Este 10 de diciembre se cumplen 2 años desde la publicación de la ley en el Diario Oficial. A nivel país se han celebrado casi 4 mil de estos vínculos civiles.
En abril del año pasado Cármen Sánchez y su pareja María José Arroyo contrajeron el Matrimonio Igualitario. Un proceso que incluyó hasta el seguimiento del entonces proyecto de ley que en su momento avanzaba en el Congreso.
El Acuerdo de Unión Civil (AUC), cuenta, no era la mayor opción. La certeza de ambas era el Matrimonio Igualitario. Matrimonio a secas, como recalca Sánchez, dando énfasis a que es una institución y estado civil como cualquier otro.
“La ley del Matrimonio Igualitario es como el sueño que nunca se cumplía. Había la posibilidad del Acuerdo de Unión Civil, pero a nosotros no nos gustaba mucho. Teníamos la convicción de esperar el Matrimonio Igualitario, como una convicción, como política social”, contó a Diario Concepción.
“Nos comprometimos antes de que fuera ley publicada en el Diario Oficial. Una vez publicado nos casamos. En el momento que nos comprometimos la ley estaba avanzando, y la proyección era que se aprobara por lo menos en 1 o 2 años más”, sumó.
El vínculo de ambas forma parte de los 176 que se han celebrado en la Región del Biobío, cifra entregada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) tras solicitar la información vía Transparencia.
A nivel nacional son 3 mil 803 las parejas que han contraído Matrimonio Igualitario, desde su publicación del 10 de diciembre de 2021.
Del total anterior, 2 mil 116 son entre mujeres, y 1. 687 entre hombres, y hay solo un divorcio registrado el cual fue durante este año.
“Un 7 de diciembre del 2021 el Congreso Nacional aprobó la ley de matrimonio igualitario, el 9 de diciembre fue promulgada y un día más tarde fue publicada en el Diario Oficial. Que cerca de cuatro mil parejas del mismo sexo hubiesen legalizado su vínculo, viene a demostrar la relevancia de esta norma para la calidad de vida de familias que antes tenían negada la igualdad legal solo en función de prejuicios, estigmas y discriminación”, señaló la vocera del Movilh, Javiera Zúñiga.
“El número de matrimonios igualitarios contraídos en 2023 es superior al del 2022, con una diferencia de 29 enlaces más. Sin embargo, aún no es posible comparar años-calendario, pues la norma entró en vigencia en marzo del 2022 y además aún no termina el 2023. En el futuro ya podremos comparar años-calendario”, agregó el vocero del Movilh, Oscar Rementería.
El Biobío es la tercera Región con el mayor número de celebraciones después de Metropolitana (2.051), y Valparaíso (525). De estas, 100 son entre mujeres (56,8%); y 76 entre hombres (ver tabla).
Esto es una constante en casi todo el país, siendo solamente la Región de Aysén donde la mayoría de los casos corresponde a hombres: 6 y 3 entre mujeres.
“En todas las regiones del país el número de matrimonios entre mujeres es más alto que el de los hombres. Salvo en Aysén, donde la mayoría son gays, y Magallanes, donde el número de casamientos entre hombres es igual al de las mujeres”, comentó Rementería.
Para Carmen la explicación tiene que “las mujeres tienden a crear relaciones más estables entre ellas. Con proyecciones. Creo que cuando encuentran a esa persona buscan la estabilidad. Creo que las relaciones entre hombres tienen también más problemas sociales con la expresión”, expresó.
Isaura Vega antes tuvo parejas hombres, e incluso tuvo un hijo con uno de ellos. Hoy tiene una relación con alguien de su mismo sexo, y en febrero próximo celebrarán la Unión Civil. Comenta que “hay mucho que decir respecto a las personas que son minorías como nosotras, y creo que las lesbianas por eso es que están tomando esta opción de casarse o de hacer el AUC, por los beneficios que pudiera tener de manera legal para adquirir una vivienda, para adoptar, para viajar, para optar a becas de estudio en el extranjero, etc”.
Por su parte Tammy Pustilnick, directora de la Dirección de Equidad de Género y Diversidad Sexual de la UdeC explicó que “ciertamente, no puedo proporcionar una razón específica, ya que la decisión de contraer matrimonio es sumamente personal y puede estar influida por una combinación de factores individuales y sociales. No obstante, se puede plantear una posible hipótesis relacionada con la posibilidad de que existan más familias lesboparentales que homoparentales con hijos/as, y estas parejas buscan regularizar legalmente la filiación con sus hijas/os a través del matrimonio”.