Trasplantados: destacan el valor de dar una nueva oportunidad de vida

La opción de ser donante de órganos muchas veces se ve opacada por mitos que lamentablemente abundan, por ello quienes han recibido esta opción de seguir viviendo, con su relato, llaman a reflexionar sobre el tremendo valor que existe detrás de esta acción.

Este miércoles se conmemora el Día Nacional del Donante de Órganos y Diario Concepción da a conocer las historias de tres personas que recibieron la solidaridad de otro. En ese sentido, la conversación sobre la importancia de la donación con la familia y los seres queridos es en gran parte lo que han llevado a cabo aquellas personas que han sido favorecidas por un nuevo órgano, en su impulso natural por dar testimonio del tremendo agradecimiento de haber contando con una ayuda que resultaba literalmente de vida o muerte y que les dio una nueva oportunidad para seguir adelante con sus anhelos y proyectos.

Cristian

Cristian Lagos a los 19 años fue trasplantado de corazón por un diagnóstico de miocardiopatía hipertrófica. Este joven de Los Álamos comenta que desde niño tenía ciertos dolores a los que nunca le encontró mayor explicación. “Sólo me decían que tenía que descansar cuando me dolía”, indicó.

Pero a los 18 años tuvo un episodio muy complejo en el que le diagnosticaron erróneamente una neumonia. “Me dio fiebre y estaba muy mal. Después empezaron exámenes más específicos, esto pasó más o menos en agosto del año pasado”, dijo.

Para Cristian todo se dio muy rápido, debido a que cuando le diagnosticaron la miocardiopatía y le avisaron a él en conjunto con su madre y su padre, lo internaron aproximadamente por un mes un medio en total, tiempo en el que también ocurrió el trasplante. Debido a que el diagnóstico necesariamente implicaba ser ingresado a la lista de trasplantes. “Me hospitalizaron una vez para todos los exámenes y ponerme en lista de espera. Nunca imaginamos que íbamos a llegar a esto, nos dijeron que había una alta posibilidad que podía salir todo bien, pero nos dijeron que podía haber un porcentaje pequeño y que igualmente podía salir mal, era todo incierto”, señaló Cristian Lagos.

Este joven recuerda incluso que en su familia pertenecen a la Iglesia Evangélica y que todos lo apoyaron con oraciones. Y en cuanto a la donación de órganos, Cristian destacó que “ellos son todos evangélicos y apoyarían esas decisiones porque al final son decisiones de cada persona. Ellos me dicen que oraban por mí porque llegaran un corazón”.

Hasta el momento Cristian Lagos comentó que lleva bien la recuperación y que espera el próximo año ingresar a la educación superior. “Yo quiero estudiar enfermería, yo quería estudiar de antes poder ayudar a la gente en el hospital y también contar mi experiencia”, afirmó el joven.

Marisol

Marisol Venegas de Hualpén tiene actualmente 60 años, a los 59 le indicaron que su hígado se encontraba completamente comprometido. “Ya a varias veces había caído al hospital, llevaba como un año, casi dos, en el hospital, hasta que me llegó el trasplante”, contó.

“Antes de trasplantarme, tenía un poco de ideas sobre la donación como nunca lo necesité, pero se supone que toda la gente tiene que estar al tanto de la necesidad de donar, pero muchas veces uno tiene como hace caso a los mitos”, comentó Marisol y destacó que ha conversarlo con su entorno, con su familia sobre la necesidad y lo importante que es poder dar vida. “Ahora ya tengo toda la familia informada, así que para que ellos como son donantes de los 18 años automáticamente, pero hay que informarle a la familia porque eso pase”, apuntó.

La espera por un hígado sano fue muy angustiosa para Marisol Venegas y afirmó que “ya mi hígado no quería funcionar cómo se puede decir, tuve varias crisis, fue un milagro que me haya llegado, porque incluso a mí me habían dicho que se podía demorar cuatro, tres años y me llegó casi seis meses”.

Muy agradecida de todo lo que significó el trabajo del equipo médico primero en el Hospital Higueras donde fue derivada para el Hospital Guillermo Grant Benavente, además de la donación del órgano, Marisol comentó que quiso saber por la familia que realizó la donación, pero le explicaron que esa información era confidencial.

“La donación es importante para salvar vidas. Yo ahora estoy súper feliz porque tuve una nueva oportunidad de vida”, manifestó.

En cuanto a su estado actual, Marisol comentó que no ha tenido complicaciones y que se está cuidando al 100% para que eso se mantenga así. “Estoy muy agradecida del hospital, estoy muy feliz y a la familia que donó. Yo llevo un mes de transplantada. La atención fue excelente, no tengo nada de que quejarme, fueron muy amables, muy bien el equipo”, indicó.

Gustavo

En tanto, Gustavo Viveros de 41 años de Yumbel comentó que hace 13 años fue trasplantado de riñón, comenzó las diálisis el 2010 por la nefropatía crónica. “Tuve la fortuna de encontrar un muy buen nefrólogo que fue muy claro muy explicativo, me atendí en el Hospital Herminda Martin en Chillán, con el nefrólogo Boris García. Él fue muy claro y muy educativo desde el minuto 1 a pesar de que de que constatamos la fallas renal y todavía quedaba un funcionamiento un 22% de un riñón”, sostuvo Viveros.

Primero fue sometido a una tratamiento previo para ser sometido al proceso de diálisis, se analizó la posibilidad de donante vivo, pero no se logró. “Yo soy una persona que trabaja, nunca paro, soy un padre activo, funcionario activo, metido en organizaciones. Todo eso, mas la complejización de estar medio vivo, medio muerto”, describió Gustavo sobre el tiempo en que no llegaba el riñón que necesitaba.

“Me parece que cualquier tipo de donación, siempre es positiva, desde muy pequeño que tengo claro eso”, estableció y agregó que en cuanto a la donación no sólo es necesario avanzar en un proceso legislativo, sino que también en lo educativo para no imponer un dolor agregado a las familias paciente posiblemente donantes.