Por Montserrat Serra

Edgardo Lagos (54) es conductor de ambulancia desde el año 2009 y siempre ha trabajado en el Samu de Concepción. Comenta que está agradecido de su labor, ya que es en lo que él quiere desempeñarse. Sin embargo, todo tiene sus dificultades y una de las que más destaca es la poca educación vial que tienen los automovilistas.

“Es heavy, he notado durante años una mala educación vial. No respetamos lo que es una ambulancia. Por ejemplo, en algunas calles te tapan el acceso, otros van jugando con los frenos o simplemente no te dejan pasar. No les interesa que venga una ambulancia atrás”, explica el conductor.

Otro de los problemas que destaca es la mala calidad en la que se encuentran las calles de la ciudad, dificultando el traslado de pacientes y la comodidad dentro del vehículo de emergencia.

“Nosotros tenemos que buscar calles parejas por las cuales transitar. Por ejemplo, la calle Lautaro está llena de desniveles al igual que Víctor Lamas, lo cual se traduce en muchos saltos para el paciente que va herido atrás”, explica Edgardo.

“Hay vías que están muy malas. La entrada de San Martín hacia Paicaví, el acceso hacia el Hospital Regional, Roosevelt, camino a Collao, todo eso está en muy mal estado. Pienso que con una mayor fiscalización hacia los conductores y una mantención de las calles podría mejorar la situación del traslado de pacientes, siendo este más rápido y efectivo”, comenta el chofer.

Claudio Muñoz (37) también es conductor de ambulancias en el Samu penquista, desde hace 5 años y medio. Al igual que Lagos, insiste que su principal problema, además del mal estado de las calles de la ciudad es la poca educación vial por parte del resto de personas que conducen.

“Partamos de la base de que las calles de Concepción no están hechas para que transite una ambulancia. De hecho, hay sitios que para nosotros como conductores están prohibidas, en su mayoría las calles históricas”, explica Claudio.

“Otro tema es que la educación vial es bien mala. Ha habido tantos reportajes de ambulancias que van con las luces y sirenas, y a los demás les da exactamente lo mismo. No piensan que uno va apurado por un motivo específico”, expresa el conductor.
También, los distintos autos estacionados alrededor de sectores claves para poder ingresar a los centros de atención dificultan el tránsito de los vehículos de emergencia.

“Todo Roosevelt hasta la Facultad de Medicina de la UdeC ya lo hicieron estacionamiento ilegal. Y por mucho que se llame Carabineros no pasa nada. Pueden estar todo el día sacando partes, pero no hay una solución. Y claro que a nosotros nos dificulta, porque es una pista menos para transitar y para ingresar al hospital”, comenta Muñoz.

Por último, añade que “lamentablemente en Chile la obtención de la licencia de conducir clase B no te obliga necesariamente a tener un curso de conducción. Hoy en día te metes a las redes sociales y comprar una licencia es ultra fácil, son muy pocos los que se aprenden las leyes del tránsito”.

Jaime Fuentes (61) lleva más de 30 años de experiencia. Ha manejado ambulancias de distintos servicios de emergencia de la intercomuna y hace 15 años que trabaja para el Samu de Concepción. Comenta que la sensibilidad y el respeto hacia el otro se perdió y eso hace que todo sea un caos al momento de trasladar pacientes.

“Nadie respeta a nadie, hoy nadie respeta los rojos. Uno tiene que andar a la defensiva. En realidad, ese es el problema”, reclama Jaime.
Sin embargo, destaca que en este último tiempo ha habido más proyectos relacionados a la reparación de las vías en la ciudad. “Eso es bueno, porque tener malas las calles significa un mal traslado del paciente. Además, mucha gente tiene la idea errónea de que tenemos que volar con el enfermo al hospital, y eso no es así”.

Situación actual

Un aspecto crítico de este problema es el impacto directo en servicios de emergencia como las ambulancias o carros bomba.

Estos vehículos encargados de proporcionar cuidados médicos, extinguir incendios, transportar pacientes para garantizar evacuaciones médicas oportunas y asistir a cualquier situación de emergencia, se ven afectados por distintas condiciones adversas.

Conductores imprudentes y las faltas de respeto hacia este tipo de móviles aumentan el riesgo de producir siniestros más graves.

Según la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) la Ley 18.290 en el artículo 146 dice que “el conductor de un vehículo que circule en el mismo sentido, deberá respetar el derecho preferente de paso del vehículo de emergencia, conduciendo el suyo hacia el lado de la calzada que tenga desocupado, lo más cerca posible de la solera o del eje de la calzada, deteniéndose si fuere necesario hasta que haya pasado el de emergencia (…)”.

Aunque la ley deja al criterio del conductor ceder el tránsito a los vehículos de emergencia, el senador Enrique Van Rysselberghe, quien es presidente de la Comisión de Tránsito de la Cámara Alta, explicó que “el artículo 146 es bastante claro en el sentido que todo vehículo debe detenerse en un cruce y dar el derecho preferente de paso a un vehículo de emergencia que se acerque con su balizas y sirenas prendidas”.

Al preguntarle por una posible alternativa para presentar un proyecto para endurecer las sanciones por incumplir dicha ley, el senador responde.

“Respecto de las sanciones a una eventual falta a esta norma, sería necesario realizar una consulta técnica a Conaset para, en base a estudios con antecedentes fundados, levantar una iniciativa para eventual modificación de esta norma”.

Para el diputado (DC) Eric Aedo “es un problema de varias dimensiones”.

“Primero, la ley se puede mejorar y hacerla más estricta, pero también hay un tema de educación vial de las personas y de criterio porque no es concebible que alguien no le dé el paso a una ambulancia o cualquier vehículo de emergencia cuando justamente van a atender una situación crítica”, dijo el parlamentario.

“Por otra parte, el Gran Concepción tiene un problema de déficit de infraestructura vial que impacta en este tema. Por lo tanto, creo que sí se puede avanzar en una legislación más estricta, pero junto con ello también en educación vial y en los proyectos de infraestructura vial pendientes en la zona”, agregó.

Se espera que los esfuerzos de las autoridades y entidades locales estén puestos en mejorar la movilidad de la ciudad que afecta desde personas individuales, hasta servicios indispensables como lo es el de salud.