La posibilidad de construir un viaducto que permita unir el lado norte y sur de la ribera pero a través de un diseño soterrado es visto como una opción que debe comenzar a analizarse y no ser descartado por su alto costo. Así se sostiene desde distintos sectores de la zona. Lo importante, señalan, es pensar este tipo de obras dentro de un plan de infraestructura para el Concepción Metropolitano de los próximos 50 años.
En los últimos meses, por distintas razones, los puentes que cruzan el río Biobío han sido protagonistas de la noticia y han recordado que a veces, ese paso que resulta tan natural, aunque no tan expedito, entre una y otra ribera, es frágil.
Ejemplo de ello fue la falla del Puente Ferroviario que obligó a suspender el servicio de trenes, por el viaducto, por 4 meses; y a la interrupción por media jornada en pasado junio debido a la crecida del río por las lluvias desde la cordillera.
Por ello, surge la inquietud de pensar si ¿Será posible contar con un túnel que una Concepción y San Pedro de la Paz bajo el lecho del Biobío, de manera subterránea?
Y aunque la idea resulte un poco fantasiosa, lo cierto es que no hay que remitirse al clásico ejemplo del túnel vial que existe bajo el Canal de La Mancha, y que permite conectar Reino Unido con Francia.
De hecho, en la Región Metropolitana la autopista AVO cuenta con una red de túneles de una extensión total de 1,8 kilómetros. Y qué decir del casi centenario túnel Las Raíces en la Región de la Araucanía, con sus 4,5 kilómetros de largo.
Por ello, lo primero que dice Pedro Ramírez, presidente del Colegio de Ingenieros de Concepción, es que una obra de este tipo es viable.
“Eso es posible hacer desde el punto de vista técnico e ingenieril, pero el tema es el costo. Claramente es más barato construir puentes”, sostiene.
Y es que pensar en cruzar el Biobío “por abajo” es una idea seductora, pero que enfrenta de entrada el tema de la inversión, pero que a juicio de Ramírez, es necesario analizar con una mirada de futuro.
“Es una opción empezar a conversar sobre esta alternativa (…) Ahora, no se puede tomar la decisión solamente por el riesgo de las inundaciones (como las ocurridas el pasado junio), sino que también por el tema del flujo que de la rentabilidad social adecuada, y eso creo que todavía faltan muchos años acá, pero no descarto que hay que comenzar a soñar hoy día esa alternativa”.
Donde hay coincidencia es que todos quisieran cruzar y circular de un lado a otro del río de manera más expedita. Naturalmente desde el mundo empresarial, agrupada en sus gremios tiene una mirada sobre esta alternativa de pensar en un paso ya no en superficie del Biobío sino soterrado.
Y tal como lo planteó el Colegio de Ingeniero en la zona, desde la Cámara de la Producción y el Comercio local (CPC-Biobío), David Fernández, presidente del Comité de Infraestructura y Logística, lo ve posible, pero en un par de décadas más.
“Desde el punto de vista de la ingeniería, plantear la idea de un túnel subterráneo que atraviese el Río Biobío sí es factible. Además, hay evidencia en otros países que han optado por esa propuesta de infraestructura (…) La clave está en cuantificar un proyecto de esa envergadura, analizar las ventajas, las desventajas, los beneficios sociales y costos sociales que podría producirse, y también cotejarlo con el escenario actual, porque nosotros tenemos condiciones de borde que nos generan el contexto para este tipo de obras, y eso podría hacernos pensar que puede ser una buena idea, pero a lo mejor no ahora, sino en 50 o en 100 años más”, apuntó.
Y pese a lo que se pudiera pensar desde el sector público, en particular desde el Ministerio de Obras Públicas, su representante en la región, el seremi Hugo Cautivo, se mostró receptivo a la idea, y planteó que es necesario repensar, por distintos factores, el tipo de infraestructura que la zona necesitará construir para sostener su crecimiento y lograr una mejor calidad de vida en las próximas décadas.
“En el caso de la zona el tema de la construcción en túneles tiene un desafío por la naturaleza del tipo de suelos con que contamos, sobre todo pensando que en algún momento se ha planteado el tema que la conexión del río o Biobío no se haga en superficie sino que se haga bajo el río. Eso es parte de las cosas que en algún minuto se han abierto debates, pero que insisto, en el caso de nuestra región presenta desafíos muy particulares para la ingeniería, para la técnica constructiva, para la materialidad con la cual se construye”.
“Ahora ¿es un debate válido? Es un debate válido, en el cual creo que la academia tiene mucho que contribuir. Nosotros estamos siempre muy receptivos a que en esto podamos generar reflexiones que apunten a un tema que siempre es muy importante para el estado, y que son los temas de mayor eficiencia e innovación” destacó Cautivo.
En el Gobierno Regional, la mirada está puesta en el corto plazo y de una manera “más aterrizada” . Así lo plantea Óscar Ferrel, jefe de la División de Infraestructura y Transportes, quien entiende que antes de pensar en una obra como esa hay que generar un piso mínimo de infraestructura para resolver la coyuntura actual y que un túnel bajo el río no está en ellas.
“El problema no está en los puentes. Los puentes tienen todavía capacidad para más, pero lo que tú necesitas es que la llegada a ellos sea más expedita. En el fondo, que tú puedas elegir el puente “, precisa el representante del Gore.
“Hoy como no está terminada la costanera Norte (Concepción-Chiguayante- Hualqui), ni la Costanera Sur (desde Puente Bicentenario a Puente Industrial) no tienes la elección de elegir el puente”, aseveró.
“Las personas que vienen de Coronel ingresan al Puente Juan Pablo II y no tiene opción de elegir, porque viene atoradas en el taco y se salen de él a penas pueden (…) Creo que los esfuerzos tiene que ir por consolidar una vialidad que permita elegir el puente de acuerdo a donde tú vas a ir, porque si vienes de Coronel y vas a Hualpén es distinto que si vienes del mismo Coronel y vas a Chiguayante y esa posibilidad de elegir es la que no está hoy”, apunta Ferrel.
La apuesta estaría entonces, a su juicio, en una armonización de la infraestructura que es lo que en definitiva carece la zona hoy y tras llegar a ese punto se podría pensar en una opción como la de un túnel que cruce el río, indicó.
“Si después de hacer eso, estuviéramos colapsados igual, ahí yo pensaría seriamente otro tipo de opciones como la que se plantea (túnel), pero esa es la última opción posible y uno trata siempre de evitarla porque el costo involucrado en ese tipo de soluciones te deja fuera de rango”.
En la misma línea del ordenamiento, pero un paso más allá está, Claudia García Lima, académica del departamento de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Concepción (UdeC), cree que este tipo de tipo de proyectos es perfectamente posible de pensar y evaluar, pero antes es necesario definir ¿Cuál es el tipo de ciudad que queremos construir? y ¿Cuál es el Gran Concepción en el que queremos vivir? Porque es eso lo que permite definir el tipo de infraestructuras que se requerirán en las próximas décadas.
“La verdad es que ninguna idea es descabellada siempre y cuando nosotros sepamos a dónde queremos ir con ella, qué tipo de ciudad queremos tener. Entonces ahí uno va encausando esas ideas y ahí uno puede obtener con mayor claridad el costo/beneficio de ellas”, expresó la también ex seremi de Transportes y Telecomunicaciones.
“Si hablas de un túnel por debajo del río, este elemento más aislado como lo es dicha estructura, uno va a pensar ‘es una locura’ por la tremenda obra de ingeniería, pero yo estoy por una mirada más integral, más holística si se quiere, sobre lo que queremos para la ciudad”, reflexionó.
Por ello, más allá de si es caro no y si es ahora o en cincuenta años cuando una idea como un túnel carretero se construya en la zona, la académica remarcó que lo primero es definir cómo se hará crecer el Concepción Metropolitano, hasta dónde, si se densificará en altura y de qué forma entre otras preguntas, que se resumen en analizar si el desarrollo de la ciudad es el adecuado o no.
“Centramos la discusión en que si queremos metro, si queremos ensanchar o queremos más vías, si queremos más Biotrén, pero nunca nos preguntamos si queremos seguir con el rumbo que está tomando nuestra ciudad, esa pregunta no la hacemos”, cerró la también Magíster en Ciencias de la Ingeniería, mención Ingeniería Civil, Área Transporte Urbano.