Este 31 de diciembre es la fecha tope, de acuerdo al Ministerio de Obras Públicas (MOP), para que queden totalmente construidos los cortafuegos en el marco del plan 2023-2024, en vista de la próxima temporada de incendios forestales.

Es que a nivel país son más de 3 mil kilómetros a intervenir, donde 652 corresponden a la Región del Biobío.

De acuerdo a la propia cartera de Obras Públicas, el porcentaje de avance a nivel local es de un 65%.

En el marco de esta premisa, es que se realizaron trabajos de limpieza y roce de la faja en un sector cercano a la población Juan Riquelme, en el kilómetro 64,8 en el camino que une Concepción con Cabrero.

Al lugar llegaron equipos especializados en la prevención de incendios y realizaron labores en un sitio con maleza y vegetación, que significa un gran foco de peligro para las casas aledañas al lugar.

Los incendios forestales son una grave amenaza durante el verano, el año pasado se quemaron más de 431 mil hectáreas a lo largo de Chile y en el Biobío fueron más de 200 mil,  es por ello que durante esta temporada se realizarán 3.361 kilómetros de cortafuegos a nivel nacional, de los cuales 652 corresponden a la región.

Hugo Cautivo, Seremi de Obras Públicas de la Región del Biobío, señaló que “estamos avanzando en el Plan Nacional de cortafuegos 2023-2024, queremos actuar planificadamente y para eso estamos trabajando con los diferentes ministerios en planes de acción inmediata”.

Con estos trabajos se busca evitar que haya material vegetal cercano a las zonas sensibles, y los trabajos por parte del MOP ya llevan un avance del 65% del total estimado. Se espera que para el 31 de diciembre estén listos la totalidad de cortafuegos que tiene estipulado el plan.

“El despeje de las vías se engloba en un plan regional que consta de más de 600 kilómetros”, complementó la delegada presidencial, Daniela Dresdner.

“En la planificación de este plan, se han establecido otras rutas que obligan a tener una alerta permanente, como lo son la Ruta de la Madera, la ruta que une Concepción con Penco y Tomé, y también rutas cercanas a la comuna de Arauco y Lebu, que significan una zona muy sensible en esta materia”, finalizó Hugo Cautivo.

Uno de los factores que claramente puede influir en estos siniestros son las altas temperaturas que se registran en época veraniega en la Región. Según un análisis que llevó a cabo el Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA) de la Universidad de Talca, se estima que en ciudades como Los Ángeles y Chillán, en este verano, se alcanzarán temperaturas de hasta 43 °C.

La seremi de Agricultura de la Región del Biobío, Pamela Gatti, comentó este escenario “el llamado a la ciudadanía es ser responsable con las conductas de riesgo, como por ejemplo evitar el hacer fogatas, evitar el uso de cocinillas, la utilización de herramientas eléctricas y la quema agrícola durante los días que se presentarán estas olas de calor”.

Los cortafuegos son una franja de terreno o área despejada diseñada estratégicamente para detener o controlar la propagación de un incendio forestal.

Su propósito es crear una interrupción en el combustible disponible para el fuego, dejando el suelo mineral libre,  ayudando así a prevenir que se extienda más allá de esa zona.

Existen diferentes tipos de estas construcciones. En el caso del elaborado en las cercanías de la población Juan Riquelme, se trata de la eliminación de pastizal y se llevó a cabo con desbrozadora, y consiste en eliminar la vegetación que pudiese funcionar de combustible para las llamas.

Cuando existe vegetación mayor, como densos arbustos o árboles, ya se requiere la acción de maquinaria como bulldozer.

“La importancia de la construcción de un cortafuegos viene de generar una brecha y una disminución de la vegetación que esté cercana a alguna vivienda o estructura. La idea con esto es que no exista una continuidad, en el caso que se presente un siniestro, del fuego y exista espacio para las brigadas, así como también para el acceso de los carros de emergencia”, señaló el director regional de Conaf Biobío, Rodrigo Jara.

Otro factor que puede influir en la propagación o hasta en el inicio de un incendio forestal, es la quema controlada por parte de las personas.

Si bien esta práctica para reducir desechos agrícolas o forestales  está permitida, la quema de basura no. “Los agricultores pequeños, medianos y las empresas que quieren realizar reducción de combustible, pueden realizarlo, sin embargo deben realizar el registro de esta quema ante la Corporación Nacional Forestal. La quema de basura no se puede realizar, ni tampoco se puede pedir autorización para llevarla a cabo”, agregó Rodrigo Jara.