Para 2030: los ansiados detalles de la reconstrucción del emblemático Teatro Enrique Molina

Tras varios años, parece haberse desbloqueado el gran proyecto para el Teatro Enrique Molina. Entre sus características contempla ser un espacio de medio tamaño, con especial atención a la accesibilidad, y una administración entre autoridades y organizaciones culturales.

Daniela Saavedra Hermosilla

El Gobierno Regional del Biobío (GORE) anunció esta semana la aprobación del Plan de Gestión para el Teatro Enrique Molina Garmendia, estructura patrimonial frente al Parque Ecuador, construida a principios del siglo XX y devastada por el terremoto de 1960.
Este hito podría significar un avance definitivo hacia la reconstrucción tras años de esperanzas de la comunidad penquista. Actualmente, el teatro ya es un foco cultural, con espectáculos de títeres en verano y visitas guiadas durante los Días del Patrimonio Cultural de Chile.

El Plan para este emblemático espacio contempla la “recuperación, rehabilitación y restauración” del edificio, en una alianza entre la Municipalidad de Concepción y el GORE, dentro del Programa Puesta en Valor del Patrimonio.

“Este hito representa un compromiso continuo con la preservación y puesta en valor de nuestro patrimonio cultural, destacando la colaboración interinstitucional que ha hecho posible este logro, avanzando cada vez más en su anhelada restauración”, anunció la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Concepción.

El municipio presentó cuatro versiones del Plan de Gestión a lo largo del año 2023, hasta ser aceptado por el GORE, al cumplir con los requisitos establecidos por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBDERE).

Esto abre la posibilidad de financiamiento y la materialización del proyecto, estimado por la Municipalidad para el año 2030. Sin embargo, “podría estar perfectamente antes, si se empieza este año la construcción, se podría terminar el 2027”, señaló el arquitecto encargado, Carlos Inostroza.

Recuperación, rehabilitación y restauración

La elaboración del plan de gestión estuvo a cargo de la Municipalidad junto con la consultora española Transit Projectes, quienes buscaron respetar la historia del teatro mientras se le otorgan nuevas características. “Fue fundamental que la propuesta respondiera a las necesidades de la ciudad, dialogara con las otras infraestructuras, y no replicara las funciones que tenía el teatro en el momento en que fue diseñado”, señaló la firma europea.

Es que el teatro en sus inicios no llevaba ni ese nombre, como lo explicó el Historiador de la Universidad de Concepción, Dr. Armando Cartes: “el llamado Salón de Actos se construyó en el año 35´, era un espacio muy simbólico para un liceo que llegó a tener más de 3 mil estudiantes, también para la ciudad al ser espacio de teatro, de música y de conferencias”.

La autoría del proyecto arquitectónico recae en Carlos Inostroza, quien detalló los aspectos técnicos de la restauración. “El edificio tiene dos estilos: el neoclásico y art deco, ambos se conservan en su estado de ruinas. Ahí se le agrega equipamiento nuevo, totalmente reversible y contemporáneo, como las butacas de primer nivel, camarines, cafetería, la administración, lugares que no tenía porque nunca fue un teatro, era un auditorio, era una sala de clases grande”, explicó.

El respeto al patrimonio original será fundamental en la construcción porque “la técnica moderna de restauración implica que pueda ser reversible cualquier intervención que se haga”, recalcó el historiador. no es cambiar el carácter del edificio sino incorporar cosas que no compitan con el arquitecto original.

Se espera una especial atención al cuidado patrimonial, un ejemplo de esto lo da Transit Projectes. “El teatro considera dentro de su planificación anual el cierre de las instalaciones al público durante dos semanas para realizar la mantención del espacio, también, toda acción de conservación que se realice en el inmueble patrimonial será recogida en un registro de acciones”, destacan.

Anhelada espera

Durante la alcaldía de Jacqueline Van Rysselberghe en 2007, se convocó a un concurso para presentar propuestas de restauración del teatro. El arquitecto Carlos Inostroza fue el ganador con su anteproyecto, y en 2009 se le adjudicó el contrato para llevar a cabo la restauración.

Desde esa fecha que Inostroza tiene una dirección de cómo el teatro debería ser para actuar como un polo urbano de cultura. “Es un teatro de mediana escala, menos de 700-500 personas, que son los que mejor funcionan porque tiene una mayor demanda y por lo tanto una mayor agenda de uso, para ejemplificar, si el Teatro Biobío está a escala regional, este estaría a escala urbana “, explicó.

Desde esa fecha muchas leyes pasaron, además de la norma de accesibilidad universal que debió ser incluida en los planes del teatro. “Hoy va a ser el primer teatro en Chile que al escenario pueda entrar una persona en silla de ruedas directamente sin ayuda, contará con butacas XL y los camarines serán aptos para personas en situación de discapacidad”, subrayó el profesional.

Las características físicas del teatro lo convierten en un potencial emblema de la ciudad. Desde la Municipalidad se espera que la administración del espacio cultural cuente con representantes del ámbito artístico y autoridades regionales, siguiendo el modelo del Teatro Biobío.

La expectativa entre los habitantes de la ciudad es alta, con la esperanza de que los fondos lleguen este año para la pronta inauguración del edificio. “Con esta restauración se empezará a justificar si somos capaces de aportar cultura al principal pulmón verde de la ciudad y si volvemos a esa valoración internacional que llevó a que los estudiantes extranjeros de la UdeC se refiriesen a ella como la “Atenas de América”, finalizó el historiador Dr. Armando Cartes.