Organizaciones populares se enfrentan al proyecto de infraestructura vial, debido a que temen un grave impacto ambiental y sociocultural al ecosistema y a la comunidad.
Por Montserrat Serra Cárdenas
En la comuna de Chiguayante se albergan varios patrimonios naturales, entre ellos el Cerro Manquimávida y por supuesto, el Río Biobío.
Ambos conservan mucha flora, fauna e historias locales, lo que les hace ser parte importante y fundamental del ecosistema de la localidad.
Solo el río abarca 380 kilómetros, convirtiéndolo en el segundo más largo de Chile y uno de los principales del país debido a sus características geográficas y su importancia histórica.
Además, es parte de la ruta patrimonial de humedales. Un ejemplo son las arenas negras del Río Biobío que forman gran parte de la marisma Rocuant-Andalién.
Todo esto lo convierte en un espectáculo de interés turístico, patrimonial, investigativo, de educación ambiental y, sobre todo, de conservación por su biodiversidad y zonas de concentración de flora y fauna.
Vecinos y organizaciones de Chiguayante expresaron su preocupación, ya que el proyecto que promete extender la costanera de dicha comuna hacia Hualqui peligra la conservación del patrimonio natural.
Prolongación de la Costanera de Chiguayante hacia Hualqui
“El río tiene que estar antes que la Costanera, es parte de nuestra vocación. Queremos una ruta amplia, hermosa, pero que nos permita acceder e integrar el río Biobío a la ciudad”.
Con esas palabras, el alcalde de Chiguayante, José Antonio Rivas dio inicio al encuentro con la consultora LEN & Asociados Ingenieros Consultores Limitada, a cargo del estudio integral “Costanera Norte de Chiguayante”.
El proyecto aún está en su etapa inicial, donde todavía se realizan estudios de ingeniería y está a la espera del Estudio de Impacto Medioambiental (EIA).
El tramo, que alcanzaría los 9,5 kilómetros, comenzaría desde el sector Schaub hasta el límite sur de la comuna. Garantizaría la integración del río a la ciudad, con espacios de contemplación de la naturaleza mediante miradores, áreas verdes, senderos y ciclovías.
La construcción de esta arteria vial implicaría una inversión aproximada por sobre los $100 mil millones y aún está a la espera de su licitación.
Los estudios nombrados anteriormente deberán ser ingresados al Sistema de Evaluación Ambiental para su aprobación, proceso que debería concluir en mayo del año 2026.
Los objetivos y beneficios de esta iniciativa contemplarían el mejoramiento de la conectividad intercomunal junto con la disminución de los tiempos de desplazamiento.
También permitiría el mejoramiento de la actividad peatonal, concediendo el acceso al borde del río.
No obstante, distintas organizaciones populares y vecinales se han manifestado en contra de dicho proyecto, quienes aseguran que el acceso al río ya está garantizado.
Además, destacan que el daño medioambiental que produciría esta construcción al patrimonio y conservación del ecosistema sería enorme.
Aseguran que miles de historias, recuerdos y seres vivos serían enterrados debido a estas obras y que parte del desarrollo comunal también es preservar y mejorar lo que ya se tiene.
Desde la organización Chiguayante Popular levantan esta campaña para informar, visibilizar y detener la construcción de este megaproyecto.
Su principal objetivo es concientizar a la comunidad sobre los proyectos que se hacen en la comuna y su impacto ambiental, ecológico y sociocultural.
Todo para que las personas desarrollen un pensamiento crítico y decidan sobre las obras realizadas en la comuna.
Elyur León y Alejandro Gatica son participantes de esta causa. Ambos demostraron su preocupación ante el ecocidio que ocasionaría la prolongación de la costanera.
“Hay muchas cosas que no se están considerando. Se plantea el proceso y desarrollo para la comuna, pero sin considerar la variable ecosistémica del lugar”, planteó Alejandro.
“Recientemente se han inaugurado distintos proyectos de movilidad. Aún ni siquiera se ve si efectivamente eso solucionará la congestión vehicular”, expuso el joven.
“Deberían pensar en otras soluciones primero, como solucionar lo que ya se tiene en la comuna, y no inmediatamente proyectar otra construcción”, argumentó Gatica.
Por otro lado, Elyur argumentó que “hay informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que desautorizan por completo toda esta forma de desarrollo”.
“Cuando se hacen estos proyectos es indispensable tener un diagnóstico del problema y ese no es que haya humedales, fauna silvestre o conexión espiritual con los sitios naturales”, expresó Elyur.
“En la comuna todos los ecosistemas están conectados, desde el Cerro Manquimávida cae la cascada que llega hasta el estero Leonera el cual desemboca en el Río Biobío, al igual que el canal Papen. Son cuencas fundamentales y que, con la extensión de la costanera desaparecerían”.
“Si todo este ecosistema deja de existir, no tendríamos vegetación, distintas especies tendrían que migrar a otros sitios, aumentaría aún más la temperatura por la tala de árboles y las inundaciones serían recurrentes, ya que la tierra no podría absorber el agua por la pavimentación”, explicó el miembro de la campaña.
Además de todo el impacto negativo medioambiental que provocaría este megaproyecto, también se vería afectado el patrimonio sociocultural de Chiguayante.
Desde hace muchos años que las familias se dirigen al río a pasear y bañarse en él. Son infinitos los momentos en los que este cuerpo de agua fue fundamental para el desarrollo recreativo y personal de la comunidad.
“Aquí existe una profunda conexión cultural. Este espacio ha sido un balneario histórico desde el siglo XX. Se crearon infinidades de mitos y leyendas, y las personas que no podían salir a vacacionar, venían al río”, argumentó Elyur.
“Para el terremoto, el acceso al río fue fundamental. Muchas personas venían a sacar agua y bañarse. Incluso en situaciones extremas, el cerro y el río son fundamentales”, contaron Alejandro y Elyur.
“Como organización es nuestro deber presionar a las autoridades que nos han dado tantas señales contradictorias. Realizan instancias para conocer y concientizar sobre los ecosistemas de la comuna, pero también aprueban proyectos como éste que los destruyen”, criticaron ambos jóvenes.
Mayerlin Suárez es concejala ecologista de Chiguayante. Ella coincide con las opiniones y principios de Elyur y Alejandro. Además, también es parte de la campaña por la defensa de la ribera del Biobío.
“Creo que la costanera se puede posponer y comenzar a mejorar otros ámbitos para disminuir la congestión vehicular. Enfocarse en el transporte público para que tenga una buena conectividad entre los otros servicios, extender los horarios, crear más ciclovías, etc.”, comentó Suárez.
Explicó que “la misión medioambiental ahora es reducir los índices de contaminación por el calentamiento global”.
“Lo que vendría a hacer la prolongación de la costanera es fomentar el uso del vehículo privado, aumentando las emisiones de CO2, además de todo el impacto ambiental negativo”, explicó la autoridad.
“Se deben poner los esfuerzos en avanzar en la protección de estas áreas. Se debe generar un vínculo y conversaciones con la comunidad para tener claro qué se va a hacer. ¿Cuál es la planificación estratégica del paisaje? No hay ninguna”, criticó Mayerlin.
Comentó que la ribera del Río Biobío no solo se conecta con la comunidad, sino que también con la biodiversidad de la comuna. Es importante considerar una mirada ecológica de los proyectos de intervención.
“Hay que integrar a los actores que conviven con el río. Como concejala, no se me ha entregado ninguna información sobre la etapa en la que está el proyecto, por eso solicité una reunión con el Comité Medioambiental del Concejo Municipal para poder saber más sobre los estudios y acciones que se vienen”, manifestó.
“La consultora LEN ha sido muy selectiva en el proceso para entregar información y actualmente se están realizando consultas ciudadanas, pero nunca se han acercado directamente al Comité de Medioambiente. Eso solo genera desconfianza en los procesos y entidades”, criticó.
Vecinos del sector cercano a Los Altos de Chiguayante denuncian presencia de maquinaria interviniendo la ribera, sin embargo, desde el Ministerio de Obras Públicas (MOP) aseguran que no tienen obras en el lugar mencionado.