En la Región del Biobío, al igual que en todo el país, se está aplicando el Simce 2023 en los 2° medios. El 8 y 9 de noviembre fue realizado a los 4° básico, donde surgió una polémica debido a preguntas que apuntaban a la convivencia escolar en dónde se les consultaba sobre la prevención de consumo de drogas y promoción de vida saludable en el establecimiento.

Algunos grupos civiles, incluyendo parlamentarios de la zona, hicieron sus descargos públicos por tocar este tipo de temáticas a los estudiantes de 9 años, cuestionando que este tipo de preguntas sean acordes para alumnos de esta edad.

Al respecto, Himmbler Olivares, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Concepción, académico del área de Psicología Educacional estableció que “el objetivo de estas preguntas nace en los denominados: Indicadores de desarrollo personal y social, decretados el año 2013”.

Con ellos se busca ampliar el concepto de calidad educativa, en pos de una visión del proceso educativo más integral, afirmó Olivares, y describió que éstos incluyen aspectos relacionados con la autoestima, la motivación, la participación ciudadana y los hábitos de vida saludable.

“Probablemente, las preguntas sobre consumo de alcohol o drogas, y sobre sexualidad que aparecieron en la prueba estaban relacionadas con comportamientos de autocuidado que forman parte de los hábitos de vida saludable”, sugirió el académico.

“Si las preguntas se encuentran correctamente formuladas no deberían ser dañinas. De hecho, estas preguntas suelen considerarse en evaluaciones internacionales sobre comportamiento saludable en niños, niñas y adolescentes. Las preguntas incluidas en el Simce muy probablemente pasaron por un comité de expertos, que revisa el mejor modo de consultar estos aspectos”, destacó el profesor Olivares.

Además expuso que es importante destacar que contar con estos datos es útil para los establecimientos al tomar decisiones sobre la formación que dan a sus estudiantes, junto con la eventual implementación de programas orientados a determinados aspectos del desarrollo personal y social de sus estudiantes.

Finalmente, el especialista en psicología educativa, manifestó que “mi opinión sobre esto, es que probablemente una mayor y mejor entrega de información, difusión sobre estos indicadores ayudaría a comprender de mejor manera el sentido de estas acciones”.

Agencia

El secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Gino Cortez, explicó porqué estas preguntas no son reveladas públicamente, se debe a que se trata de una evaluación en un contexto estandarizado y publicar su contenido hace que pierda la validez.

“Desde la Agencia de Calidad de la Educación queremos transmitir la certeza y la seguridad de que esto ha tenido rigurosos canales técnicos de control, tanto de expertos nacionales como internacionales. Nos asesoramos de instituciones externas una de Estados Unidos y otra de París, donde testean las preguntas para que tenga validez y confiabilidad”, especificó Cortez.

Respecto de la voces de alerta de apoderados sobre el contenido del cuestionario que eventualmente habría confundido a los niños, Gino Cortez, aclaró que no se pregunta por abuso sexual, ni directamente por consumo de drogas, sino que preguntan si el establecimiento realiza actividades de prevención.

“La Agencia de Calidad viene indagando sobre estos temas desde el año 2013, porque la calidad de la educación tiene que ser mirada desde una perspectiva mucho más amplia que el resultado de lectura y matemática”, planteó el secretario Ejecutivo de la Agencia y agregó que se informa a través de un comunicado de parte de los directivos de cada establecimiento a los apoderados promoviendo la respuesta de los cuestionarios.

“En ningún caso está institución, ni ninguna institución del Estado, va a hacer preguntas que hagan sentir menoscabados a nuestros niños y niñas”, afirmó Gino Cortez.