Se ha incrementado de 3 mil 530 a 4 mil 640 las plazas para la Región del Biobío. Además, se planifica llegar al 100% de la cobertura territorial de las 33 comunas del territorio local.
Tal como a nivel nacional, actualmente el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia en la Región del Biobío se encuentra en pleno proceso de transformación de la oferta con la nueva Línea Diagnóstico, por lo que los programas comenzarán a cambiar de modalidad y se están concluyendo en forma paulatina.
El Diagnóstico Clínico Especializado, se trata del primer gran cambio, y se trata de un espacio de evaluación por el que deberán pasar todos los niños, niñas y adolescentes (NNA) que ingresen a la red de protección del Servicio, permitiendo una evaluación más minuciosa, integral y personalizada de cada caso.
Desde el Servicio, establecieron que su instalación ha permitido ampliar la cobertura territorial y atenciones para mayor número de niños, niñas y adolescentes.
De esta forma se están cerrando programas que han sido de gran utilidad para la ciudadanía, pero tal como se ha analizado constantemente, por ejemplo, en la Mesa Regional de la Niñez hacía falta la ampliación de la oferta.
Una de las líneas de intervenciones, es la Ambulatoria de Reparación en la Región y se encuentra en proceso progresivo de instalación, la oferta nueva reemplazará a la antigua del Sename. Es así como se proyecta para la Región un total de 58 proyectos, de los cuales se ha iniciado implementación de 21, desde diciembre de 2023, constituyendo un 35% del total proyectado para la Región.
“Considera un crecimiento de un 23% de plazas (cupos) de atención para NNA y Familias, se ha incrementado de 3 mil 530 a 4 mil 640 plazas para la Región; además, la expansión de su cobertura territorial y focalización con alcance al 100% de las comunas de la Región cuando se logre el total de proyectos a implementar”, indicó la directora Regional Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, Andrea Saldaña.
Un ejemplo de los programas que pasarán por transformaciones, principalmente en atención a aumentar sus coberturas y a complementar mejor su atención, será el Programa de Prevención Focalizada (PPF), describió la directora Regional Servicio.
Dentro de los cuales está el caso específico de “Umbral Barrio Norte”, que es administrado por Corporación CATIM y subvencionado por el Servicio de Protección especializada desde el año 2016.
“En sus 8 años de vida, ha atendido a más de 600 familias, donde al presente (marzo 2024) atiende a 137; todas, vinculadas a temáticas de vulneración de derechos a niños, niñas y adolescentes, situaciones de mediana y baja complejidad, que requieren del fortalecimiento de las competencias de padres, madres o cuidadores”, detalló la directora.
El objetivo del programa en general y específicamente en Barrio Norte donde el director es Freddy Venegas, quien explicó que “es atender situaciones de vulneraciones de derechos, reforzando principalmente las competencias parentales de adultos quienes son cuidadores principales a lo largo de la comuna de Concepción, e incluso con algunos casos en la comuna de Florida”.
Durante la historia de este programa, las familias egresan con una mejora sustantiva de sus competencias de cuidado y protección y, por ende, los niños, niñas y adolescentes mejoran sus condiciones de bienestar, sobre todo protección de sus derechos.
En cuanto a lo que se considera un caso exitoso, Venegas, detalló que “los casos en donde las familias, principalmente adulto y adultas, logran comprender y empatizar realmente con las necesidades y cuidados necesarios de sus hijos, de la mano de comprender el rol de garante de derechos que les corresponde, tanto a nivel afectivo como incluso jurídico”.
A través del programa Umbral Barrio Norte, busca ampliar el horizonte de las familias a través de la cultura. “Donde el acceso a la literatura permite, como responsabilidad incluso ética, otorgar a niños y niñas junto a sus familias en general, una visión del mundo ligada al buen trato y al cuidado de nuestros entornos, mejorando cada día más nuestro bienestar”, indicó Freddy Venegas.
Este programa será reemplazado por el nuevo Programa de Acompañamiento Familiar Territorial. “Se trata de un modelo más integral con una mirada más global que llega a reemplazar al antiguo Programa Prevención Focalizada del Sename. Atiende a niños, niñas y adolescentes y a su conjunto familiar, buscando fortalecer y desarrollar habilidades parentales y de crianza que permitan interrumpir vulneraciones”, señaló la directora del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia.
“Antes de entrar al programa, iba con desconfianza, con culpa , pensando que sólo era yo y mi hija con casos delicados. Pero con el tiempo me di cuenta que no. Ahora me doy cuenta que debo tener más confianza, mi hija igual y eso lo refleja cada día. Aprendí que sí, un programa te puede ayudar, y que hay personas que sin conocerte, ayudan”, detalló una de las madres que pasó por este programa.
Comentó también que “aprendí a comprenderme a mí misma, a ver la importancia que tengo como mamá. A que no siempre debo ser la héroe y a valorar mi rol como mamá. También a comprender más a mi hija, saber escucharla, y a estar para contenerla”.
Con talleres, les enseñaron técnicas o herramientas como enfrentar los problemas por los cuales llegaron al programa, describió esta mujer beneficiaria del programa de Umbral Barrio Norte. “Tenemos actividades donde un equipo nos acoge y apoya siempre, de 18 septiembre, de Navidad, donde se dan momentos gratos y cordiales entre los papás y equipo”, detalló.
Katherine Villegas, también es usuaria de un PPF, en este caso de Divino Niño Jesús de Fundación Ciudad del Niño Ricardo Espinosa de Chiguayante. Comentó que asistir ahí le sirvió para darse cuenta que existen redes de apoyo. “Nadie nace sabiendo ser madre, que todos los días uno puede ir creciendo, aprendiendo, tomando las herramientas que te da la experiencia, que te dan los profesionales”, expresó.
“Nos enseñaban a como expresar cariño de tantas formas, porque no es sólo abrazar, también es entender, escuchar, es estar con ellos, saber guardar silencio, cuando se sienten sólos, saber conocer sus caritas, y saber si están contentos”, dijo.
Con tres hijos, Katherine aprendió a diferenciar sus personalidades. “Empecé de a poquito. Un día salí a caminar, hasta para comprar el pan en compañía de ellos, disfrutando en la plaza y hablando (…) me cuesta menos entender sus procesos”, contó.