La armonía entre lo urbano y lo natural se encuentra en peligro. Humedales como Paicaví y Bayona enfrentan peligros por la falta de cuidado y mantención.
Por Montserrat Serra Cárdenas
Diversos artículos informativos y educativos nos muestran los beneficios que traen los humedales urbanos para el desarrollo de la sociedad en armonía con el entorno.
El Museo de Historia Natural de Concepción reconoció que estos espacios ayudan “desde proporcionar hábitat a la vida silvestre, hasta la regulación de procesos atmosféricos y ciclos geoquímicos”.
Este viernes se conmemora el Día Mundial de los Humedales y estos ecosistemas estratégicos se han visto amenazados por distintas variables, como el crecimiento inmobiliario, y el consumo excesivo e ineficiente del recurso hídrico. Varias de estas amenazas son las que se enfrentan las zonas protegidas del Gran Concepción, algunos declarados Sitio Prioritario de Protección de la Biodiversidad por el Ministerio de Medio Ambiente.
Aun así, vecinos se mostraron preocupados por la gestión que las distintas municipalidades están llevando a cabo para la protección de esos espacios.
El cuerpo de agua en Tucapel bajo está ante la amenaza de un anteproyecto inmobiliario de la empresa Credyhogar, que contempla 180 viviendas sociales y 90 estacionamientos repartidos en una superficie aproximada de 1,2 hectáreas.
Su construcción sería posible, ya que esos terrenos alrededor del humedal aún figuran como “Zona de Expansión Habitacional” debido a que todavía no se han hecho efectivos los cambios de uso del suelo.
Este proceso no ha podido concretarse, porque la declaratoria de humedal urbano fue reclamada ante el Tribunal Ambiental por los privados para anularla.
El Comité de Defensa del Humedal Paicaví también presentó un reclamo, pero para poder ampliar aún más la protección a todo el ecosistema. Con estos antecedentes, se desarrolló una audiencia de alegatos donde después de las exposiciones, el Consejo de Defensa del Estado expuso en representación del Ministerio de Medio Ambiente.
El argumento que dio el organismo es que ninguna de las reclamaciones tenías las razones suficientes para prosperar, ya que la delimitación actual del humedal realizada por el Ministerio no tenía errores ni omisiones.
Por otro lado, el Humedal Bayona en San Pedro de la Paz, poco a poco ha ido perdiendo sus atributos por la poca mantención y preocupación en su limpieza. Silvana Vivallo, integrante del movimiento “Salvemos a Nuestras Lagunas”, comentó que “los humedales lamentablemente están muriendo”.
“Así como está pasando en la Laguna Grande, estos ecosistemas están condenados a convertirse en pantanos si no se toman medidas para su protección”.
“El desagüe de la laguna está tapado, haciendo que el agua no tenga oxígeno, lo cual provoca que mueran las especies”, explicó Silvana.
“En el municipio siempre es la misma respuesta. Dicen que no tienen fondos o que van a buscar soluciones. Creo que sí hay presupuestos, pero falta una mejor gestión”, criticó Vivallo.
“Cuidemos nuestro orgullo sampedrino, nuestras lagunas y humedales. Tenemos un ecosistema privilegiado y debemos protegerlo para dejar un legado”, finalizó la integrante de “Salvemos a Nuestras Lagunas”.
Camilo Lorenzetti, parte del Comité de Defensa del Humedal Paicaví y de la Red de Humedales del Biobío, comentó que sobre la aprobación del anteproyecto inmobiliario.
“Implica una nueva amenaza para el humedal ya que éstos retienen mucho carbono, un tema importante en plena era del calentamiento global”, explicó Camilo.
Expresó que “además, edificar en estos cuerpos de agua significa más degradación del entorno natural en una ciudad cada vez más gris”
A esto se suman las palabras de Jocelin Varela, quien también es parte de la Red de Humedales del Biobío. “Este humedal está sumamente intervenido, entonces sí o sí lo que hagan dentro del polígono protegido o en zonas colindantes tendrá un impacto directo en el ecosistema”, indicó Jocelin.
“Hay quienes dicen que no está dentro del propio humedal, pero ese hábitat necesita tener una zona de resguardo y amortiguación, como las zonas buffer en el monocultivo”, explicó Varela.
Es esencial generar un acuerdo entre los organismos estatales y los particulares, para así generar una metodología en la preservación del lugar. A fin de cuentas, el Humedal Paicaví está conectado con el Humedal Vasco de Gama y Humedal Price en Hualpén, por lo que, si uno de estos espacios naturales se ve afectado, podría repercutir en el resto.
Además, se agregan las advertencias del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), recomendando que no se edifique por el riesgo de inundación y licuefacción en el suelo.
Andrea Aste, directora de la Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad de Concepción explicó las medidas que pueden tomar como entidad.
“Lamentablemente todos los humedales de la comuna están en terrenos privados, entonces los municipios no podemos intervenir”, analizó la directora.
“Por otro lado, hay personas con muy malas costumbres que van a botar basura y escombros a estos ecosistemas naturales, contaminándolos”, añadió.
Sin embargo, comentó que igualmente “hay muchas personas y agrupaciones preocupadas por las zonas húmedas y nosotros como dirección también”.
Andrea explicó “que se aprueben anteproyectos o cualquier cosa similar no significa que estos vayan a ser construidos. Antes, deben pasar un montón de protocolos y conductos regulares”.
“Primero deben ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Y es que todos los organismos públicos con competencias ambientales pueden hacer las observaciones a cualquier proyecto”, acotó la directora.
“Allí es donde nosotros vamos a hacer todo lo que tenemos en nuestro poder cuidar nuestras áreas protegidas. Queda mucho por trabajar”, finalizó Andrea Aste.