Con el mayor uso de calefacción ante bajas temperaturas, aumenta el riesgo de incendios al interior de viviendas, por lo que prevencionistas de riesgos y brigadistas vecinales llaman al correcto uso de estufas.
Desde brigadas vecinales de emergencias y expertos recomiendan extremar precauciones ante el uso de fuentes de calor al interior de los hogares, a propósito de las bajas temperaturas, que incluso han impulsado en la Provincia de Biobío la activación del Código Azul para las personas en situación de calle.
Lo principal es dar a los aparatos que se utilizan como calefacción una correcta mantención, según Alejandro Valdebenito, presidente Nacional del Colegio de Expertos en Prevención de Riesgos de Chile. Las estufas de combustión lenta acumulan residuos, cenizas, hollines que son de fácil inflamación, detalló.
“Gran parte de los incendios que tenemos en los hogares en la época de invierno se debe a inflamación de tubos o de cañones”, indicó y señaló que la limpieza correcta es cada seis meses cuando se usa madera seca, es decir, madera certificada. El experto agregó que el uso de bencina, parafina o cera para iniciar el fuego en las estufas de combustión lenta, no es recomendable ya que puede acarrear complicaciones.
En el caso de las estufas a parafina se recomienda encenderlas fuera de la casa, utilizar parafina comprada en lugares autorizados para aquello, al respecto Valdebenito, comentó que “hemos detectado que en algunas regiones que se están vendiendo parafina en hogares (particulares), en tambores, y eso no está permitido por la legislación nacional”. Y finalmente, aseguró que las estufas a parafina también requiere un mantenimiento, que puede ser de sus sistema láser, la termofusión o de la mecha.
“Sobre el uso de pellet al interior de nuestros hogares, en reemplazo a la combustión lenta, no podemos olvidar que también necesitan mantenimiento. Que se revisen constantemente los paneles, las resistencias, y que se limite el acumulador de cenizas. Las estufas a pellet igual emiten cenizas en una menor cantidad, pero esas cenizas que se acumulan también pueden ser incineradas y también pueden producir complicaciones”, estableció Alejandro Valdebenito.
En cuanto a la posibilidad de instalar detectores de humos en los hogares, el presidente Nacional del Colegio de Expertos en Prevención de Riesgos de Chile, detalló que “le hemos planteado en diferentes instancias, tanto en las Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados, que se incorpore esa estructura preventiva”.
El argumento es que evita propagaciones que pueden resultar desastrosas y que los precios de estos aparatos no encarecería la construcción de viviendas en gran medida. “Un detector de incendio lo podemos encontrar en tiendas especializadas que van a variar desde los 35.000 pesos hasta los 100.000 pesos, dependiendo de la calidad. Pero para un hogar, un instrumento detector de humo de incendio, podemos encontrarlo entre 35.000 y 25.000 pesos”, comentó.
Referente a los aparatos eléctricos, Felipe Monares, experto en prevención de riesgos, señaló que en primer lugar es importante tener conocimiento completo de todos los dispositivos eléctricos presentes en el hogar. “Su correcto mantenimiento, su funcionamiento, asegurarse de que los enchufes estén en buenas condiciones”, explicó.
En cuánto al uso de alargadores o zapatillas para conectar a la electricidad una estufa, manifestó que “utilizar alargador obliga a crear una extensión que puede averiarse con el tiempo. El transitar por sobre ella, el pasar cualquier objeto por encima de ella, involucra cierto desgaste en la instalación, por lo tanto los cables se empiezan a pelar finalmente y el aislamiento se empieza a afectar y de esa manera creamos condiciones de riesgo y futuros precursores de accidentes”.
Por lo anterior, Monares, estableció que las estufas eléctricas siempre es más recomendable instalarlas directamente al sistema de alimentación.
“Contar con sistemas de detección y alarmas adecuados, detectores de humo, alarmas de incendio. Estos dispositivos nos proporcionan advertencia temprana en caso de amago de incendio y permite una evacuación segura, y solicitar ayuda a los organismos competentes de forma inmediata”, definió y agregó que otra medida de control o prevención es el establecer la educación necesaria en el hogar para tomar conciencia de los riesgos que existen.
“Enseñar a los miembros de la familia, es fundamental. Nuestra casa es lo que consideramos el lugar más seguro, pero no está ajeno a situaciones de riesgo que pueden poner en juego la integridad de sus habitantes”, indicó Felipe Monares.
“El martes se promulgó en el Diario Oficial la nueva política de seguridad y salud en el trabajo. Si bien se apega al mundo laboral, no escapa de medidas que hay que adoptar incluso en nuestros hogares”, comentó y agregó que iniciativas como las entrega de extintores a Juntas de Vecinos por parte de concursos municipales, son perfectamente imitables.
El sector de la Agüita de la Perdiz cuentan con una organización vecinal frente a las emergencias. Desde 2015 opera la brigada vecinal, hoy con 14 miembros, que iniciaron sus labores a raíz de un lamentable hecho en el que dos niños fallecieron en medio de un incendio.
Rodrigo Álvarez, integrante de la Brigada de Emergencias de la Agüita de la Perdiz, comentó que uno de los problemas que tienen es que las casas son en su mayoría de material ligero y el difícil acceso para Bomberos. Hace años atrás tenían de 3 a 4 incendios de viviendas por año, pero en el último tiempo han logrado bajarlos mucho, el último siniestro de casa fue el año 2022. “Y es porque la misma comunidad ha tomado conciencia y ha mejorado sus sistemas de calefacción, la limpieza de chimeneas, el tener cuidado con las cosas que están cerca de las estufas, revisar los cañones”, dijo.
Además, la brigada en su página de Facebook generalmente sube contenido sobre prevención. “También tenemos un grupo de Whatsapp donde se han ido agregando los vecinos que quieren participar donde también entregamos información”, comentó Álvarez.
Para emergencias menores, normalmente llegan personas de la brigada antes que Bomberos. “Porque claramente hay un tiempo de respuesta, como nosotros estamos en la población es mucho más rápido”, indicó.
Dentro de los 14 voluntarios de esta brigada hay dos personas que ahora son bomberos, ex miembros de la Conaf y algunos que pertenecen a la Cruz Roja. Este grupo es un ejemplo de organización vecinal. “He conversado con autoridades y ellos han señalado que es un ejemplo de cómo debería organizarse la población. Porque cuando uno tiene accesos difíciles, y tiene una brigada de emergencia funcionando en su sector, hay muchas cosas que se alcanzan a solucionar antes”, detalló Rodrigo Álvarez.