Jornadas extensas, hasta atochamientos en la ruta, afectan el estado de salud de trabajadores. No existe proyecto de ley que aborde las condiciones de salud.
Por Marcelo Contreras Belmar
La salud de los choferes de locomoción colectiva se ve ligada a una jornada laboral que les implica pasar extensas horas frente al volante, siendo su único movimiento el de los brazos, junto al de las piernas con los pedales para conducir, sin caminar; permaneciendo sentados gran parte del día, lo cual puede afectar al largo plazo o causar otro tipo de enfermedades que se desarrollan con la falta de movimiento físico.
Debido a la experiencia que vivió el conductor de 38 años de la línea San Pedro del mar, derivada de un paro cardiorrespiratorio que sufrió mientras manejaba durante su jornada laboral, se abrió un debate sobre la salud de los trabajadores que permanecen largas horas al día sentados sin actividad física.
A nivel legislativo, no existe una ley que exija exámenes clínicos preventivos a los trabajadores del transporte público, solo se realizan frente a renovaciones de licencias de conducir y seguros de trabajo. La falta de estos chequeos evita que se logren identificar problemas de salud que puedan afectar tanto su vida laboral como personal.
Así lo explicó el senador por la Región del Biobío y presidente de la Comisión de Transporte y Telecomunicaciones de la Cámara Alta, Enrique Van Rysselberghe. “Actualmente no existe ningún proyecto de ley que aborde el tema de las condiciones médicas de los choferes de la locomoción colectiva. A nivel normativo, sólo existen los requisitos propios de la licencia profesional y que deben ser cumplidos cada vez que esta se renueva”, detalló.
“De la misma forma, cada empresa debería tener chequeos médicos periódicos para cumplir con los seguros privados que debieran tener para sus máquinas y servicios. Pese a lo anterior, este tema será planteado al ministerio para que sea abordado en las próximas licitaciones del transporte público que se realizan a nivel nacional y, particularmente, en nuestra región”, concluyó el senador.
En relación a lo anterior, dirigentes de la locomoción colectiva del Gran Concepción expresaron sus opiniones frente a esta situación que afecta la salud de los trabajadores del transporte intercomunal.
Arturo Giusti, presidente de la Federación Gremial Interregional del Transporte de Pasajeros explicó que “en realidad, nunca se han realizado exámenes de salud previos al contrato de algún conductor al margen de que su licencia y su salud sean las indicadas para tal efecto”.
Por su parte José Coronado, vocero regional de la Coordinadora de Conductores de Chile dijo que aparte del natural estrés que conlleva esta función a eso se suma las condiciones del tránsito y calidad de las calles. “Por ejemplo en las calles Chacabuco, Roosevelt, Juan Bosco se implementaron ciclovías que angostar la calzada. Se mantienen tacos enormes en esas calles con todo el desplazamiento que va hacia el sector poniente de la ciudad. Esto genera problemas en el conductor, al verse sobrepasado por estos tacos que ya son habituales”.
“Si tú tienes que cumplir un horario vas a tratar de avanzar rápido, si no, pierde vueltas lo que significa que vas a terminar más tarde tu turno tu trabajo, terminando su recorrido alrededor de las 10 pm, esto por intentar cumplir la cantidad de vueltas que exigen las empresas para validar el día de trabajo y a partir de eso puedes permanecer de 14 a 16 horas atrás del volante”, concluyó el vocero regional.
Los problemas tanto personales como laborales que involucran la salud de los trabajadores a nivel nacional pueden solucionarse o prevenirse. Institutos de salud están abiertos a realizar exámenes a quienes pertenezcan a dichas asociaciones.
En su gran mayoría, dichas instituciones realizan evaluaciones ocupacionales de salud apelando a las medidas preventivas de la salud, donde realizan evaluaciones a sus condiciones médicas e identifican los factores de riesgos, tanto personales como de exposición en su área de trabajo, de cada trabajador. Desde las organizaciones correspondientes a la salud como la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) estas evaluaciones contribuyen a la gestión de una cultura preventiva dentro de las organizaciones laborales.
Estos exámenes tienen como finalidad determinar si el estado de salud fue ocasionado por el ambiente laboral, ya sea por exposición a algún elemento, sobre exigencia en los tiempos trabajados o por una condición personal. Con estos diagnósticos se puede prevenir accidentes tanto para el hacendado como para otras personas, si el trabajo implica involucrarse con público.
Estas evaluaciones médicas, según las entidades correspondientes como ACHS e ISL entregan una vigencia de validez que tienen los exámenes médicos, siendo de 3 años para trabajadores y trabajadoras menores a los 40 años, 2 para quienes tengan una edad igual o superior a 40 hasta los 55 años y una validez de 1 año a quienes son mayores a 55.