UdeC), Dra. Paula Aravena , las estadísticas indican que el último año (2023-2024) han ingresado 39 pudúes al recinto, de los cuales 17 (44%) han ingresado por ataques de perros. Muchos no logran sobrevivir (80%).
Como su hábitat natural corresponde a áreas con vegetación nativa o mixta, los bosques son sectores ideales para vivir, sin embargo, también son lugares cada vez más recorridos por perros, por lo que se ven constantemente atacados por sus jaurías.
“La irresponsabilidad en el cuidado de una mascota posee un gran efecto negativo en la fauna silvestre, ya sea por ataques, transmisión de enfermedades, desplazamiento de la fauna local”, explicó la Dra. Aravena.
Además, agregó: “Es importante recalcar la ley 21020 sobre tenencia responsable de mascotas y animales de compañía; indica el deber de cada dueño/a de mantener a su mascota en el domicilio o lugar de residencia, mantener un adecuado control sanitario y prohibición del abandono”.
Los ataques sufridos por los pudúes no solo se producen por perros asilvestrados, sino que también por los domésticos con vida semi libre. En este sentido, la experta indicó: “Aquí lo más importante es la tenencia responsable. Hay toda una campaña de ‘adopta no compres’ (perros y/o gatos) para que las personas adopten a los que viven en las calles, lo que es muy bueno en términos generales. Sin embargo, esta campaña es insuficiente”.
“Creo que es primordial que quien adquiera una mascota, ya sea adoptado, regalado, encontrado o comprado, se haga responsable de todos los efectos de su mascota, desde cuando está sano hasta cuando está enfermo, cuando los sacamos a pasear y debemos recoger sus heces, y también hacernos responsables cuando nuestras mascotas salen de la casa a hacer desmanes a la fauna. Por esto, es necesario que evitemos que los perros deambulen libres generando problemas tanto de salud pública, como el ataque y muerte a la fauna silvestre, eso es lo fundamental”, agregó Aravena.
Además, recordó la importancia que tiene mantenerlos con las vacunas y desparasitaciones al día y a las hembras y los machos esterilizados, “para evitar que siga creciendo la población de perros y gatos en las calles”, puntualizó.