Con énfasis en las medidas de prevención y el autocuidado, la Seremi de Salud Biobío, a través de su delegación provincial en Los Ángeles, realizó un operativo de educación sanitaria en los campings del Salto del Laja, sector que cuenta con más sitios para acampar en la región. Hay que recordar que estos establecimientos retomaron su funcionamiento luego de los daños que ocasionaran las inundaciones de invierno.

En la oportunidad los profesionales de la autoridad sanitaria entregaron material gráfico-informativo, realizaron educación con un muestrario de roedores para que los turistas aprendieran a identificar al ratón portador de este virus, el oligoryzomys longicaudatus (ratón colilargo), además de entregar recomendaciones generales sobre medidas de seguridad para acampar.

“Es fundamental que la comunidad esté atenta a las medidas de prevención del síndrome cardiopulmonar por hantavirus, considerando que el año pasado, se registraron más casos en nuestra región que en el total de los 2 años anteriores. Además, para nosotros como Autoridad Sanitaria, es muy importante vigilar que los campings estén en óptimas condiciones ambientales para recibir a los turistas”, indicó el delegado provincial Biobío de la Seremi, Cristóbal Vidal Rivera.

El seremi de Salud de la Región del Biobío, dr. Eduardo Barra Jofré, agregó que “La educación sanitaria es vital para reducir enfermedades con alta presencia en el período estival, por lo que reiteramos la necesidad de que quienes realizan turismo en sectores rurales, elijan lugares limpios y libres de pastizales; usen carpa con piso, cierre y sin agujeros; guarden alimentos en envases resistentes y cerrados, caminen por senderos habilitados, no recolecten ni consuman frutos silvestres, mantengan la basura en recipiente cerrados y consuman sólo agua potable, envasada, hervida o desinfectada”.

Otras medidas de prevención, para quienes pernoctan en cabañas, así como para quienes viven en sectores rurales, dicen relación con ventilar por 30 minutos los  lugares que se mantuvieron cerrados por largo tiempo; rociar el suelo y superficies con agua y cloro después de ventilar; mantener exterior de casas y bodegas, libre de malezas y basura; conservar bodegas ventiladas y ordenadas, sin materiales de desechos; y proteger alimentos y agua, almacenándolos siempre en envases herméticos.