Por Montserrat Serra

Una sombra de tristeza envuelve a los vecinos de Villa Nonguén. Esto debido al fallecimiento del doctor Juan José Pereda, figura clave en la historia de la localidad. Y es que fue el fundador, constructor y administrador del Cesfam de Villa Nonguén por más de 30 años.

El Centro de Salud Familiar Villa Nonguén creado en 1990, se ha ganado la admiración por parte de los vecinos y es caracterizado por su calidez, buena atención médica y el respeto hacia los pacientes. Esto le llevó a obtener una acreditación de excelencia y también a ganarse el cariño y la gratitud de las personas que allí se atienden.

Legado

Una atípica aura rodea este establecimiento, y es que su estructura, colores, áreas verdes y personal lo hacen destacar del resto de centros de atención primarios. Los vecinos lo describen como un espacio muy hogareño y parte integral de su identidad comunitaria, a diferencia de los otros centros que emanan una sensación de frialdad y precariedad.

El actual director del Cesfam Villa Nonguén, Lionel Zúñiga, indica que, gracias a la organización de la familia de Pereda, el Cesfam y la Corporación de Salud lograron velarlo en el espacio comunitario. “Él antes había manifestado a su familia que quería ser velado en Nonguén y pensamos que fuera en el centro de salud que fue su casa durante 30 años”, comenta.

Refiriéndose a cómo seguirá la gestión del centro médico, indica que existe la formación de un equipo que llevan 20 años trabajando. Hay una lógica detrás y una profunda preocupación en entregar una buena calidad del servicio a los usuarios. “Todos tenemos que responder a los servicios de salud de acuerdo con los parámetros con los que nos hemos comprometido año tras año”.

“Hoy día es posible seguir desarrollándolo porque primero hemos logrado constituir un equipo de profesionales, administrativos y auxiliares que nos permite garantizar que somos capaces de otorgar una buena salud. Ya hace una década atrás hubo una Encuesta Nacional de los Cesfam y Hospitales Comunitarios, y éste obtuvo la segunda calificación”, explica el actual director.

Vecinos, funcionarios y familiares se reunieron en aquel lugar para dar el último adiós a quien tanto admiraban. En el ambiente sobresale un sentimiento de pena, nostalgia, pero por sobre todo de agradecimiento.

Historia

Cecilia Villavicencio (75) es médico y viuda del doctor Juan José Pereda. Ellos juntos levantaron los primeros cimientos del centro de salud. Cuenta que estuvieron viviendo juntos en Canadá por un tiempo y cuando volvieron a Chile tuvieron la idea de abrir un centro médico, por lo que se creó la Corporación de Salud y Desarrollo Social (COSADES) para poder administrar y ejecutar funciones del consultorio bajo las normas del Ministerio de Salud de Chile (Minsal).

“Conocía Nonguén y las condiciones de vida de la gente. Entonces tuvimos esta idea de hacer un proyecto para que fuera financiado por el Gobierno Italiano. Trabajamos en ello, el gobierno lo encontró interesante y nos financió”, detalla la doctora.

“En ese tiempo había otro tipo de necesidades, no existía pavimento ni alcantarillado, por lo que las enfermedades derivadas estaban muy relacionadas a la calidad de vida de los habitantes. Y en estos 33 años el centro médico no ha hecho más que evolucionar. Forma parte de la red asistencial del servicio de salud de Concepción y siendo un Cesfam que no es municipal, porque tiene una organización autónoma es igualmente financiado por el Minsal”, menciona.

“El mensaje que nos deja el doctor Pereda es que se puede hacer política realizando cosas por la gente sin la necesidad de ser mediático. El legado que deja es del equipo humano, porque él supo transmitir la vocación de servicio y la pasión por el trabajo a sus trabajadores. El concepto de salud comunitaria que él deja es muy importante, destacando que la prevención es igual o más importante que la atención”, destaca la misma médico.

Dignidad en salud

Una de las enseñanzas fundamentales es que, a medida que las personas van mejorando su condición de vida, también lo van haciendo sus hábitos, obteniendo ingresos más convenientes y aprendiendo a cuidarse mejor. Los valores que entregó el doctor Juan José Pereda son valiosos y muy apreciados por la comunidad, dejando una huella en todos ellos.

“Esos valores debieran ser los valores de todos los establecimientos de atención primaria. Porque los Cesfam, las postas y la atención primaria en general son la puerta de entrada al sistema. Entonces si tienes una puerta que es eficiente y se preocupa de la gente, vas a evitar muchas consultas a sistemas secundarios y mantendrás a las personas más sanas”, complementó Cecilia.

Elizabeth Carrera (54) es Técnica en Enfermería de Nivel Superior (TENS) y trabaja hace 21 años en el Cesfam de Villa Nonguén. Ella conoció y se desempeñó junto al doctor Pereda desde el año 2002 cuando eran solo 5 enfermeros los que conformaban el cuerpo de salud.

El centro de salud se dotó de funcionarios a medida que creció la población. Ella comenta que ese fue el primer centro comunitario y Centro de Salud Familiar de la octava región. Y es que Juan José Pereda al llegar, pudo ver las necesidades que tenían los pobladores en ese entonces.

“La gente está muy agradecida y de hecho ahora se ha visto reflejado en las redes sociales todos los lindos comentarios. Yo estoy muy agradecida por darnos la oportunidad de trabajar y de creer en nosotros, por eso sigo aquí después de 21 años, porque él creyó en mí”.

“Seguimos tratando de hacer lo mejor, de poder seguir entregando la calidad que se merece toda la comunidad de Nonguén. Y no tan solo de aquí, porque hay gente del exterior que no son de la comunidad, pero se siguen atendiendo acá, ¿Por qué? Porque acá ellos reciben una mejor atención que en otros lugares”, añade Carrera.

La vecina Patricia Provoste (67) reside en Nonguén desde el año 1979 y pudo ver cómo se inauguró el Cesfam y su evolución con el pasar de los años. Describe al doctor como alguien muy modesto que siempre estaba dispuesto a ayudar. “Él era cercano, con un estilo muy elegante, mesurado y caballero. Si alguien se acercaba a preguntarle cualquier cosa él ayudaba”.

Cuenta su experiencia diciendo: “yo estoy agradecida y muy contenta con el servicio que entregan aquí, porque yo traía acá a mi madre por una diabetes y ellos la cuidaron durante 23 años.

“Creo que este sistema y la calidad de servicio van a seguir siendo como lo es ahora, porque eso queda en la memoria histórica de la gente. Siempre la comunidad ha querido mucho al doctor”.

“Hay muchas personas sencillas en este ambiente y todas tienen algo que agradecerle. Juan José podría parecer a veces frío y lejano, pero desde su responsabilidad de autoridad él tenía que tomar decisiones duras y eso no es fácil. Pero supo gestionarlo y toda la gente acá lo quiere mucho y lo aprecia”.

El doctor Pereda realizó su último viaje desde Nonguén a San Pedro de la Paz. Allí fue enterrado en el Parque del Recuerdo, donde fue acompañado por familiares y sus queridos vecinos.