Exdocentes del Liceo Enrique Molina recuerdan su paso por la institución bicentenaria

09 de Agosto 2023 | Publicado por: Cecilia Bastías
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Como una familia y un semillero de grandes talentos, este grupo de profesionales destaca los 200 años de vida del EMG, y buscan la forma de seguir relevando su aporte.

Muchos han partido hace varios años del Liceo Enrique Molina Garmendia (EMG). Algunos buscando nuevos rumbos, otros por jubilación. Pero en gran proporción siguen contactándose, en especial a través de la Agrupación de Ex Funcionarios del Liceo Enrique Molina.

En gran medida, movidos por la nostalgia y por el apego a lo que sigue siendo su vocación, intentan continuar cerca de la institución, para ofrecer lo que esté en sus manos para aportar como siempre.

Hoy la institución cumple 200 años de vida, y tres de sus exintegrantes docentes se refieren a lo que ellos llaman un momento histórico.

La profesora de Castellano, Elena Díaz, trabajó desde 1952 hasta 1981 en el EMG. Comenzó a los 22 años de edad y una de sus primeras misiones fue el proceso de admisión de estudiantes.

“En el colegio había alumnos internos, recuerdo que había un niño que su familia era de Punta Arenas, cuando yo le dije que eso era muy lejos, se puso a llorar. Le pregunté qué hacía los sábados y domingos, me dijo que se quedaba en el liceo o salía dar una vuelta, con sólo 11 años. Le respondí, aquí tienes muchos amigos que te van invitar a tomar once sábados y domingos. Y los sábados tenía invitación, muy lindo gesto”, comentó Díaz agregando que se trataba de un lugar muy familiar, dónde los estudiantes más grandes del internado protegían a los más chicos.

Como una nube de inteligencia define Elena Díaz a lo que rodeaba al liceo. “Creo que los profesores en mi tiempo descubrimos que en realidad habían muchachos muy talentosos y entonces pensábamos qué podíamos hacer, y concluíamos que lo que había que hacer es estudiar siempre. Nadie debe llegar a la clase a improvisar (…) éramos estudiosos”.

Díaz además detalló que le hizo clases a los alumnos que más tarde conformaron el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

En tanto, Carolina Carrasco profesora de historia comentó que llegó al liceo en 1992 y trabajó ahí hasta 2017. “Fue una hermosa experiencia, mi vocación es ser educadora, fueron 26 años y el liceo fue mi segundo hogar y mis hijos prácticamente se criaron ahí. Con los colegas éramos muy unidos y preocupados por los demás y con los administrativos y estudiantes y los apoderados. Era una familia grande”, apuntó.

La profesora Carolina Carrasco, es actualmente la presidenta de la Agrupación de Ex Funcionarios del Liceo Enrique Molina Garmendia, donde participan profesores, administrativos y auxiliares. Algunos jubilaron en el liceo.

“Nos reunimos en un almuerzo o en una once al menos 4 veces al año. En marzo o abril. Nos juntamos para celebrar que pasamos agosto, en octubre para celebrar el día del No Docente y el 16 de octubre el Día del Profesores”, indicó.

A los ex funcionarios del Liceo Enrique Molina Garmendia, en general los une un gran sentido de pertenencia y una necesidad de recordar sus momentos de lucha en común por la superación de su alumnado. “Cómo trabajamos con personas, hacemos una actividad social, somos casi psicólogos y de repente dejamos de hacer eso, de pronto nos sentimos un poco solos”, dijo Carrasco.

Para Carolina es muy valorable que a pesar de haber llegado a ser un colegio tan grande donde había casi 2 mil 700 estudiantes y 100 profesores, siempre estaban preocupados unos de otros. “Si es que había uno enfermo, teníamos una unidad de bienestar que funcionaba y por eso éramos como una familia, esas cosas que se han perdido ahora en general, somos más impersonales. No era todo perfecto, pero siempre había una solución”, sostuvo.

En el caso de la profesora Carrasco, decidió retirarse el 2017 y sin esperar el bono de retiro, el que probablemente seguiría esperando, según comenta.

En cuanto al acto conmemorativo de la agrupación, Carolina Carrasco comentó que este se realizará el próximo 18 de agosto, en el Aula Magna. Después de eso habrá un almuerzo en el Club Concepción, a las 13.00 horas, con ex funcionarios y con adhesión los ex alumnos que deseen participar.

Respecto de sus recuerdos en el liceo, Iván Becerra profesor de física contó que empezó a trabajar en octubre del año 1977 y trabajó hasta el 2020. Ejerció muchos años como profesor jefe y también como profesor de la asignatura. “El 2018 tuve que asumir como director o rector interino por un semestre. Fue una experiencia muy rica, uno se va sintiendo parte de una segunda familia”, indicó.

Esta nueva etapa de su vida como jubilado para Becerra no ha sido tan fácil en la adaptación. “Siempre he dicho que los que trabajamos bajo el techo liceano somos una familia. Siempre hay altos y bajos, pero sumando y restando uno se queda con el crecimiento para uno como persona”, afirmó.

El hecho de ser profesor jefe, para Iván Becerra le entregó la posibilidad de conocer a los apoderados y con ello también se sentía comprometido con toda la familia. “Tuve buenas relaciones con los alumnos, algunos con los que me encuentro hoy. A veces me saludan y no los reconozco porque están más adultos”, dijo.

“Fue una tarea en común cada uno en su distintas áreas, cada uno desde su especialidad tratando de ser una aporte para los estudiantes, no solamente pensando en que ingresaran a la universidad. También inculcar valores, educar en democracia y para la democracia. De hecho del liceo salieron muchos estudiantes que son líderes políticos. Personas que pudieran integrarse constructivamente en la sociedad”, afirmó Iván Becerra.