Sobre ruedas: así avanza la integración de las nuevas conductoras del transporte público de Concepción

18 de Septiembre 2023 | Publicado por: Diario Concepción
Fotografía: Marco Vásquez

Treinta y siete mujeres se gradúan del Programa Piloto de Formación Laboral de Mujeres Conductoras del Transporte Público, desafiando estereotipos y aportando a la movilidad penquista.

Por Rodrigo Jiménez Baeza

Con la vista en la ruta, las manos al volante y un saludo cordial, nos recibe Ilka Knöpke Fohömann, quien lleva dos semanas al volante de uno de los buses de la línea Sol Yet. Ella es una de las conductoras profesionales graduadas a través del Programa Piloto de Formación Laboral de Mujeres Conductoras del Transporte Público, cuyo objetivo es capacitar a las mujeres y de esta manera, logren obtener su licencia de conducir profesional, para finalmente sumarse como conductoras del transporte público en el Gran Concepción.

El primer ciclo del programa que se inició en marzo, se extendió por cuatro meses y culminó el siete de septiembre con la graduación de treinta y siete mujeres de su etapa de capacitación. De este primer grupo, el 70% ya obtuvieron su Licencia A3 y con ello convirtiéndose en conductoras profesionales.

El programa está a cargo de la fundación “Trabaja Para un Hermano” (TPH) y es una iniciativa financiada por el Gobierno Regional del Biobío. Ilka es una de las tres conductoras que actualmente se encuentran contratadas en el transporte público penquista, mientras el resto de las mujeres que obtuvieron su licencia, se encuentran realizando su práctica en alguna de las líneas que operan dentro de los trazados del transporte público penquista.

Diario Concepción ocupó el asiento de copiloto y acompañó a Ilka en uno de sus recorridos. Lo primero que nos cuenta, es que, aunque no es nueva en la conducción, ya que lleva treinta años al volante de vehículos livianos, conducir una máquina de estas dimensiones es una experiencia totalmente diferente. “Es como aprender a manejar de nuevo casi” admite. Además, comenta que: “aunque es una experiencia nueva, pero no ha sido tan difícil, después de la inducción, ya me estaba enfrentando a los tacos y a las rutas normales” recuerda.

A medida que avanzamos y la máquina se detiene a recoger pasajeros, Ilka nos cuenta sobre el proceso de capacitación: “fueron cuatro meses que incluían el curso en la Escuela de Conductores, pero además tuvimos una cantidad de horas anexas de formación adicional en la fundación” señala. Además, destaca que no fue sólo aprender a conducir, sino también de desarrollar otras habilidades y competencias. “En la fundación (TPH) nos enseñaron muchas otras cosas, cómo tener una buena disposición con las personas durante los recorridos, controlar el estrés, y ganar confianza en la conducción. Fue mucho más que sólo aprender a manejar y obtener una licencia”, revela.

¿Qué opina el público? A Ilka se le dibuja una sonrisa cuando le preguntamos sobre la recepción que ha tenido de los usuarios. “Me llenan de flores”, ríe. “La verdad es que ha sido muy buena, la gente se sorprende a veces, pero de forma positiva. El público agradece un trato amable y para uno también es una experiencia totalmente nueva el tratar con gente, ya que no se trata sólo de manejar una micro”, dice. “Es una experiencia nueva en el día a día, cumpliendo una ruta, siguiendo horarios, cumpliendo con tiempos y tratando con las personas” comenta.

El transporte público en general no goza de muy buena reputación, por eso la gente agradece que llegue gente nueva, con paciencia, que se le de un trato amable, no solo manejar y cumplir con un horario, que es lo que hacen todos”, añade.

En el contexto de esta nueva experiencia de manejar un vehículo de pasajeros del transporte público, Ilka expresa su gratitud tanto a la fundación (TPH), como a su actual empleador, la línea de buses Sol Yet. “El apoyo que tuvimos en la fundación, sumado al respaldo que tengo en mi trabajo ha sido muy importante”, dice. “La fundación hizo un trabajo muy bueno evaluando las líneas de buses hasta encontrar las que tuvieran las mejores condiciones laborales para nosotras como mujeres, y que estuvieran dispuestas a aceptar conductoras”, señala.

Agrega que durante el proceso de capacitación, además del aprendizaje al volante, también se realizaron encuentros con la Seremi de Transporte, Seremi de la mujer y diversas charlas como parte de la formación adicional recibida. “El proyecto de la fundación (TPH) es muy completo, tuvimos charlas y pudimos hacer todas las consultas que quisimos. Se hizo un trabajo bastante grande para formar a conductoras profesionales, no solamente formar choferes con licencia, sino también se buscaba potenciar a las mujeres en esta actividad que es mayormente realizada por hombres” sostiene.

Sin embargo, como Ilka ha mencionado más de una vez “no se trata sólo de manejar una micro”. Así, mientras corta el boleto que le dará al viajero pronto a subir a la máquina, recuerda la etapa previa a ocupar el asiento de conductora, que fue el periodo de inducción, que implicó acompañar a un conductor guía para aprender los recorridos y observar la dinámica real antes de dar el siguiente paso. “Después del proceso de inducción inicial, comenzamos a conducir con el conductor tutor de copiloto, hasta que me tocó manejar sola por mi cuenta” recuerda.

“Empecé con turnos lentos los domingos hasta que ya hace una semana comencé a trabajar con turnos completos” comenta.

De regreso al centro de Concepción, nuestro recorrido llega a su fin. Nos despedimos de Ilka, quien comparte palabras finales valorando nuevamente la iniciativa que le ha permitido convertirse en conductora profesional del transporte público de Concepción.