Municipios sostenedores de establecimientos, y que este año ya han sufrido por actos delictivos, solicitan que exista una forma de actuar más directa hacia la implementación de resguardo y vigilancia en los colegios. El Ministerio de Educación cuenta con fondos para mejoramiento de infraestructura, pero aseguran que hace falta la especificidad en la protección de los recursos al interior de colegios.
Distintas municipalidades y el Slep Andalién Sur, ya han registrado primeros robos de implementos para uso escolar al interior de sus establecimientos. Situación que para ellos levanta la necesidad de parte de los municipios, como sostenedores afectados, de contar con una glosa de financiamiento especial destinada a la protección de los recintos.
En Los Ángeles , se produjo un robo en enero, donde sustrajeron computadores y microscopios, entre otros equipos que contribuyen a la educación de los niños de la Escuela Básica La Capilla G-895. Sobre eso, el alcalde Esteban Krause, señaló que “los sistemas comunales de educación estamos pasando por una estrechez económica muy importante y en ese sentido cada vez que se nos presenta una situación coyuntural que no estaba considerada dentro de los presupuestos habituales, se nos hace tremendamente complicado poder abordarla”.
“En esta línea de la seguridad, que es una cosa nueva para nosotros, obviamente se nos dificulta y llegamos tarde con algunas medidas. Acá en Los Ángeles hemos sufrido una importante pérdida de recursos, equipos, materiales, por efecto de robos”, afirmó Krause.
En la capital de la Provincia de Biobío hay 46 establecimientos de Educación Básica y Media, más 14 establecimientos administrados con recursos de la Junji, destacó el alcalde y estableció que “muchos de estos establecimientos están en lugares donde hay delincuencia, y creo que sería interesante que pudiera el Ministerio de Educación tener una glosa que pudiéramos usar a efecto de generar las condiciones de seguridad”.
Para el jefe comunal, no basta tener rejas, alarmas, sino que en muchos establecimientos, es necesario tener guardias. Además, cuando sufren la sustracción de equipos como computadores, es muy difícil recuperarlos, porque los presupuestos no consideran eso.
“Desde esa perspectiva, nos haría muy bien que el Ministerio de Educación pudiera considerar dentro de sus líneas presupuestarias, en particular, una línea respecto al tema de delincuencia y protección de los bienes”, analizó Esteban Krause.
En el caso de Coronel, el alcalde Boris Chamorro, indicó que tienen contabilizados cerca de nueve establecimientos con algún tipo de daño, con un monto superior a los $20 millones. “Pero que de igual manera nos llama a la preocupación y que nos insta a seguir desarrollando planes para el cuidado de la infraestructura escolar”, afirmó.
“Sería una buena línea, que por parte del Ministerio de Educación exista alguna orientación respecto a los hechos delictivos que están ocurriendo en los establecimientos educacionales”, indicó el alcalde Chamorro.
Desde el Servicio Local de Educación Pública Andalién Sur, cuyo territorio es Hualqui, Chiguayante, Florida, Concepción, el director Ejecutivo Gonzalo Araneda, detalló que “con respecto a los robos que lamentablemente sufrimos durante 2023, podemos mencionar que fueron 36 en el territorio, considerando las cuatro comunas. “En lo que va del 2024, hemos sufrido cuatro”.
En el caso de Slep, las inversiones necesarias en materia de seguridad, que realizan se hacen a través del financiamiento que se obtiene de la Subvención Escolar. “Desde ahí obtenemos los recursos para resguardar a nuestras comunidades educativas”, afirmó Araneda.
Cabe mencionar que durante el año 2023 el Colegio Bío Bío de Concepción sufrió cerca de 7 robos, sobre lo que el director ejecutivo del Slep, indicó que “no se han reportado robos y tampoco intentos de robo durante 2024 en el establecimiento. Hemos presentado querellas por el caso de los robos en el Colegio y tenemos entendido que personas que eventualmente serían responsables, estarían detenidas en la ciudad de Santiago”.
Isidoro Valenzuela M.
Las formas que tiene el Ministerio de Educación para asignar recursos a los establecimientos y estos puedan llevar a cabo mejoras en su infraestructura, son dos: el Fondo de Apoyo a la Educación Pública (Faep) y la Subvención Escolar, según la información proporcionada desde la Seremi de Educación.
Por un lado, el Fondo de Apoyo a la Educación Pública (Faep) estipula inversión en: mejoramiento de habilidades y capacidades de gestión para la Educación Municipal; inversión de recursos pedagógicos, innovaciones pedagógicas y de apoyo a los estudiantes; administración y normalización de los establecimientos (máximo 30% del plan); mantención, conservación, mejoramiento y regularización de inmuebles e infraestructura; mejoramiento, actualización y renovación de equipamiento y mobiliario; transporte escolar y servicios de apoyo; participación de la comunidad educativa; y, saneamiento financiero, según se describe en la página web del Ministerio.
En el ítem que trata de infraestructura es posible situar las medidas preventivas y de protección de los establecimiento, así lo hacen en algunos casos, pero no existe una glosa especialmente destinada a aquello.
Por otro lado, la subvención escolar consiste en la entrega de recursos de origen fiscal, vía transferencia, para crear, mantener y ampliar establecimientos educacionales cuya estructura, personal docente, recursos materiales, medios de enseñanza y demás elementos propios que proporcionen un adecuado ambiente educativo y cultural. De estos recursos, por ejemplo, el Slep Andalién Sur ha invertido en seguridad.
En tanto, Jorge Barriga, presidente del Colegio de Profesores Regional Biobío, contó que “el año pasado, recuerdo un liceo de Penco que lo habían robado durante un fin de semana largo, lo habían desmantelado prácticamente. Este año, colegas me reportaron que en Tirúa también entraron a robar por tercera vez en un corto plazo”.
“El Ministerio de Educación está al debe, porque no hay recursos destinados para esto. Simplemente las municipalidades, con los fondos que el Faep, intentan hacer lo mejor posible”, dijo.
“Si tuviésemos la posibilidad de recuperar lo que roban, adquiriendo nuevos computadores, no sería tanto tema. Pero nos roban computadores, nos roban datas, y por lo tanto la educación pública cuesta muchísimo comprar y eso afecta directamente a nuestros estudiantes”, afirmó Barriga.