La presencia de esta instalación, en plena plaza de Lirquén ha levantado la molestia de vecinos y locatarios. Presentaron los antecedentes ante el Superintendente de Servicios Sanitarios.
Por Gustavo Venegas Soto
Lirquén como localidad se ha caracterizado por décadas como un polo de atractivo gastronómico para turistas, específicamente, en el popular “Barrio Chino”. Sitio que alberga múltiples restaurantes, ventas de mariscos y puestos de artesanías.
Sin embargo, hace más de diez años viven un complejo escenario de contaminación: materia fecal presente en la playa, ratas, basura, y malos olores en su sector de ventas, según como denuncian los mismos comerciantes, por la presencia de la Planta Elevadora de Residuos Sanitarios ubicada en plena plaza del sector y a metros de los locales de comida.
Esta situación atrae menos turistas al no tener una playa apta para el baño y por lo tanto, afecta su economía. Es por ello, que los locatarios han hecho un llamado a visibilizar el impacto negativo en el que ha derivado tener como vecino a esta depuradora de aguas residuales.
Así lo menciona Irma Díaz, vendedora en el polo gastronómico. “Este año nuevamente la playa de Lirquén está cerrada para el turista y eso nos lleva a una baja en el negocio y ya tenemos un 50% menos de ventas en cada restorán”.
También, Marcela Saavedra, perteneciente a la directiva del gremio gastronómico turístico del sector denunció que “esa planta una o dos veces a la semana se rebalsa. El río que está contaminado no sabemos si solamente es por la planta elevadora o también habrán casas que están botando sus desechos”.
“No queríamos presentar denuncias porque temíamos que pudieran clausurarnos por considerar nuestro territorio insalubre, pero ya no podemos esperar más”, añadió la dirigenta.
“Estamos dispuestos a sacrificarnos por un futuro prometedor y estamos dispuestos a denunciar y buscar soluciones concretas, no soluciones temporales”, agregó.
Joana Martínez, dueña del restaurante “De mi casa Chachi”, con más de 60 años de funcionamiento, compartió el mismo disgusto. “He tenido que estar fumigando cada 15 días por problemas de moscas, es desagradable ir a la plaza y convivir con ese olor a materias fecales”.
Además, abordando los intereses turísticos, Berta Saavedra, comerciante del sector se pronunció: “la idea es que la gente siga viniendo aquí a la playa y pueda seguir consumiendo en nuestros locales”.
Raphael Sierra P.
Pero no solo se trata de consecuencias comerciales, también hay vecinos que colindan la plaza como Mercedes Carrasco, de 88 años, nacida y criada en este barrio, quien también se siente afectada con la situación. “Muchos malos olores, aquí están todos los residuos que vienen de todas partes de Lirquén. En invierno es peor porque se rebalsa y el hedor no se soporta, nos hemos rebalsado muchas veces”.
Ante esta situación, informes científicos realizados por la ingeniera en biotecnóloga Marina Natalie Pino Maureira comprobaron que realmente existe una alta contaminación fecal humana en la Bahía de Concepción.
La científica señaló que “es importante destacar que los resultados de los estudios evidencian que la contaminación fecal humana no tiene su origen en los esteros de la comuna ni en el río Andalién. Se observó que una considerable cantidad de biomasa microbiana fecal se encuentra en la bahía, especialmente en la zona de salida del sistema de tratamiento primario de Essbio”
Además, como consecuencia para la salud de las personas, el informe advierte sobre la incidencia en enfermedades gastrointestinales y la correlación con el brote del Virus de la Hepatitis A en la región.
Desde la otra vereda, Essbio expresó su versión a través de un comunicado en el que manifestaron que no hay reclamos oficiales de la problemática.
“La planta elevadora de aguas servidas opera con total normalidad. Esta infraestructura cumple una labor fundamental en la recolección de aguas servidas provenientes de los hogares de esa localidad. Actualmente, no se registran reclamos ni requerimientos a través de los canales oficiales de comunicación con los clientes y asimismo, existe un trabajo coordinado hace varios años con las autoridades y la comunidad donde se lograron materializar importantes mejoras que han robustecido la operación de este relevante sistema”, expresaron desde la empresa.
Finalmente, enfatizaron que ante cualquier comentario u observación respecto a la operación de esta infraestructura, “Essbio tiene total disposición a abordarla como siempre lo ha hecho”.
Raphael Sierra P.
Tras los hechos, el gremio ha entablado conversaciones con autoridades municipales y de gobierno. La última se realizó recientemente junto al superintendente nacional de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), Jorge Rivas, para revisar la situación provocada por la planta y comprender la realidad histórica.
“Uno tiene que ser bien responsable para determinar el origen, lamentablemente no siempre es claro y pueden ser múltiples opciones. Hay una planta elevadora con problemas y procesos de sanción en curso. Debemos investigar si solo es esta planta o hay otros factores, ya que el tamaño de los coliformes fecales puede indicar la necesidad de intervenir más que en la planta para resolver el problema”, explicó Rivas.
Además admite que podrían ser tres las posibles causas: una de las hipótesis es que sea el emisario submarino -una conducción cerrada para el transporte de aguas residuales parcialmente tratadas, desde la zona de tratamiento en tierra hasta la zona de vertido generalmente localizada mar adentro-.
Sin embargo, el superintendente subrayó que “nosotros hacemos fiscalizaciones, campañas para su correcto funcionamiento, las vamos a revisar pero todo indica que está bien, pero debemos seguir chequeando”.
Otra causa podría ser, como señaló la autoridad, las descargas ilegales. “Está el caso de que sean descargas clandestinas a un estero. En ese caso no tendríamos tantas atribuciones y habría que comunicarnos con las autoridades competentes para que trabajemos coordinadamente”.
Y por último, Rivas añadió que “si es responsabilidad de la planta sanitizadora, eso tiene que solucionarse a la brevedad posibles, debe quedar operando bien. Con respecto al estero que también puede estar aportando aguas servidas, ese es un problema más complejo pero hay que empezar a abordarlo de una vez por todas”.
“No sabemos todavía con certezas, cuál es la causa exacta y en eso tenemos que primero trabajar y determinar cual es de estas tres causas, pero entre estas está el origen es seguro”, concluyó.
De esta manera, se espera que se generen instancias y que tanto como el Superintendente Nacional como el gremio gastronómico logren construir una mesa de trabajo para solucionar estos temas, que por años han perjudicado a uno de los sectores más importantes e históricos de Penco, como lo es el “Barrio Chino” y su gente en Lirquén.