Ciudad

Dispositivo biodegradable para cirugías: Región del Biobío será pionera en uso de tecnología

En Hospital Regional. El principal beneficio es que los pacientes requieren de menos drenajes y pueden acceder a una mejor calidad de vida. Se han realizado 2 exitosas intervenciones.

Por: Ximena Valenzuela 08 de Marzo 2024
Fotografía: HGGB

A pesar que las cirugías de vesícula son comunes y generalmente tienen buena evolución, existen pacientes que pueden presentar una lesión en la vía biliar, y algunos de ellos con una consecuente estenosis biliar benigna, un estrechamiento de la vía biliar que impide el paso de la bilis desde el hígado hasta el intestino que, de no ser tratada puede generar daño hepático.

Ante dicho panorama, los pacientes ingresan nuevamente a pabellón para que se les instale un drenaje, sonda que queda fuera del cuerpo y que incluye una bolsa para acumular el líquido que se mantiene de 3 a 9 meses en promedio. Dicha situación, según los especialistas, limita en alto grado la calidad de vida de los pacientes, pues les impide realizar actividades cotidianas, puede generar infecciones y, además, requiere cambiarse en promedio cada 3 meses.

Por eso, buscando dar una solución más efectiva y entregar mejor calidad de vida a los pacientes, el Hospital Guillermo Grant Benavente importó desde Alemania stents biodegradables, pequeños tubos de mallas, que incluyen un balón de expansión, que se insertan en la zona de la lesión solucionando la estrechez de la vía biliar. El insumo tiene la particularidad de reabsorberse entre 1 y 3 meses evitando así una nueva operación.

David Clemo, médico radiólogo intervencional del Hospital Regional, que realiza el procedimiento, destacó que el centro hospitalario es pionero en Chile en usar los stents biodegradables. “Hace pocos años se usan en Europa. Los estudios internacionales que se han realizado son bastante auspiciosos, son una alternativa segura y eficaz para tratar la enfermedad en corto plazo”, tanto así que los pacientes son dados de alta en menos de 24 horas.

Beneficios

El procedimiento, que se prolonga entre 30 y 60 minutos, en el que interviene un equipo multidisciplinario que incluye enfermeras, tecnólogo médico, anestesista, auxiliar de anestesia, auxiliar de pabellón y radiólogo intervencionista, entre otros, tiene como principal beneficio “que el paciente se va sin drenaje porque se mantiene abierta la comunicación biliodigestiva, con un calibre adecuado, con buen flujo de bilis, sin necesidad de tener el drenaje externo”.

El facultativo detalló que a los pacientes les mejora, ostensiblemente, la calidad de vida, ya que pueden volver “a casa sin drenaje, sin estar vaciando bolsa, no tienes que hacerte curaciones de la herida. Lo más probable es que no tengas complicaciones como las del drenaje, de infecciones, que no te tengas que volver a hospitalizar (…) los pacientes vuelven al hospital 2 ó 3 veces cuando tienen drenaje, su condición no es buena y pueden estar entre 6 y 9 meses con una bolsa”, manifestó.

Hasta el momento en el centro hospitalario se han realizado 2 intervenciones, una en un paciente de 20 años y otra en uno de 50, ambos se encuentran en óptimas condiciones y serán controlados, a través de una resonancia magnética, en dos semanas.

Andrés Concha, jefe del área de radiología intervencional del centro hospitalario, aseveró que si bien los stents no son una herramienta barata, pues tienen un costo aproximado de 3 millones de pesos, tienen una serie de ventajas sobre el tratamiento tradición con drenaje tipo manguera, que es más invasivo para el paciente, implican un manejo distinto y controles regulares.

Clemo explicó que si bien el dispositivo tiene un alto valor, hay una mejor relación costo beneficio, pues se evitan días de hospitalización de pacientes con complicaciones, nuevas intervenciones, infecciones y, uso de antibióticos, entre otros, detallando que sólo un cambio de drenaje tiene un valor cercano a los 500 mil pesos.

Concha agregó que, por ahora, los candidatos para usar un stents deben cumplir el requisito de haber hecho al menos una dilatación previa, que no haya surgido efecto, que la patología sea benigna y, además a los pacientes trasplantados de hígado que puedan sufrir alguna estenosis biliar.

Cabe destacar que en los pacientes con patologías malignas se continuarán utilizando drenajes y a veces stents metálicos, indicados para cuidados paliativos.

Se estima que el pool de pacientes en el Regional que han recibido drenajes tradicionales bordea los 50 y otros 15 esperan intervención.

En tanto, según explicó el doctor Clemo, cuentan con “varios pacientes con estenosis que ya hemos drenado, en los que hemos hecho dilataciones y que se vuelven a estrechar. Creemos que anualmente vamos a poder contar con entre 15 y 20 pacientes para ser candidatos al implante de stents biodegradables”.

Clemo destacó que es importante el aporte de la tecnología en la medicina porque se puede mejorar la calidad de vida de las personas. “Nosotros estamos siempre en búsqueda de estos productos innovadores para la mejora de la salud de los pacientes. Si bien pueden ser más caros, la idea es masificar su uso para que bajen los precios y que a la larga sean costo beneficio para el sistema”.

Etiquetas