Autoridades y organizaciones ambientales enfrentan un revés judicial al ver rechazada la solicitud para ampliar la zona protegida del cuerpo de agua en Paicaví-Tucapel Bajo. Mientras privados se interesan por construir en el sector, expertos recomiendan no edificar debido al inminente riesgo para las personas y la biodiversidad.
Por Montserrat Serra Cárdenas
Hace un tiempo se presentó una reclamación por parte del Comité de Defensa del Humedal Paicaví ante el Tercer Tribunal Ambiental. Dicha acción tenía como objetivo expandir la cantidad de hectáreas protegidas del ecosistema y así evitar amenazas.
Sin embargo, se dio a conocer que la petición fue rechazada. Algunas de las razones es la falta de antecedentes y procedimientos respecto a la solicitud que ingresó dicho comité.
Es por ello que, autoridades y organizaciones ambientales están trabajando para reanalizar los métodos y proteger más hectáreas del humedal cuanto antes, ya que empresas inmobiliarias estarían interesadas en construir sobre este terreno.
Recordemos que una parte de este cuerpo de agua fue declarada humedal urbano por parte del ministerio de Medio Ambiente en mayo de 2023.
Desde la Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad de Concepción especificaron que, al haber fallos administrativos en el reclamo, el único organismo que puede apelar a reingresarlo es la Seremi de Medio Ambiente.
Es por ello que el propio seremi, Pablo Pinto, señaló que el rechazo de la petición “fue por falta de antecedentes con respecto a la solicitud que hizo la organización ambiental”.
Ellos como entidad ambiental se unieron a la solicitud que hizo la casa edilicia de Concepción, en un inicio para declarar el polígono en cuestión e indicó que se analizaron todos los criterios de sustentabilidad y función ecológica.
“Sin embargo, el Tribunal Ambiental rechaza la ampliación de este espacio a las hectáreas que estaban señalando la agrupación ambientalista”, dijo el seremi.
“Hemos estado en reuniones con los equipos técnicos, administrativos y jurídicos del ministerio para hacer los análisis. Es importante recalcar que se rechaza la solicitud debido a la no incorporación de la empresa”, comentó el seremi sobre los espacios de acción que quedan.
Esto quiere decir que el principal cuestionamiento es sobre cómo se llevó a cabo el procedimiento. En ninguna parte se pone en duda si el espacio es humedal o no.
Pinto expresó que se puede iniciar un nuevo proceso de declaratoria considerando los antecedentes que señala el tribunal, situación que ya se está analizando con los equipos correspondientes.
Respecto al proyecto inmobiliario, el seremi manifestó que es importante aclarar que cualquier iniciativa que pretenda buscar los permisos de construcción siempre deberá primero hacer las consultas de pertinencia correspondientes.
“Tienen que someterse a lo que es nuestra institucionalidad ambiental, donde se plantea el sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)”, explicó.
Además, comentó que pronto deberían tener noticias sobre la posibilidad de poder avanzar administrativamente en responder al fallo y seguir protegiendo estos espacios.
“Para nosotros como seremi es prioritario cuidar los ecosistemas acuáticos de las zonas urbanas y así mantener la biodiversidad, proteger el agua y otras determinantes”, finalizó la autoridad.
Frente a esta situación, Camilo Lorenzetti, quien es partícipe de la organización, comentó que la decisión por parte del Tribunal Ambiental significa “un retroceso en materia de protección ambiental para este ecosistema”.
Explicó que, el Humedal Paicaví es uno de los pocos cuerpos de agua que va quedando en el área céntrica de Concepción, por lo cual es de vital importancia expandir cada vez más los perímetros de protección ante la ley.
Ante el tribunal se presentaron dos partes. Una de ellas es la reclamación para agrandar la zona protegida del humedal por parte del Comité de Defensa del Humedal Paicaví.
Por otra parte, están las empresas que reclaman que dichos terrenos no corresponden al ecosistema y que no han sido invitados a participar en los procesos de perimetraje y análisis geológico.
“La ampliación en la protección provocó muchas expectativas e ilusiones, pero las reclamaciones por parte de las empresas fueron acogidas por el tribunal, anulando el documento que presentamos y desprotegiendo el área”, dijo.
Lorenzetti explicó que la petición se rechazó, porque según el Tribunal Ambiental las empresas están en lo correcto. Al ser partes interesadas en el procedimiento, se determinó que debieron ser consideradas y notificadas de las visitas a terreno.
De esta forma los privados podrían haber ido con sus técnicos a las jornadas de delimitación y caracterización del territorio.
“Se anula la expansión incluso antes de ver el polígono en sí o las mediciones de cada una de las partes. Se asume que hay un error al no haber invitado a las empresas, pero basta con eso para que se invalide la reclamación”, criticó.
Y es que para quienes tienen un vínculo con el cuerpo de agua esta noticia es una regresión en el proceso. Además, es preocupante, ya que la inmobiliaria Credyhogar se encuentra interesada en desarrollar un proyecto en ese sector.
En esa misma línea, el plan cuenta con la construcción de 90 estacionamientos y 180 viviendas sociales al borde de la calle Aníbal Pinto. Esto es posible, porque los terrenos aún figuran como “Zona de Expansión Habitacional” en el Plan Regulador Comunal.
Si bien, hace un tiempo, la directora de la Dirección de Medio Ambiente del municipio penquista explicó que este anteproyecto fue rechazado, las organizaciones temen que este vuelva a ser reingresado, ya que el plan regulador lo permite.
“Es importante expandir cada vez más los perímetros de protección en las zonas naturales, sobre todo en los humedales”, analizó Lorenzetti. Aclaró que éstos son reservas importantes de la biodiversidad, además de ayudar a combatir el cambio climático.
Como comité de defensa, están a la espera de que las autoridades con capacidades ambientales inicien un nuevo proceso de declaratoria o se congelen los permisos de edificación.
Ahora mismo, lo que más acompleja a las organizaciones ambientales y a todos los involucrados en el proceso es la posible autorización de la construcción del proyecto por parte de Credyhogar.
Ricardo Figueroa, académico de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción (UdeC) e investigador del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CHRIAM), explicó qué pasaría si se realiza la edificación.
“Si se lleva a cabo la construcción de un proyecto inmobiliario, se alterará por completo la funcionalidad del humedal que es retener agua y evitar que se inunden las casas construidas sobre el mismo ecosistema en este momento”, aclaró.
Y es que se transformaría en una situación bastante complicada. Si bien es obvio el impacto ambiental negativo que tendría, no hay nada más relevante que la seguridad de las personas que habitarían las construcciones.
“Usar como justificación la necesidad de una vivienda para personas que lo necesitan y luego construir en una zona donde van a estar sometidos a riesgos es absurdo”, criticó el experto.
Recordemos que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), recomendó no edificar en la zona debido al riesgo de inundación y licuefacción en el suelo.
Desde el punto de vista de la biodiversidad, efectivamente es un lugar que alberga una gran cantidad de especies, pero la mayoría de ellos son animales exóticos haciendo difícil la adaptación de especies nativas.
“No basta solo con proteger. Hay que restaurar las condiciones naturales que deberían tener los humedales para que conserven y aumenten su funcionalidad ecológica, la cual es de beneficio para todas las personas”, señaló Figueroa.