Rector Saavedra: “Nunca más en Chile generemos las oportunidades para que se repita una situación como esta”
10 de Julio 2023 | Publicado por: Noticias UdeC
En seminario organizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile sobre lecciones para el presente y el futuro -a raíz de los 50 años del golpe de Estado- el Rector de la UdeC reflexionó sobre la importancia del respeto irrestricto a la dignidad humana, potenciar la participación ciudadana y la preocupación permanente por la memoria histórica.
En el tercer seminario 1973: A 50 años del golpe de Estado. Lecciones desde el pasado, para hoy y el futuro – mirada de rectores, organizado por el Centro para el Diálogo y la Paz de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la máxima autoridad de la Universidad de Concepción, Dr. Carlos Saavedra Rubilar, expuso junto a sus pares de las universidades Tecnológica Metropolitana, de Santiago, de Aysén y la propia UC, en la sede central de esta última casa de estudios; encuentro que moderó la Premio Nacional de Historia 2018, Sol Serrano Pérez.
Al iniciar su alocución, el rector Saavedra recordó a Edgardo Enríquez Frödden, quien estuviera a la cabeza de la UdeC en los años previos al golpe de Estado hasta asumir como ministro de Educación. Posterior al 11 de septiembre de 1973, Enríquez Frödden fue detenido, relegado y exiliado, sufriendo la pérdida de hijos, por lo que enfatizó en el rol que ejerció dicha autoridad, quien siempre destacó por su compromiso con el quehacer público, característica que la UdeC mantiene intacta hasta estos días.
Junto con hacer un análisis del contexto internacional y de cómo se vivieron procesos previos al 11 de septiembre de 1973, el rector de la UdeC señaló que algunos de los elementos que desencadenó al golpe de Estado en Chile, fue la pérdida de confianza y respeto a la instituciones, y la deshumanización de los adversarios, construyendo juicios negativos para transformar a esos adversarios en enemigos irreconciliables. “En períodos donde no existían redes sociales, no existían estas redes de odio, se fue capaz de construir a partir de lo que existía en ese tiempo, estos estereotipos, deshumanización, pérdida de respeto por el otro y no encontrar los espacios de conversación y análisis de manera de garantizar que no hubiesen ocurrido este tipo de situaciones en el país”, sostuvo la autoridad UdeC.
Aprendizajes para el presente y el futuro
El rector Saavedra reflexionó que aún en estos días es difícil encontrar espacios de diálogo y voces reparadoras, por lo que una de las primeras lecciones que debe sacarse de este período de la historia, es que no existen justificaciones para repetir lo sucedido con acciones que atentan contra la dignidad humana, por lo que hizo una invitación a que “nunca más en Chile generemos las oportunidades para que se repita una situación como esta”.
Junto con lo anterior, llamó a enfrentar las heridas que siguen abiertas y que las universidades sean actores clave en la generación de memoria histórica. “No podemos renunciar a la posibilidad de justicia y reparar, y como país debemos mantener una preocupación permanente por la participación ciudadana y la divulgación de la memoria histórica, en la apertura y en la escucha del camino del diálogo como la solución democrática y pacífica de los conflictos”, señaló.
La máxima autoridad UdeC destacó además la participación que la casa de estudios ha tenido en el actual proceso de reforma constitucional, acompañando las audiencias públicas y haciéndose parte de una discusión crucial y necesaria para el país.
La mirada de los pares
El rector de la Pontificia Universidad Católica y anfitrión del encuentro, Ignacio Sánchez Díaz, concordó con el rector Saavedra sobre la necesidad de no olvidar lo que ocurrió en esos años. “Memoria y reparación son absolutamente necesarias para seguir avanzando en justicia y verdad”, teniendo así una mirada de futuro sin olvidar el pasado.
Por su parte, los rectores de las entidades estatales presentes, coincidieron en la necesidad de diálogo entre las instituciones de educación superior y que las universidades no deben olvidar los derechos humanos como un tema transversal en el proceso formativo que desarrollan.