Crisis del agua en Copiulemu: comunidad y establecimientos educacionales ahora dependen de camiones aljibe

Hace más de una semana que el abastecimiento se cortó. Los vecinos han recurrido a punteras y ayuda de bomberos, mientras que recintos de salud y de educación no han podido funcionar con normalidad.

Por Rodrigo Jiménez

A primera vista, nada parece indicar que algo anda mal en la apacible localidad de Copiulemu. Una sensación típica de una localidad rural y de vida tranquila que parece inalterable al caminar por sus calles. Pero esa ilusión de normalidad desaparece al interactuar con quienes ahí viven y trabajan.

Conscientes de la problemática hídrica que atraviesa la localidad y que llevó a parte de sus habitantes a realizar una protesta hace sólo algunos días, Diario Concepción visitó Copiulemu para recoger de primera fuente, las impresiones de las y los afectados, frente a esta problemática que les impide acceder libremente a tal importante elemento.

El cotidiano acto de abrir la llave

La primera parada fue el Parvulario Rural Manderscheid. La “tía Sandra” abre la puerta y nos recibe con un Jardín vacío. Y es que una de las problemáticas que ha traído consigo la escasez de agua que afecta a Copiulemu, es que impide el normal funcionamiento de los distintos establecimientos por razones sanitarias.

En el caso de este parvulario rural, que recibe a niños no sólo de Copiulemu, sino de localidades aledañas como Agua la Gloria y Chaimávida. La jornada normal se ha visto alterada debido a la falta de agua. Sandra Muñoz Sanhueza, directora y educadora del parvulario, relata que, en una jornada normal, los niños reciben su desayuno, almuerzo y colación, retirándose del establecimiento a las dieciséis horas. Rutina que ha tenido que modificarse. “Nos tocó recién que los niños se están yendo antes de las doce y media y no pueden almorzar. Recibieron su desayuno, pero el almuerzo se ve menguado porque después de eso van al baño y en estas condiciones, no hay agua para que los baños funcionen correctamente” reveló la educadora.

Frente al acto tan común y silvestre de abrir la llave, sólo un pequeño hilo de agua, casi imperceptible, fluye de ella. A pesar de esto, Sandra muestra con orgullo las dependencias del recinto que diariamente recibe a 70 niños, mientras relata que se ha buscado palear la crisis a través de un estanque, pero que lamentablemente no es suficiente para funcionar normalmente: “Hoy tuvimos agua y nos permitió estar medio día con los niños, pero no nos alcanzó para poder darles almuerzo y cumplir con la jornada completa” sostuvo.

En las calles del lugar, Eva Araneda se detiene para poder conversar unos minutos y compartir su experiencia durante esta crisis: “Nos hemos arreglado trayendo agua de una parcela cercana que cuenta con puntera y también los bomberos ayudan como pueden trayendo agua para el consumo. El problema es el agua que se necesita para lavar y para el baño” comentó.

“A veces sale agua, pero la mayoría de las veces no, y cuando sale, el agua es turbia, con barro” añadió. Esta pobladora además manifestó su temor frente a un eventual incendio en estos momentos en que atraviesan esta crisis y agregando que no ha recibido información respecto al problema por parte de las personas pertinentes”, agregó.

Por su parte, Sandra Zambrano, quien también vive en la localidad, señala que: “habíamos tenido problemas con el agua, pero nunca como ahora”. Frente a la pregunta de si ha sido informada del origen del problema, relata que no ha habido una instancia informativa oficial en que se informe formalmente a la comunidad, más allá de lo que circula a través de grupos en WhatsApp.

APR

Copiulemu no cuenta con un sistema de agua potable común a cargo de una empresa sanitaria, sino es una APR (Agua Potable Rural), que es una organización comunitaria sin fines de lucro,  y tienen a su cargo abastecer a la localidad en las mejores condiciones posibles.

Sandra comenta que la solución transitoria hasta ahora han sido bomberos quienes en los primeros días hicieron lo posible para paliar la crisis, y en días posteriores, camiones aljibe. Sin embargo, el agua se hace insuficiente. “Durante esta semana, la única forma de sobrellevar el que no haya agua ha sido conseguirse con las personas que cuentan con agua a través de punteras o de alguna otra manera. La usamos para cocinar y el consumo en general, el gran problema son los baños” finalizó.

Una de las preocupaciones que han surgido y se ha repetido en el relato de los vecinos, es la relación de parentesco entre la presidenta de la junta de vecinos, María Pavéz cuya hermana, Raquel Pavéz, es la persona que tiene a su cargo el cobro del agua rural.

Vecinos coinciden en la queja sobre falta de reuniones informativas y una tendencia a evadir el tema de la crisis hídrica actual, tanto por parte de la directiva de la APR, como de la dirigente vecinal, lo que ha generado frustración entre algunos de los habitantes de Copiulemu.

Diario Concepción conversó brevemente con Raquel Pavéz, quien declinó hacer declaraciones, esgrimiendo razones de agenda señalando que “se estaban realizando otras actividades en pos de la mejora”, dijo.

Angélica Morales, vecina del sector, también comenta que existe una molestia en la comunidad. “No han dado una explicación a las personas sobre este problema tan grave que tenemos. El problema actual es que no hay agua, o muy poca, pero desde hace tiempo el gran problema que teníamos es la calidad del agua, eso afecta a muchas cosas, pero en especial al lavado de la ropa blanca que queda sucia, con barro” concluyó.

Salud y agua

Otro punto crítico del sector es el Centro Comunitario de Salud Familiar de Copiulemu (CECOSF), situado en la parte alta de la localidad, ubicación en que la emergencia se profundiza aún más, por la dificultad que conlleva que la poca agua que fluye pueda llegar hasta ese punto.

Consultados por Diario Concepción, sobre cómo ha sido el funcionamiento durante la emergencia, Angélica Reyes, enfermera a cargo del CECOSF, comenta que “hemos funcionado normalmente, salvo en una ocasión durante esta semana en que se debió suspender la atención y el funcionamiento normal por ese día, debido a la ausencia de agua potable disponible”.

Kenneth Clark, uno de los organizadores de la protesta del pasado miércoles, señala que el APR se ha ido deteriorando más y más hasta llegar al punto en que no hay agua.

Clark revela que se estaba gestionando la activación de un Plan Comunal de Emergencia (Alfa) que implicaría medidas para paliar la crisis, entre ellas, aumentar el número de camiones aljibe enviados desde Florida a Copiulemu.

Además, su participación en una reunión convocada para discutir y hacer frente a la emergencia, en que además estarían presentes algunos actores relevantes como la directiva de la APR, el director del Liceo de Copiulemu, el director de la Dirección de Obras Hídricas del Biobío (DOH) Claudio Morales Durán, entre otros, con la finalidad de buscar soluciones frente a la emergencia.

El director de la DOH se refirió a la actual problemática, señalando que “necesitamos en el mediano plazo recuperar esta infraestructura, tenemos un proyecto y ahora es necesario ver el tema de admisibilidad para poder licitar y el 2024 arreglar esta fuente para volverla a su estado original y mejorar el estándar”.

“A largo plazo, estamos buscando un estudio hidrogeológico de una nueva fuente para complementar esta. Hoy en lo inmediato, se dispondrán camiones aljibe por parte de la municipalidad y se elevarán Alfas (Planes de Emergencia) a través de los distintos organismos de salud y educación para que la delegación a través de Cenapred complemente lo que ya está apoyando el municipio, pero esas son efectivamente medidas acotadas que se van a evaluar”, finalizó.

Consultado por Diario Concepción si con las medidas a corto plazo se podría garantizar el normal funcionamiento de establecimientos críticos como liceos y centros de salud, el Director de Medio Ambiente, Prevención de Riesgos, Aseo y Ornato de la Municipalidad de Florida Raúl Parra Olivera, señaló que “no se puede garantizar nada porque esta es una situación dinámica, hay que ir evaluando cómo evoluciona la situación”.

“Lo que sí se puede garantizar es que vendrán camiones aljibe mañana y tarde enviados desde el municipio de Florida. Se levantará un Plan de Emergencia Alfa”, concluyó.