Mantener espacios de conversación para reconocer cambios y tomar acción inmediata, pero en acuerdo con el niño. En los colegios es vital un ambiente de respeto y tolerancia como parte del proyecto educativo.
Iniciado el calendario escolar 2024, vuelven a surgir temas como la convivencia al interior de los establecimientos escolares. Vale recordar que la comuna de Concepción tuvo 85 denuncias por maltrato entre estudiantes en 2023, siendo una de las 10 a nivel país con más número de este tipo de quejas en la Superintendencia de Educación.
Especialistas en salud mental explican algunas de las formas de identificar a un niño, niña o adolescente que esté atravesando por esta situación y cómo abordarlo. Mientras que un experto en convivencia escolar, detalló de qué manera se previene al interior de los colegios.
El psiquiatra, docente del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad de Concepción, Sergio Cabrera, estableció que “el maltrato escolar o bullying, no es normal. Puede dejar graves consecuencias psicológicas, consecuencias gravísimas como depresión, incluso intentos de suicidio”.
Los signos son variables y poco específicos, pero de los que más se encuentran son: irritabilidad, tristeza, aislamiento. Síntomas somáticos como dolor abdominal especialmente los días que hay clases.
En tanto, Marcela Mora, jefa de carrera de Psicología UCSC, estableció que los cambios de conductas se deben observar con atención, ya que los signos pueden ser muy variados, pero la irritabilidad, aislamiento, manifestaciones directas de no querer asistir al colegio y somatizaciones son frecuentes, como el malestar emocional, dolor de estómago, náuseas.
“Es muy relevante intentar escuchar con calma en una primera instancia. Tratar de no reaccionar de forma emocionalmente fuerte, como cuestionar al niño o niña por no haber hablado antes o intentar restarle importancia”, indicó Mora.
La psicóloga estableció que la sobre reacción tampoco es aconsejable. “Que el tutor manifieste que generará una situación de confrontación en el establecimiento educacional”, dijo y agregó que se debe tener presente que en la etapa de escolaridad los niños y jóvenes están aún en proceso de configurar su personalidad, por lo que pueden verse afectados en mayor o menor medida dependiendo de sus características personales.
“En los procesos a seguir y comunicar abiertamente las decisiones que van tomando los tutores o padres”, señaló Marcela Mora y añadió que debe existir un abordaje inmediato de lo sucedido, nunca se debe subestimar las consecuencias que puede traer una situación como esta.
“Los niños y jóvenes muchas veces necesitan de un externo especialista en el tema. Ya que en la adolescencia, los jóvenes se vuelven menos comunicativos con sus padres, por lo que pueden ocultar información por temor a la reacción que puedan tener”, especificó la jefa de carrera de Psicología UCSC.
Es importante también que los padres aunque tengan horarios extensos de trabajo, mantengan un espacio para compartir todos los integrantes de la familia, generando momentos de conversación diaria.
Desde la opinión de Marcela Mora, en algunos establecimientos escolares falta que, desde las autoridades, los mensajes se transmitan de forma clara y se muestre respaldo hacia los distintos integrantes de la comunidad educativa cuando éstos quieran denunciar. Así como también es muy importante que la comunidad educativa cuente con espacios destinados a trabajar aspectos vinculados al autoconocimiento, valores, motivación por el trabajo y compromiso con la labor.
La utilidad de un protocolo radica en que sea claro, conocido por todos y seguido de la misma forma en cada caso de denuncia
Desde el Colegio Concepción de la Coemco, Dino Palavecino, psicólogo encargado de Convivencia Escolar, relató algunas de las acciones que han tomado para prevenir el bullying que ha dado mejores resultados. Lo que han hecho es promover entre todos los miembros de la comunidad educativa modos de relacionarse basados en el respeto mutuo y la tolerancia, entiendo que la convivencia es responsabilidad de todos y todas.
“A través de actividades frecuentes, realizando intervenciones adaptadas a cada grupo etario (charlas, funciones de títeres) desde el nivel de Medio Mayor hasta 4° Medio, compartir información respecto del fenómeno bullying, particularmente sus consecuencias”, indicó Palavecino.
Es necesario, planteó, contar con un Reglamento de Convivencia Escolar en que se aborde también esta temática que sea conocido por toda la comunidad educativa. Y ceñirse estrictamente a lo que este protocolo señala. “Los procedimientos que esta denuncia desencadena, los responsables de cada etapa del proceso, los plazos para dar respuesta a lo denunciado, las acciones formativas, las acciones disciplinarias”, dijo.
Todo el proceso, en el Colegio Concepción, según explicó su encargado de convivencia escolar, se hace respetando los principios del debido y justo proceso, lo que implica escuchar a todos los involucrados.
En cuanto a las recomendaciones que se les hacen a los apoderados como parte de la comunidad educativa, el psicólogo, refirió que “evidentemente entendemos que cada familia tiene sus propios estilos de crianza, sus propios estilos educativos y valores a los que suscriben (…) Lo principal para que aporten a un clima de convivencia pacífico y respetuoso es que adhieran a nuestro Proyecto Educativo Institucional”.
Además se llama a los padres o tutores a mantener una comunicación fluida principalmente a través de la figura del profesor jefe. “Apoyando las medidas que se adopten ya sean formativas, disciplinarias, manteniendo un discurso público y privado respetuoso, tolerante con los miembros de la comunidad educativa”, expuso.
Desde el punto de vista de los apoderados, Josselyn Toledo, presidenta Centro de Apoderados del Colegio Bicentenario República de Brasil, comentó que en general lo que se requiere son normas claras, consecuencias justas para quienes ejerzan bullying. “Fomentar la comunicación abierta y la denuncia de casos de bullying por parte de los estudiantes, para que se puedan identificar y abordar de manera oportuna”, dijo.
Como sugerencia, Toledo planteó la realización de más programas de formación y sensibilización sobre el bullying. “Sobre inteligencia emocional, y las consecuencias que tiene el bullying para que los estudiantes entiendan y empaticen sobre la importancia de respetar a los demás. También, todos los meses, en lo posible, ir trabajando talleres en todos los cursos”, planteó.
“Y que nosotros, como padres y apoderados, no nos olvidemos del compromiso y las responsabilidades que asumimos con la institución escolar. Hay muchos padres y apoderados que se resisten a admitir que sus hijos puedan estar agrediendo o maltratando a otros”, describió Toledo y destacó que es necesario el compromiso de toda la comunidad educativa.
