Así lo confirmaron desde el Servicio de Salud Concepción. Parlamentarios abogarán porque recursos se aseguren, además de contar con una buena práctica y evitar consecuencias físicas en los usuarios.
“Tener un hijo es, al menos para mí, un anhelo y un regalo. Luché muchos años por ser madre y tras tratamiento de fertilidad lo logré. Mi hija nació por cesárea y me cortaron todos los músculos de la guatita, pero quedó una masa de carne y grasa que colgaba en mi estómago y que me generaba dolor, ardor e, incluso, heridas. Hice ejercicio, pero nada fue suficiente. La abdominoplastía fue mi solución en 2019”.
El relato corresponde a una penquista de 48 años, que prefiere ser identificada sólo como Amanda, y quien hace 4 años se sometió a una cirugía, a través del programa de Fonasa Guatitas de Delantal. “Me cambió la vida. Puedo ponerme pantalones sin tener que usar poleras largas. Ya no me da vergüenza de mirarme al espejo”, aseveró.
Como Amanda, en la provincia de Concepción sólo 50 personas han accedido desde 2019 hasta ahora a una abdominoplastía gracias al programa de Fonasa orientado a sus usuarios, de cualquier sexo, que sean menores de 55 años, y con un índice de masa muscular inferior a 30; o bien, entre 55 y 65 años con un IMC menor a 27.
A nivel de servicios, el de Talca huano detalló que en el Hospital Las Higueras se han realizado 6 abdominoplastias a personas que cumplían las condiciones y que fueran parte programa Elige Vida Sana. En tanto, desde el Servicio de Salud Concepción se indicó que desde 2019 se contabilizan en su jurisdicción cerca de 20 intervenciones de este tipo. La mayoría corresponden a usuarios entre 35 y 54 años de edad.
Claudio Baeza, director del Hospital Regional, indicó que entre 2019 y 2022 el programa de cirugías Guatita de Delantal se ha desarrollado en el Hospital Guillermo Grant Benavente, sistema al que han accedido 80 mujeres entre 18 y 64 años, que han sido derivados desde atención primaria y que cumplen con una serie de criterios.
“Es un programa muy importante porque apunta a dar respuesta a una necesidad que fue planteada por varias agrupaciones de mujeres (…) que no sólo mejora una condición de salud, produce una mejora sustancial de la autoestima. Tiene un beneficio en la salud que va más allá del orden estético, es un beneficio psicológico que además disminuye los riesgos cardiovasculares en las personas”, dijo el director del nosocomio.
El cirujano plástico Rodrigo Vielma, que durante su larga trayectoria ha realizado más de 2 mil cirugías de la llamada guatita de delantal, de las que más de 200 corresponden a pacientes severos llegando a 9 kilos el abdomen de mayor peso que ha retirado, explicó que la guatita de delantal se produce en la zona abdominal anterior, a la altura del ombligo, producto de embarazos múltiples, así como de obesidad y una posterior baja de peso.
La pared abdominal se distiende, haciendo presión sobre la pared abdominal anterior y generando que, con el tiempo, los músculos se relajan. “Cuando ya nació el bebé o la persona bajó de peso la pared abdominal queda flácida y cae con la gravedad, da la impresión de un delantal antiguo, cae sobre el abdomen y llega hasta la zona del muslo”.
Abdominoplastía o dermolipeptomia abdominal es el nombre de la llamada cirugía, que según Vielma, se ha realizado por años en Chile, pero que antes se conocía como: lipodistrofia abdominal, dermatochalasis abdominal o flacidez de la pared abdominal, pero que el concepto de guatita de delantal se ha acuñado en los últimos 10 años.
Indicó que cualquier persona que no se sienta conforme con su abdomen, o bien, que presente pliegues en la zona abdominal inferior, dermatitis crónica y exceso de “transpiración, que hace que la piel cambie de color y que se sobreinfecte con hongos es, sin duda, candidata a la operación, siempre y cuando cuente con sus exámenes pre operatorios y un electro cardiograma normal (…) y que no tenga una contraindicación de enfermedades crónicas se puede operar. La edad no imposibilita la operación, sino la condición de salud”, aseveró.
También, en casos que el peso impida que la persona pueda vestir adecuadamente una blusa o un pantalón la cirugía es una opción. “Así como ante cualquier condición psicológica de la paciente que menosprecie su figura y que sienta que hay un menoscabo en su imagen corporal y que esto le afecta en sus relaciones personales o con la sociedad es el momento de acudir a un cirujano plástico para hacer una abdominoplastía”.
Tanto la falta de recursos para cancelar las operaciones como la gran cantidad de criterios excluyentes hacen, según la Agrupación Guatita de Delantal, que desde 2019 sólo se hayan realizado 80 de estas cirugías en toda la Región.
Para Flor Mellado, presidenta regional de la Agrupación “en cada una de las 33 comunas de la Región tenemos un mínimo de 50 personas que necesitan una abdominoplastía, son más de mil 600 personas en Biobío que requieren ser sometidos a la cirugía. Sólo en la provincia de Concepción son cerca de 200 las personas en espera”.
“El programa nunca tuvo recursos. Fuimos al Congreso en 2022, logramos que se incluyera en el presupuesto 2023, se asignaron 2 mil 900 millones para realizarlas en todo el país, pero los cupos para Biobío fueron mínimos, sólo dieron 16”, dijo la dirigenta.
El director del Servicio de Salud Concepción, Víctor Valenzuela, confirmó que cerca de 200 esperan acceder al beneficio en la Región, asegurando que la Red Asistencial “creará las condiciones junto a los alcaldes y los jefes de las DAS, para que estos usuarios, si cumplen con los requisitos, puedan ingresar al programa mediante la Atención Primaria”.
En cuanto a los tiempos de recuperación el cirujano plástico Rodrigo Vielma afirmó que pueden ir de uno a dos meses, dependiendo de la cicatrización. “Existe licencia médica para esta operación de 30 a 60 días porque es una gran cirugía, una gran incisión, hay que hacer manejo kinésico y de enfermería de la cicatriz, que en general va de lado a lado (…) requieren de gran reposo”.
“Infecciones, hemorragias, desidencia de puntos, se pueden abrir, puede haber filtraciones o fistulizaciones, como cualquier cirugía existe mucho riesgo quirúrgico”, sumó.
El cuidado y reposo del paciente es vital y debe ser de al menos un mes, que sea relativo y que no incluya los quehaceres del hogar al menos por 3 semanas. “Si no hace un buen reposo se va a encontrar en que va a salir un líquido por la herida, un seroma, líquido que está bajo la piel y que evita que la piel, o la grasa y el tejido se pegue al musculo (…) deben cumplir con el uso de fajas de contención para apretar la pared abdominal, así como tomar los analgésicos y antibióticos”, dijo.
El senador Gastón Saavedra aseguró que es necesario organizar de mejor forma los procesos para la admisión en el sistema de salud de este tipo de cirugías. Saber a ciencia cierta cuántas son las personas que pueden acceder a estos beneficios y recalcó que no es sólo un tema estético, sino también de salud y mental porque influye en el desarrollo de la persona y en su autovaloración.
Aseveró que el Ministerio de Salud debe aportar con los recursos necesarios para contar con horas médicas de especialistas y cupos.
Cabe destacar que, además de los recursos que a nivel ministerial se puedan entregar, el Gore Biobío, entregó $2 mil millones que beneficiarán a más de 544 personas de la Región, que por años han encabezado las listas de espera de cirugías no GES entre las que se contemplan 110 abdominoplastia, 112 cirugías de juanetes, 230 prótesis de rodilla, 69 reconstrucción mamaria y 23 vasectomía.
Pasando a una arista distinta, el senador Saavedra aseguró que en caso de mala praxis lo correcto es que el profesional involucrado responda ante la justicia y que sea sancionado.
“Estos casos con heridas abiertas por meses deben fiscalizarse, no sólo por el daño a las pacientes, el trauma y dolor que les produce, sino además porque las cirugías se están pagando con recursos de todos los chilenos. Espero que todos entiendan que la medicina no puede ser un vil negocio”, dijo el senador Saavedra.
En tanto, el diputado DC e integrante de la Comisión de Salud, Eric Aedo, afirmó que “hay una enorme lista de espera de personas que requieren una cirugía, que están situaciones muy complejas, con temas de cáncer o cardiovasculares que requieren prioridad de Salud, lo entendemos y, así lo hemos transmitido a las mujeres de las agrupaciones Guatita de Delantal (…) No las hemos olvidado, sabemos que requieren una intervención quirúrgica que además de resolver el problema físico, obviamente, tiene impacto en su calidad de vida”, dijo.
Entre los candidatos a la operación también están quienes se encuentren en el grupo 5 de la clasificación de Bozzola, es decir, quienes tienen piel excedente sobre y bajo el ombligo, exceso de grasa abdominal en flancos y región lumbar.
Eso sí, no todas las personas con estos problemas son candidatos a la cirugía. Desde Fonasa indicaron que existen criterios excluyentes como: embarazo, post parto antes de 6 meses y con lactancia detenida, esquizofrenia, enfermedades oncológicas y dermatológicas activas en el área a intervenir. Así como quienes tengan más de dos patologías crónicas no compensadas.
Asimismo quedan fuera del programa quienes sufran una enfermedad psiquiátrica descompensada, un índice de masa corporal mayor a 30 y tabaquismo. El paciente debe dejar de fumar al menos 4 meses antes y se considera a un fumador a una persona que consume 3 cigarros a la semana o más.
Además, existen criterios transitorios de exclusión como una patología crónica descompensada, que requiera tratamiento previo a la cirugía, sufrir coagulopatía y, en ese caso deben suspenderse los fármacos anticoagulantes un mes antes de la operación, así como quienes sufren estrogenoterapia, post parto antes de seis meses y lactancia activa, uso de anticonceptivos orales debe ser suspendido un mes antes, suspender cuatro meses antes el consumo de tabaco y que no exista planificación de nuevo embarazo.
También existen criterios relativos de exclusión como los queloides, a no ser que el paciente entregue el consentimiento para operar, a pesar del riesgo. Así como tener una hernia abdominal mayor a 3 centímetros y enfermedad bipolar en tratamiento.