Ruta Pie de Monte: agrupaciones ambientalistas y vecinales temen impacto en humedales

La construcción de esta arteria vial enfrenta resistencia ciudadana y críticas de expertos. Dicen que pone en riesgo sistemas naturales cruciales para el progreso de la biodiversidad.

Por Montserrat Serra Cárdenas

Los humedales urbanos son fundamentales para el desarrollo vital de las comunidades y la biodiversidad.

Según la Corporación Nacional Forestal (Conaf), éstos cumplen el rol de controlar el medio y la vida vegetal y animal relacionada con él.

Además, controlan inundaciones, depuran el agua, sirven de refugio para la biodiversidad biológica, permiten la recreación y el turismo, entre otros beneficios.

Así lo comentó Jocelin Varela, parte de la Red de Humedales del Biobío. “Estos ecosistemas son tan bondadosos y beneficiosos para la comunidad, que lo mejor es protegerlos para que el futuro sea más sostenible, sobre todo por la crisis hídrica”.

Y es que, por la construcción de megaproyectos como la Ruta Pie de Monte estos espacios ricos en diversa flora y fauna se verían completamente perjudicados.
Dicha obra se encuentra en su segunda etapa de ejecución, el cual tendría una conexión con el Puente Industrial.

Red de humedales del Biobío

“Nos molesta que se hagan estos proyectos sin presentar antes una concesión que demuestra no ser viable en materia medioambiental”.

Con estas palabras, Jocelin Varela expresó su descontento con la realización de este proyecto de vialidad.

Ella destacó la necesidad de cuidar estos ecosistemas, principalmente por la escasez de agua que presenta la zona. “Si bien el invierno pasado llovió harto, seguimos con una crisis hídrica por el abuso sistemático de los ecosistemas por parte de las empresas o el propio Estado”.

Algo interesante es que el proyecto de la Ruta Pie de Monte está impuesto desde el Plan Regulador del año 1979, donde la crisis climática aún no se hacía presente.

Por lo cual, esta iniciativa estaría desactualizada y desacorde a las necesidades y problemáticas del siglo actual, insisten desde organizaciones civiles.

Jocelin también criticó que “el humedal Los Batros, en conjunto con la Laguna Grande, son ecosistemas que están sumamente vulnerables por la presencia de basurales y rellenos de tierra en cauces de agua”.

“Lo venden como algo que descongestionará el flujo vehicular y la verdadera intención es aumentar la frecuencia de camiones industriales”, juzgó duramente Varela.

“Es fundamental un buen desarrollo sostenible para las ciudades, ya que más adelante el costo lo tendrá que asumir la misma ciudadanía pagando por humedales artificiales súper costosos”.

Molestia ciudadana

Luisa Uribe, presidenta de la junta de vecinos de Lomas Coloradas comentó que la localidad, a pesar de tener una mala conectividad, desaprueba totalmente este proyecto.

“Si comienzan a construir la ruta, tendrían que intervenir el cerro al ser zona de remoción. Y nos veríamos expuestos a sufrir desastres naturales, como aluviones”, expresó con preocupación.

También explicó que “aquí somos 60 mil habitantes, y con las vías de evacuación que se plantea construir en conjunto a la Ruta Pie de Monte, no darían abasto para salir ante una eventual emergencia”.

“El impacto ambiental que genera es muy invasivo y creo que no es la solución ante la congestión vial”, concluyó la representante.

Por otro lado, Patricio Campos, presidente de la junta de vecinos Costa Pacífico en Boca Sur, concordó con lo indicado por Luisa Uribe.

Aclaró que, como habitantes de Boca Sur, el beneficio de la construcción de dicha ruta es poco, y que en realidad genera una división más que una unión entre territorios.

“Creemos que se contrapone mucho al desarrollo de la ciudad. Se vería afectado el Santuario de la Naturaleza, las lagunas y el humedal Los Batros”, afirmó. “Además, nos veríamos perjudicados como comunidad al alterar el flujo de aguas subterráneas y potable”, sostuvo.

Y es que el impacto ambiental no sería el único. El patrimonio e historia de las comunidades también se vería afectado.

Diego Segovia, participante activo del Centro Cultural Víctor Jara destacó que es muy importante fortalecer la organización vecinal. “Es relevante comenzar a organizarse, para así saber y ver las opiniones de la comunidad y trabajar en soluciones al respecto”, señaló.

“Se debe recuperar la sintonía del ser humano con el medio ambiente. Ya que todos estos proyectos pasan por encima de la sociedad y el patrimonio”, criticó Diego.

Impacto ambiental

Jorge Felez, investigador del Centro de Ciencias Ambientales EULA de la Universidad de Concepción (UdeC) y vecino de Candelaria, explicó el impacto ambiental que tendría la construcción de la Ruta Pie de Monte.

“Es importante revelar que la geografía sampedrina es una que cuenta con muchas conexiones. En el sector que se planea instalar la Ruta Pie de Monte se encuentran elementos de alta relevancia”, comentó.

“Está la Cordillera de Nahuelbuta después del río Biobío, las lagunas y el océano. Todos estos sistemas están interconectados entre sí y sus interacciones son importantes en el componente de los flujos de agua subterránea en todo el sector”, complementó el investigador.

“Si allí se instala una obra de ingeniería de gran volumen, obviamente va a afectar la dinámica hidrogeológica de la zona al ser una interfaz muy sensible”, añadió el experto.

Desde una mirada antropocéntrica, hay que considerar que en toda la zona de San Pedro de la Paz y Coronel es donde se producen varias de las captaciones de agua potable que abastecen dichas zonas.

“Si esos pozos de agua se ven afectados, se alterarían la dinámica del suelo y los procesos de flujo y recarga de acuíferos debido a la compactación de la superficie”, indicó el académico.

Jorge Felez también comentó que ha visto cómo la superficie y biodiversidad ha ido cambiando debido a proyectos viales e inmobiliarios.

“En el último tiempo, todo lo que es santuario de la naturaleza se ha deteriorado mucho, por los rellenos de tierra que se han hecho en el humedal Los Batros, además de las malas planificaciones en los proyectos”, indicó.

Soluciones

La ciudadanía propone algunas soluciones que se relacionan entre sí. Éstas van desde mejorar el transporte público hasta potenciar otras vías arteriales.

De la Red de Humedales del Biobío, Jocelin comentó que “se necesita voluntad política. No se ha visto una modificación a los Planes Reguladores Comunales de Coronel y San Pedro, que son las comunas con mayor crecimiento inmobiliario”.

“Tampoco hay mejoras en el transporte público, sino que existe un estímulo constante de que la gente use su vehículo personal”, agregó.

“La reconstrucción del puente Juan Pablo II, que está en súper mal estado también podría ser una opción más directa de llegar a Concepción y alrededores sin la necesidad de crear soluciones invasivas”, complementó.

Por otro lado, Jorge Felez explicó que otra solución atractiva es potenciar el servicio de trenes, tanto de pasajeros como de carga.

“La construcción, por ejemplo, de un metro ligero que conecte las estaciones del Biotrén con el resto de la ciudad ayudaría a fortalecer el sistema, porque el que tenemos ahora es bastante deficiente”, reconoció el investigador.

También indicó que “explorar otras opciones de diseño para la Ruta Pie de Monte, con menos compactación al suelo y acorde a las necesidades ambientales es buena opción”.

Por último, vecinos de Lomas Coloradas, Boca Sur y Candelaria complementan que fortalecer la ruta costera presentaría un beneficio directo para dichas localidades.

Desde el MOP

Ante las interrogantes y críticas por parte de las agrupaciones ambientalistas, es que el seremi de Obras Públicas, Hugo Cautivo, argumentó que “desarrollamos una participación anticipada, del punto de vista de recoger muchas inquietudes de la comunidad y autoridades locales, eso tuvo un impacto en el trazado que está propuesto hoy. Esto significó generar una modificación de la propuesta inicialmente definida en lo que era el masterplan que había desarrollado Sectra en esta materia y por tanto, por ejemplo se hizo un desvío en lo que significaba el punto de contacto de la ruta Pie de Monte con la ruta 160, de tal forma de evitar pasar por áreas de humedales, como el caso de Calabozo o alejarse de la Laguna Quiñenco”.

“De tal forma que el trazado tampoco debiera tener afectación sobre la laguna y también en otros tramos, considerando por ejemplo la demanda que había en todo lo que eran los atraviesos para el tema de tsunamis, también fueran considerados”, agregó.