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El hacinamiento de Cerro Obligado: vecinos piden dignidad tras la tragedia

Delincuencia, difícil acceso y carencia en servicios básicos dan cuenta residentes de sector protagonista de incendio que dejó 14 víctimas fatales. Autoridades comprometen nuevo catastro ante desactualización de datos sobre familias que allí habitan.

Por: Christopher Cortez 08 de Noviembre 2023
Fotografía: Isidoro Valenzuela

Una cruda realidad relatan los vecinos de Cerro Obligado en Coronel, especialmente quienes viven en el campamento Los Pirquenes, donde se registró el fallecimiento de 14 personas tras el incendio de una casa.

De acuerdo al relato de los residentes, existe una permanente exposición a nuevas tragedias debido a las condiciones que tienen en sus viviendas y alrededores.

En lo específico al lugar de los hechos, donde entre las víctimas se encontraban ocho menores de edad, muchas de las viviendas están hechas de material ligero, únicamente con madera y lata, y cuentan con apenas un ingreso y salida, como fue el caso del inmueble del fatal desenlace. Sólo algunas poseen mayor fortaleza al ser prefabricadas.

Aumento de población

Según cuentan los vecinos, hace algunos años se llevó a cabo un proceso de erradicación, pero desde la pandemia se acrecentó la llegada de nuevas familias al campamento, aprovechando instalaciones que quedaron en la zona. Así fue como también creció el número de inmigrantes.

Karen Faúndez vive allí y relata que “últimamente ha llegado harto inmigrante al sector, desde el año pasado. Mucho venezolano, colombiano, haitiano, peruano”.

Julio Araya, presidente del campamento, indica que en el catastro original realizado al sector eran 689 las familias, pero no es posible contar con ese dato debido a la cantidad que se fue y las que llegaron.

El dirigente dice que la prioridad es ser relocalizados y cuentan con apoyo de la Municipalidad de Coronel y el Gobierno, pero “nos estanca Enel. Luchamos por la luz eléctrica, las instalaciones son terribles y gran parte de los incendios han sido por eso. Ellos no se han acercado y eso lo necesitamos”.

Luego de la tragedia, “el compromiso es que haremos un catastro de cuántas personas inmigrantes hay, de cuántas familias están legales e ilegales, y poder buscar una ayuda frente a eso. No pueden quedar a la deriva los ilegales (…) Antes éramos toma, ahora somos campamento, por lo que las cosas deberían cambiar. Ahora veremos cuál será la realidad”.

Faúndez agrega que en su caso, tras dicho procedimiento de reubicación, se fue al hogar de sus padres, pero por comodidad eligió volver a Los Pirquenes a pesar de no contar de buena manera con los recursos básicos. De hecho, solo tienen pozos negros para sus necesidades fisiológicas y poseen casi nulo apoyo para el retiro de basura.

“Lo hice por necesidad. Conseguimos un terreno y nos instalamos nuevamente. Cuando llegué había balazos toda la noche. Acá venden droga. Estar mezclados entre todos es peligroso, más bien para mi que tengo un hijo pequeño. Acá la mayoría trabaja por el mínimo o gana dinero diario haciendo aseo en casas. Algunos emprenden de manera independiente. Necesitamos apoyo”.

Y agrega que los problemas por las precarias instalaciones eléctricas generan un riesgo constante. “Se me han quemado tres veces los alargadores y por milagro estamos vivos porque nos pudimos quemar hace rato”.

“De parte de la Municipalidad, en los tres años que llevo acá, no hemos recibido ninguna ayuda. Mi solución personal es que me den el subsidio para postular a una vivienda. He postulado tres veces y no me sale. Uno no pide casas, ni grandes cosas, solo un subsidio para irnos a un lugar más digno”, cierra.

Otro vecino es Ananías Troncoso, que habita Cerro Obligado Viejo, y respalda la compleja situación que se vive en el campamento con el que colinda por algunos metros producto del aumento de habitantes. “Muchos vienen para conseguir un mejor futuro, trabajan de forma honrada y no tienen (dinero) para una vivienda mejor.No es llegar y sacarlos”, señala.

Accesibilidad

El cerro tiene tres ingresos, pero ninguno es del todo accesible para vehículos particulares o de emergencia. Dos son a través de la población Cerro Obligado Viejo, donde los hogares están regularizados, y se puede subir por Villa Mora y Caleta Lo Rojas. El tercero es por Los Pirquenes, terrenos pertenecientes a la empresa Enel, donde se debe entrar mediante Villa Los Jardines.

Sin embargo, todos son complejos debido a lo empinado de las calles y la falta de pavimento, situación que se complejiza todavía más en días de lluvia como precisamente lo fue el lunes pasado, debido al barrial que se forma.

La propia Karen Faúndez relata que, durante el siniestro fatal, voluntarios de la institución bomberil tuvieron problemas para realizar su trabajo y controlar el fuego a pesar de acudir a la emergencia con cinco carros. Esto porque “en la misma calle del incendio hay un poste en el medio y no pudieron entrar los Bomberos como deberían. Estaban los vecinos tirando agua con baldes, mangueras, y la potencia se cortaba porque es una toma”.

En la cotidianidad, “Carabineros y ambulancia es difícil que entren también. Los autos no pueden entrar. Esto en el invierno es puro lodo. Los furgones escolares no entran tampoco y nuestros niños los deben tomar abajo o en la cancha de arriba”, añade.

Labores a realizar

Este martes llegaron al sitio del suceso autoridades comunales, regionales y nacionales, donde destacó la presencia de la ministra de Desarrollo Social y Vivienda, Javiera Toro.

La secretaria de Estado reconoció que “como país, como Estado, estamos viendo una situación habitacional que es realmente una crisis y así lo estamos enfrentando con una política de emergencia que encabeza el ministro Montes y el Ministerio de Vivienda pero, sin duda, estamos llegando tarde y por eso tenemos una política de emergencia habitacional. Y, aun así, cuando vemos situaciones como esta, sabemos que el Estado no ha llegado a tiempo”.

La delegada presidencial, Daniela Dresdner, comentó que “este fue un campamento que se catastró en 2022 y hay un trabajo de diagnóstico de las necesidades.Hay cosas que han complicado el avance, como la propiedad del terreno, pero nos hemos comprometido avanzar”. Además, confirmó que el director regional de Migraciones está estudiando la situación de los extranjeros.

“Existe un reporte de Sernageomin -que debemos revisar- respecto a si es posible la habitabilidad en este lugar. Pero aparte de eso, estamos trabajando con el programa de Campamentos para poder entregar condiciones mínimas de habitabilidad mientras se logra dar solución definitiva a estas familias”, complementó.

De ese análisis depende, entonces, las acciones a tomar.Las opciones son mejorar las condiciones en los actuales terrenos o buscar nuevos espacios en la comuna para trasladar a los vecinos del campamento.

Poco tiempo en Chile

Los 14 venezolanos que perdieron la vida llevaban pocos días en nuestro país.Algunos se habían instalado en Cerro Obligado hace aproximadamente un par de meses, mientras que otros miembros de la familia hicieron lo propio hace solo semanas.

Además de pernoctar bajo techo en el campamento Los Pirquenes, los adultos buscaron insertar a los menores de edad en un establecimiento educacional.Así fue como llegaron a la Escuela D-673 Javiera Carrera de la comuna, lugar donde se inició una velatón en memoria de los ocho alumnos que alcanzaron a estudiar allí durante una semana.

La directora del recinto decidió no dar declaraciones por la consternación tras la noticia, no obstante, confirmó que allí están inscritos cerca de 50 alumnos inmigrantes, lo que representa cerca del 20% de la matrícula.

Claudia Hermosilla, presidenta del Centro de Padres y Apoderados de la escuela, sostuvo que “desde que supimos la noticia tratamos de confirmar si nuestros alumnos eran los perjudicados, y hoy (martes) lo confirmamos”.

Relata que “llegaron hace una semana al colegio”. Debido a sus condiciones económicas, “la familia estuvo buscando qué lugar sería bueno para ellos y le dieron el nombre de la Escuela Javiera Carrera. Acá se les recibió con mucho cariño, se les facilitó uniformes y mochila.Los niños estaban muy contentos. No traían nada, venían con lo puesto.La madre contaba las pericias que pasaron para poder cruzar la frontera y, cuando llegaron, lo primero fue buscar que los hijos estudiaran”.

A pesar de su condición de inmigrantes ilegales, el establecimiento facilitó los trámites para su inscripción. “La directora siempre ve a los niños y su educación primero. Los apoderados llegaron e inmediatamente se pusieron a hacer los papeles para estar en nuestro país”.

Los alumnos pertenecían a cursos entre kinder y quinto año básico.

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