Nueva regulación y altos costos para acceder a mejores tecnologías van a obligar a cambios en la forma en que las actuales líneas se conforman, pasando de lógica de un bus, un dueño a la de accionista de las empresas operadoras, algo que implica un cambio cultural.
El pasado 15 de noviembre en el lanzamiento del “Proceso de Transformación Tecnológica para el Transporte Público de Regiones” organizado por el ministerio de Transportes con el apoyo de Invest Chile, que es la agencia encargada de atraer inversión extranjera al país, el jefe de la División de Transporte Público Regional (Dtpr) del MTT, Alan Sepúlveda señaló hacía donde quiere la autoridad impulsar el desarrollo de la industria del transporte público de pasajeros, en especial en la zonas más pobladas del país.
Y entre lo expresado como aspiración está en avanzar en la regulación de los servicios a través de los Perímetros de Exclusión, que incorporan una serie de exigencias a los prestadores e introduce nuevas tecnologías para la gestión de las flotas de buses como lo son el posicionador satelital, videocámaras que permiten, por ejemplo, conocer en línea el recorrido de una máquina tanto para la autoridad como para los usuarios a través de la aplicación RED de Movilidad.
Pero hay más, porque el ministerio de Transportes está impulsando con mucha fuerza la incorporación de buses eléctricos, que son de un estándar superior a los actuales, pero que también son varias veces más caros que los actuales buses a combustión interna.
Por ello, la tendencia natural es que los prestadores de servicios u operadores sean empresas de mayor tamaño, lo que va a obligar a un cambio en la forma en la que están organizada parte de las actuales líneas.
Es decir, se pasará de la figura de un bus igual a un empresario a la de un accionista de una empresa que presta el servicio de transporte público de pasajeros en un determinado trazado.
Ante este escenario que va a generar un cambio importante en la industria, Luis Quiroz, presidente de la Alianza Gremial del Transporte de Pasajeros a la que pertenecen las líneas Las Galaxias, Ruta Las Playas, Vía Láctea, Vía Futuro, Pedro de Valdivia, Rengo Lientur y Buses Tomé, sostuvo que si bien se trata de una nueva forma de encarar el negocio y que propone enormes desafíos, estos serán graduales y que en el caso del Perímetro de Exclusión este no obliga a las líneas a terminar con la actual manera de organizarse.
“La lógica es la misma con el sentido de que cada vez más las empresas van a tener que profesionalizarse en virtud de traer buses de mayor calidad -eléctricos, por ejemplo- y que ahí no se va a poder hacer en forma individual prácticamente. Van a ser las empresas las que adquieran estos buses”, sostuvo Quiroz.
Y es que ese es precisamente el punto, dado que los actuales costos para incorporar nuevas tecnologías son mayores, se hace prácticamente imposible que un microempresario de la locomoción colectiva pueda solventar por si solo una inversión de 170 o 220 millones de pesos que es lo que cuesta un bus de estándar RED, como los que está exigiendo el ministerio; de piso bajo, con acceso universal, aire acondicionado, wifi y puertos usb para recarga de teléfonos móviles.
Y en este sentido, el representante de la Alianza del Transporte indicó que una parte importante de las líneas ya opera con la modalidad de que los dueños de los taxibuses son accionistas y que el porcentaje que no lo es menor. Lo que sí plantea el dirigente gremial es que lo que habrá es cambio en una manera de hacer las cosas, de llevar el día a día.
“La gran mayoría de las personas que están ligadas a la explotación de los buses, ellos ven como su negocio se les está perdiendo, porque más allá de que piensen que es positivo el tema, ellos lo que quieren resguardar es que la explotación del vehículo mismo este ligado de alguna forma a su posibilidad de trabajo, yo creo que ahí está un poco el desafío”, plantea Quiroz.
Algo similar en la línea de que se trata de una variación sustancial a una práctica histórica de “hacer micro”, expresó Carlos Essmann, asesor de la Asociación Provincial de Dueños de Taxibuses, quien cree que los empresarios, quien ve que es necesario una rápida adecuación porque la electromovilidad y la nueva regulación para el sector ya son una realidad y en la zona debutaran ambas en poco más de un año.
“Creo que es un cambio más bien inevitable, dado que el modelo microempresarial y de pequeños empresarios que ha durado muchos años, cumplió y funcionó dando vida a una serie de líneas y a muchos empresarios que han vivido de esa actividad por varias décadas, pero hoy día las exigencias, la forma de hacer transportes y los costos que involucra la operación (…) sin duda que la realidad del microempresario se le hace difícil que pueda sostener”, expresó.
Essmman a punta justamente a una realidad que se vive aún de manera amplia en el sector y es que el dueño de un taxibus maneje su propia máquina, una práctica arraigada en el sector mixcrobusero y que va a tender a desaparecer.
“Aquí es precisamente donde las líneas tienen que, la dirigencia responsable de la gestión y dirección de ellas, tienen que ir conversando de tal manera que el empresario pase a ser un accionista, nadie dice que tiene que salir de la actividad y no ser parte de la propiedad de estas nuevas organizaciones , pero aquí chocamos con un tema cultural”, agregó el asesor gremial.
Pero no todo lo ven de manera tan preocupante. En estos cambios, más bien ellos ven la posibilidad que los empresarios unipersonales o aquellos que queden fuera o no quieran o puedan incorporarse a las empresas que operarán en los recorridos principales, puedan tener una chance en los servicios alimentadores, donde en el gran Concepción en particular existe un déficit.
Así lo estimó Óscar Ferrel, jefe de División de Infraestructura y Transporte del Gobierno Regional (Gore), quienes oportunidades de negocios.
“El Perímetro de Exclusión es bien gradual. Entonces, va ir generando ciertas ventanas para renovar, por lo tanto, todavía hay espacio para que los empresarios más pequeños busquen reinventarse, porque en el largo plazo efectivamente los troncales debiesen ir hacia una oferta más consolidada, pero los servicios de alimentación representan una alternativa también”. Y es que le representante del Gore cree que es necesario desarrollar estos servicios secundarios con exigencias más flexibles por su naturaleza.
“Los servicios de alimentación van a tener que experimentar un cambio porque hay muchos sectores del Gran Concepción que tienen una adecuada oferta. Entonces, hay una oportunidad n en el mercado de recoger esas personas, de entregarles un buen servicio de acercamiento en muchos casos al Biotrén o estos grandes corredores de transporte público que están planificados. Hay una salida por ahí”, cerró Ferrel.