Bacterias podrían provocar problemas gástricos en adultos mayores y embarazadas. En 2023 el 84% de los controles derivó en sumarios.
“Me ha pasado dos veces que después de comprar helados artesanales en Lota me he sentido mal, con dolor de estómago y vómitos. Vi que el helado goteaba cuando me lo entregaron, pero no pensé que estaba malo”, dijo Juana Robles, vecina penquista.
Lo sucedido a la mujer de 50 años no es menor, aseguró la autoridad sanitaria, pues un helado en mal estado puede provocar una intoxicación alimentaria cuyos síntomas van desde el dolor estomacal, diarrea y compromiso del estado de salud en general, principalmente, en adultos mayores, embarazadas, niños y personas con enfermedades de base.
Por ello, la Seremi de Salud, a través de la Unidad de Seguridad Alimentaria, se encuentra realizando fiscalizaciones aleatorias a heladerías, rubro que en la Región suma 100 locales, de los cuales el 70% está en la provincia de Concepción. La mayoría instaladas en Concepción, Lota, Tomé y Coronel.
“Durante todo 2023 se realizaron 45 controles que derivaron en 38 sumarios sanitarios (…) Ahora en lo que va de 2024 se han efectuado 16 fiscalizaciones que finalizaron en 5 sanciones”, dijo el seremi (s) de Salud, Hugo Rojas, que ayer llegó hasta la Fábrica de Helados Rometsch, donde no encontraron fallas en infraestructura, saneamiento ni almacenamiento de materias primas.
Rojas agregó que un alimento no sólo se puede contaminar desde el punto microbiológico o físico químico, sino también por cuerpos extraños como joyas en sus manos que caigan en el producto por lo que, puntualizó, es ideal que los operadores usen guantes, cofias para que no exista presencia de cabello en un helado, “es como encontrar fecas en los alimentos (…) una persona con gripe también puede contaminar un alimento si no usa protección bucal”.
En el lugar, explicó Lino Alarcón, jefe de la Unidad de Seguridad Alimentaria de la Seremi, los helados son alimentos de alto riesgo por lo que es necesario tomar muestras físico-químicas y microbiológicas, que pueden evidenciar presencia de micro organismos. De confirmarse lo anterior se realizan sumarios en los que se verifica limpieza, mantención de productos y condiciones de elaboración.
Las bacterias más comunes son Aerobios mesófilas, causantes de enfermedades gastrointestinales y relacionados con la temperatura, que, además, pueden multiplicar microorganismos patógenos.
También entre los contaminantes está el staphylococcus aureus que está presente en algunos manipuladores, cuya bacteria está asociada a la intoxicación alimentaria y, además, según Alarcón, se pueden detectar coliformes que expondrían al consumidor a bacterias entéricas. Los resultados del control realizado se tendrán a más tardar el lunes.
De los 301 brotes detectados en 2023 en la Región el 93%, cifra superior a los 144 registrado como mediana entre 2013 y 2022, el tipo de enfermedad fue una intoxicación alimentaria bacteriana.
Paola Paredes, control de calidad de la heladería penquista fiscalizada, aseguró ponen énfasis en que el producto sea de calidad e inocuo.
“Capacitamos al personal en buenas prácticas de manufactura, registro de puntos críticos con pruebas técnicas, que aseguran la temperatura, para evitar producción de microorganismos o contaminación en la línea productiva”.
La seremi (s) de Gobierno, Jacqueline Cárdenas, destacó la importancia de las fiscalizaciones en todos los rubros alimenticios que realiza la Seremi de Salud buscando dar seguridad a la comunidad de que están adquiriendo un producto inocuo que no generará problemas de salud.
Recordó que se debe comprar, no sólo helados, sino cualquier alimento en locales autorizados para cuidar su salud.
Cabe destacar que en 2023 la autoridad sanitaria en el contexto total de rubros alimenticios realizó un total de 2 mil 328 fiscalizaciones que finalizaron en 295 sumarios y, durante este año ya contabiliza 190 inspecciones y 28 investigaciones.