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“Somos el eslabón base en el reciclaje”: la importancia y aporte de las recolectoras para la descontaminación de la zona

Con décadas de experiencia son una pieza clave en el engranaje ambiental. A través de distintos esfuerzos educacionales y colaborativos, impulsan a la comunidad del Biobío a un cambio significativo hacia la sostenibilidad.

Por: Diario Concepción 03 de Enero 2024
Fotografía: Raphael Sierra P.

Por Montserrat Serra Cárdenas

Iris Mardones (53) es recolectora de base en el punto de acopio de Concepción ubicado en Avenida Prat (#1245), el cual pertenece al Sindicato de Recicladores del Biobío, en el cual se trabajan residuos como papeles, cartones, botellas de plástico PET, latas, chatarra, entre otros.

Hace 35 años se dedica al reciclaje. Y es que es toda una vida puesta en segregar los materiales, limpiarlos, clasificarlos y enfardarlos para su posterior venta.

Después de dicho proceso llegan los compradores en sus camiones para evaluar el estado de los residuos y luego comprarlos.

Iris explicó que es un trabajo de mucho esfuerzo y que recién ahora se le está tomando el peso y conciencia que realmente merece. “Nos viene a visitar mucha gente para ver cómo se hace el trabajo y preguntar por información sobre cómo reciclar. Tenemos una muy buena acogida con la gente”.

Este punto de acopio, además de ser uno de los más grandes e importantes de la zona, debido a que es donde llegan y se comercializan la mayor cantidad de residuos, también cumple un rol educativo en la comunidad.

Con la creación del Centro de Educación Ambiental del Reciclaje (CEAR), el cual está ubicado dentro del punto de acopio, se generan instancias didácticas en las cuales la gente, especialmente niños y niñas, pueden ir a aprender más sobre estas prácticas.

La recolectora agradeció que se den estos momentos formativos, ya que así se contribuye a fomentar la educación ambiental en la población.
“Ahora en los colegios desde pequeños les enseñan cómo manipular los residuos, eso ayuda a que reciclar no sea una labor silenciosa. La comunidad va tomando actitudes de empoderamiento ante esto y es algo que nos ayuda enormemente”, comentó Iris.

Dentro de sus motivaciones se encuentran diversas razones. “Me gusta el reciclaje y este ambiente. Lo hago con cariño y amor, y al ver que la gente se interesa en aprender, me interesa mucho más. Aportar a la concientización y ser un ejemplo, además de ser el eslabón base del reciclaje es muy motivacional”.

“De verdad espero que esto vaya mejorando, y así parece que será. La gente está motivada y hay muchos talleres ambientales. Desde la municipalidad también no están ayudando con maquinaria, recursos y proyectos. Se nota el trabajo colaborativo”, destacó Iris.

Hace tres décadas

Por otro lado, está María Ruíz, quien también es recicladora de base en el punto de acopio de Concepción. Ella destaca que su trabajo de hace más de 30 años consiste en recuperar todo el material que se puede reutilizar para darle una nueva vida y uso.

“Tenemos unas autoridades preocupadas por el tema del reciclaje. Hace poco se pavimentó el punto de acopio y están constantemente preocupados de entregar indumentaria, máquinas, etc. Se nota que hay un esfuerzo detrás por parte de la comunidad”, manifestó María.

Por ejemplo, hace poco se dio a conocer el convenio que tendrán los recicladores base de la región con la empresa ReSimple, la cual se encargará de dar cumplimiento a la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor (REP).

Sin embargo, a pesar de la mayor concientización en la población y los esfuerzos de las autoridades, sigue faltando mucho por recorrer aún. “Se dignificó el trabajo, pero siguen faltando incentivos”.

“Se avanzó en ciertas cosas, pero falta que la gente tome aún más conciencia sobre la contaminación. Apenas se recicla el 5% de los residuos, sigue habiendo mucha basura. Y para eso estamos, para luchar contra la descontaminación”, afirmó la recicladora.

Asociación

Matías Gallegos (33) es parte de la Asociación Nacional de Recicladores de Chile (Anarch). Además, es coordinador y contacto directo con los compradores de distintos puntos de acopio ubicados entre las comunas de Talcahuano, San Pedro de la Paz y Chiguayante.

Él explica que se reciclan los típicos materiales, principalmente botellas PET 1, pero según su orden de mayor a menor comercialización están primero los vidrios, luego cartones, plásticos y finalmente metales y latas.

Se reciclan residuos similares en todas las comunas y el precio depende de los requisitos que cumpla el material y de las condiciones que pongan las empresas, ya sea por volumen, limpieza, color, etc.

“Siempre he estado involucrado en este mundo. Antes de que se masificara el reciclaje yo tenía un emprendimiento de lámparas fabricadas con materiales reciclados”, expresó Matías.

Debido a problemas económicos tuvo que cambiar de rubro, por lo cual decidió reciclar latas de bebidas, fundirlas y hacer productos de aluminio para comercializarlas.

“Cuando iba a retirar residuos u ofrecer el producto final la gente me preguntaba si recibía otro tipo de materiales, y durante ese proceso fue que volví al reciclaje como tal”, comentó el coordinador.

“Este año recién se logró consolidar un equipo con más personas para dividir las tareas. Todo esto me anima mucho, ya que mi sueño es tener mi propia fábrica de lámparas recicladas”.

También agradeció la concientización que hay recientemente por parte de la comunidad. Destaca que es importante que se valore y dignifique la labor de recolector, ya que ayudan a descontaminar el planeta y hacer del mundo un lugar mejor.

Reciclaje en el Biobío

El impacto potencial del cambio climático es gigantesco. Y es que puede generar diversas dificultades, como la falta de agua potable, sequías, incendios, cambios en la condición de los alimentos, entre otros.

Estas situaciones son cosas que ya estamos viviendo y presenciando año tras año, afectando y cambiando nuestro diario vivir.

A nivel estadístico, la región ocupa el tercer puesto nacional en generar residuos municipales, lo que equivale a un 8,7% del total en Chile.

Sin embargo, gracias al programa de reciclaje efectuado en la zona se lograron reciclar 7.980 toneladas de residuos el año 2022, triplicando su capacidad.

Además, está la entrega de más de 800 puntos limpios a lo largo de toda la región. A esto se le suma la habilitación de 2.415 metros cuadrados para infraestructura y la sensibilización de 37 mil personas.

Todo esto demuestra el trabajo colectivo que se ha realizado en la localidad para impulsar y fomentar las prácticas de reciclaje y reutilización.
Incluso, según el Sistema Nacional de Declaración de Residuos (Sinader) informó que entre los años 202 y 2023 se generaron más de $1.127 millones en base a 24 mil toneladas de material.

De acuerdo al libro resumen del programa de reciclaje de la región del Biobío, indica que esta práctica llegó para quedarse. Con su finalización, la región cuenta con una mejor base para seguir impulsando nuevas iniciativas.

Y es que indica que, gracias a la implementación en curso de la Ley REP se plantea una gestión más compleja en todo el ciclo de vida de los productos.

Gracias a la implementación de nueva infraestructura y las distintas capacitaciones que se realizaron a lo largo del territorio regional, se logró fomentar, masificar y dignificar el trabajo de miles de recolectores.

Estos avances demuestran el compromiso que tienen las autoridades y la comunidad local con disminuir la cantidad de basura producida anualmente, la cual alcanza 1.439.022 toneladas.

Aún queda mucho por avanzar. El generar conocimiento sobre el impacto que tiene el cambio climático es fundamental. Se debe seguir luchando para descontaminar el ambiente del cual somos partícipes.

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