En tanto, en lo que va corrido de este 2024 se contabilizan 44 fiscalizaciones, ninguna derivada al tribunal. Con nueva normativa, seremi tendrá potestad para aplicar sanciones.
El seremi de Salud, Eduardo Barra, detalló que la tasa de incidencia de cáncer en Biobío contabiliza 333,1 hombres afectados por cada 100 mil personas, y en mujeres la cifra alcanza las 269,4 por cada 100 mil, lo que posiciona a Biobío en el séptimo y noveno lugar a nivel país.
De ahí la importancia de la fiscalización que realiza la autoridad sanitaria para constatar, según explicó Claudia Fritz, jefa (s) de la Unidad de Seguridad Alimentaria, que la comunidad no fume en lugares cerrados, que sean accesibles al público o de uso colectivo, en espacios cubiertos por un techo adosado a una o más paredes, terrazas que no estén al aire libre o tengan el techo apegado a un muro, recintos deportivos, estadios o gimnasios.
Dicha fiscalización, que también alcanza a bares, pubs, discotecas, casinos de juego, hoteles, centros comerciales, taxis, colectivos o buses, centros educacionales y de salud, dio como resultado un total de 101 fiscalizaciones durante 2023, que derivaron en 2 citaciones al Juzgado de Policía Local, organismo encargado de determinar la sanción, que puede variar entre 3 y 5 UTM.
En tanto, en lo que va corrido de este 2024 se contabilizan 44 fiscalizaciones, ninguna derivada al tribunal.
Actualmente, manifestó Fritz, la Ley de Tabaco 19.419 determina que la Seremi de Salud debe ser el organismo encargado sólo de fiscalizar el consumo de tabaco, pero que los Juzgados de Policía Local deben sancionar a quienes incumplan la norma.
Sin embargo, con la nueva normativa (21.642) ya publicada en el Diario Oficial, y que debe regir en los próximos 7 meses, se espera sea la Seremi de Salud quien realice todo el proceso, es decir, que fiscalice, realice sumarios y sancione a quienes infrinjan la norma.
“Esto (realizar sumarios), probablemente, nos permitirá ser un poco más punitivos en este aspecto, pero nos parece necesario para seguir abordando la reducción del hábito tabáquico”, dijo el seremi.
Además, detalló Fritz, la modificada normativa prohibirá la venta de cigarrillos electrónicos o similares, ya sea con o sin nicotina a menores de edad.
Cabe destacar que el Instituto de Salud Pública catalogó como nocivos para la salud a los cigarrillos electrónicos, pues comprometen la microbiota oral, favorecen la aparición de caries, periodontitis e, incluso, pérdida de dientes.
Asimismo, el organismo determinó que pueden generar un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares con manifestaciones en el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, ritmo cardíaco irregular, problemas vasculares y la posibilidad de formación de coágulos sanguíneos.
Según la Encuesta Nacional de Salud, el 32,5% de la población consume habitualmente cigarrillos, adicción que en Biobío compromete al 28,2% de los habitantes.
Si bien, según explicó el seremi de Salud, Eduardo Barra, el consumo de tabaco disminuyó en 4,1 puntos porcentuales al comparar los resultados del último sondeo con los obtenidos en 2010 en que el 32,2% reconocía la adicción, la tarea debe continuar, pues existe un alto riesgo de verse afectado por una serie de enfermedades y, por supuesto, el cáncer pulmonar.
Bayron Martínez, director de Senda, destacó que desde 1994 hasta 2022 los resultados de los estudios de la población escolar y de la población general muestran una baja considerable en el consumo de tabaco, de 18% en el primer segmento y de 1,8% en el segundo, situación que la atribuye a las políticas de restricción de consumo, educación y efectos nocivos en la carga de enfermedades y muertes de los chilenos a propósito del consumo de tabaco.