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Entregan productos culturales realizados por jóvenes de residencias a instituciones del Gran Concepción

Durante febrero La Corporación ha visitado distintas Residencias de Protección e instituciones para entregar el libro “Lecturas Licenciosas” y el disco “Vamos con Fuerza”. Obras que reflejan las visiones de los jóvenes en contexto residenciales sobre el lenguaje, el arte, la cultura y su participación.

Fotografía: Cedida

En un gesto de inclusión y promoción cultural, Catim ha llevado a cabo visitas a diversas Residencias de Protección y otras instituciones para hacer entrega del material desarrollado en el marco del proyecto de investigación del Fondo del Libro.

El libro “Lecturas Licenciosas: Hacia una propuesta de animación lectora para la inclusión” y el disco “Vamos con Fuerza” son el resultado tangible de un trabajo colaborativo entre los jóvenes participantes y los equipos de Catim, bajo el auspicio del Fondo del Libro y la Lectura del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio.

Gloria Sepúlveda Villa, investigadora del proyecto Lecturas Silenciosas señala la importancia de este hito que busca compartir orientaciones entorno a la mediación lectora y cultural en contextos de crisis como una forma de contribuir al acompañamiento de niños, niñas y adolescentes en residencias de protección social. “Es un trabajo a largo plazo que requiere la voluntad de muchas personas, pero cuyos resultados sin duda nos ayudarán a reparar el daño a las infancias y adolescencias vulneradas”, explica.

Copias del libro y del disco fueron recepcionadas por equipos de trabajo en distintas instituciones de la ciudad como la Residencia de Niñas Manuel Rodríguez y Hogar de Niñas María Goretti en Chiguayante; Residencia familiar Chacabuco; Cread Arrullo; Residencia Familiar Castellón, Residencia para Niñas Natividad de María en Concepción; Residencia Maipú en Penco y en Aldeas Infantiles SOS. La Biblioteca Pública de Santa Juana y la Biblioteca Municipal de Concepción también cuentan con ejemplares.

El objetivo de compartir estos productos va más allá de la mera distribución de material cultural. Se busca abrir espacios de diálogo y reflexión, donde las visiones de los jóvenes sobre la cultura puedan ser apreciadas y comprendidas por un público más amplio. Al compartir estas obras, se pretende expandir el conocimiento sobre las realidades y experiencias de los adolescentes en residencias de protección, promoviendo así la empatía y la sensibilización hacia sus desafíos y aspiraciones.

Óscar Vidal Fuentes, coordinador del programa Casas Compartidas Jóvenes y gestor del proyecto Fondo del Libro, destaca la importancia de este tipo de iniciativas en el desarrollo integral de los jóvenes en situación de vulnerabilidad. “Es fundamental ofrecerles espacios donde puedan expresarse y ser escuchados, fomentando así su autoestima y su sentido de pertenencia”, comenta Vidal.

Desde las instituciones receptoras, se ha recibido con entusiasmo el material entregado, reconociendo su valor tanto en términos culturales como en su potencial para inspirar y motivar a otros jóvenes. Esta acción no solo representa la culminación de un proyecto, sino también el inicio de un proceso de transformación y empoderamiento juvenil a través del arte y la cultura.

Esta iniciativa no solo enriquece el panorama cultural de la comunidad, sino que también contribuye a la construcción de una sociedad más inclusiva y solidaria.

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