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“Sin nuestras universidades, una porción importante de la población chilena no podría haber estudiado”

Recién asumido líder de la red que agrupa a nueve casas de estudios en el país, rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, detalla desafíos de su nueva gestión.

Por: Diario Concepción 30 de Abril 2023
Fotografía: Isidoro Valenzuela

En un acto realizado en Valparaíso, el Rector de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Cristhian Mellado, asumió como presidente de la Red de Universidades G9.

El Rector Mellado tomó la posta de manos del Rector de la UdeC, Carlos Saavedra, quien lo precedió en el cargo. Uno de los desafíos más importante es el financiamiento de las casas de estudios que pertenecen a la red.

Sobre su designación, Cristhian Mellado indicó que “es un desafío muy importante para la Red, que hoy día alberga a nueve universidades, las seis universidades católicas, la Universidad Austral, Universidad de Concepción y Universidad Federico Santa María, que componen un número importante de los estudiantes que hoy día están en el sistema de educación superior”.

Agregó que “un 46% del Cruch, 24% del sistema en total. Todas las instituciones están acreditadas en investigación con un promedio de seis años. Tenemos los programas PACE y los programas de acceso, que absorbemos casi el 40% de la matrícula de todos esos programas. Y también se produce el 50% del conocimiento que hoy día en Chile se hace en la Universidad del G9”.

En su currículum académico, Cristhian Mellado es Ph.D. in Business Administration (Major Finance) por la University of Texas Pan-American (desde 2015 University of Texas Rio Grande Valley), Estados Unidos; Magíster en Administración (MBA) por la Universidad de Chile, Ingeniero Comercial (promoción 1996), Licenciado en Ciencias de la Administración de Empresas, así como Diplomado en Pedagogía Universitaria por la Universidad Católica de la Santísima Concepción.

-Hay un proceso constituyente en desarrollo ¿Cómo va a enfrentarlo a la cabeza del G9?

En el directorio del G9 participamos los nueve rectores. Por lo tanto, es un trabajo que se ha venido haciendo sistemáticamente desde que se inició el proceso anterior, en el cual nosotros hemos estado muy activos, participando con un comité de expertos, constitucionalistas de nuestras universidades, que generó un documento en el proceso anterior, que levantamos una iniciativa popular que tuvo más de mil votos, la cual fue rechazada finalmente en el proceso y que continúa trabajando con una nueva propuesta que ya fue entregada al Comité Técnico, al Presidente de la República, en nuestro encuentro de enero. Estamos muy pendientes del proceso, estamos a disposición de poder contribuir, estamos haciendo seguimiento del proceso, en que va la aprobación de la primera propuesta que se hizo en derechos fundamentales y hemos hecho las observaciones a los especialistas, de poder ir haciendo las observaciones de elementos que creemos que todavía no están recogidos en esta primera propuesta. Por lo tanto, seguimos muy activos en la continuidad del trabajo que hemos venido realizando y, obviamente, también con lo que definió con la participación ciudadana. Cada una de nuestras instituciones está llamada también a participar en este proceso que se inicia en junio, que dura aproximadamente un mes, que se va a desplegar a través de la comisión que se formó de participación ciudadana, que es liderada por la Pontifica Universidad Católica y la Universidad de Chile. Y nosotros estamos como todas las universidades acreditadas, a disposición con algún encargado que va a ayudar a hacer la bajada de esa participación de ciudadana en regiones.

-Sobre el reconocimiento al rol público de la universidad del G9, ¿Cómo lo abordará?

El presidente en nuestro encuentro en enero declara y reconoce que en Chile existen, en el sistema de educación superior, las universidades estatales, las G9s y las privadas. Por lo tanto, ¿qué refleja eso? El desarrollo histórico que ha tenido el sistema de educación superior chileno. Hoy día, las universidades centenarias, que hoy día tiene la Red, la Universidad de Concepción, la Pontificia Universidad Católica, más la Universidad Austral, la Universidad Federico Santa María, que incluso son las seis universidades, junto a la Católica del Norte, que dan nacimiento al Cruch, con solamente dos universidades estatales en la época. Debe hacernos conscientes que el sistema de educación superior chileno se ha desarrollado con las particularidades que ha tenido Chile, el Estado. En ese sentido, creemos que la historia, lo cual se ha llevado a un sistema de provisión mixta, en donde la educación superior ha sido atendida por universidades estatales y por universidades como las que agrupa el G9. Nosotros en ese sentido, tanto con la autoridad actual, hemos puesto nuestro trabajo en que ese reconocimiento se haga, que el Presidente lo reconozca, que hoy día junto con la subsecretaria anterior, Verónica Figueroa, y con el actual subsecretario, se haga ese reconocimiento y se invita a trabajar en conjunto en el Cruch, que es hoy día el asesor en materia de educación superior para el Ministerio de Educación, nos parece que el camino correcto. En ese sentido, creemos que debemos pensar más en el futuro, en cómo seguimos fortaleciendo la educación superior chilena, seguimos asesorando en materia de educación superior al Gobierno y se proyecta, reconociendo este desarrollo histórico que tenemos la educación superior (…) Hemos estado siempre en nuestro rol público, aportando con los bienes públicos que nosotros generamos al interior de nuestra universidad. No nos sentimos en el concepto de privado que lucra o en el concepto de privado que se mueve por la economía libre mercado. No nos sentimos parte de ese modelo. Todas nuestras instituciones son sin fines de lucro desde sus inicios.

-Respecto de la propuesta de financiamiento planteada al Gobierno ¿En qué consiste y cuál es su objetivo?

Este gobierno ha planteado poder replantear el sistema financiamiento de educación superior. Y si uno ve los datos de la implementación de la Ley 21091 y también de la implementación de la gratuidad, ve que no está siendo suficiente para la complejidad del sistema. En donde la ley se establece que una universidad tiene tres funciones fundamentales, que es la docencia, la formación de personas, la investigación y la vinculación con el medio. Hay una concepción de una universidad compleja en la ley, uno ya no puede definirse como una universidad docente, tiene que hacer las tres funciones fundamentales. Y eso obviamente genera mayor estructura de costos. Por otro lado, también ha habido distintas exigencias a las cuales estamos muy llanos a seguir trabajando, como la Ley 21.369, que quiere buscar erradicar el acoso sexual. Eso nos impone mucho también el costo, tenemos el tema de salud mental, la pandemia, todos esos efectos que también se incorporan a la estructura de costos. Entonces, uno observa que el sistema de financiamiento no está financiando esa complejidad. Y ya vemos que autoridades como el Superintendente de Educación Superior, está hablando de un estrés financiero en el sistema, reflejando este.

-Entonces, ¿Cuál es el planteamiento?

Nuestro planteamiento tiene que ver con poder en los temas de financiamiento de la docencia. Los aranceles regulados, cómo se están implementando, porque en próximos años solamente entran 4 o 5% de las carreras de pregrado a estos nuevos aranceles, que solamente están considerando los costos de la docencia. Están los artículos transitorios, en donde la gratuidad solamente financia la duración nominal de las carreras. Son muy pocos los alumnos que terminan en los años que dura la carrera. Dado que la realidad es que nuestros estudiantes no terminan todos sus carreras en los años que deben hacerlo, qué pasa con los próximos. Y lo otro es: ¿Cómo se determinan hoy día los aportes que hace el Estado en artículos transitorios que el 35 y el 38 de la ley? En donde ahí también tenemos brecha, porque no se reajustan adecuadamente y también porque consideran los aranceles del 2015, antes de entrar en gratuidad. Muchas universidades teníamos aranceles muy bajos, por lo tanto, siempre los ingresos que recibimos son el menor valor entre ese arancel 2015, ajustado por IPC, el arancel regulado y el arancel que nosotros tenemos actualmente. No podemos a pesar de todos los esfuerzos que la institución ha hecho, que ha permitido la acreditación de las universidades en investigación, que eso permite subir o reajustar el arancel teórico, no podemos capitalizarlo, poque todavía se paga la gratuidad, hasta entrar en vigencia los aranceles regulados que establece la ley, en los aranceles 2015, reajustados. Entonces, hay que hay un tema que nos parece que hay que trabajar.

-Y ¿Qué más considera al respecto?

Y lo otro es el sistema de crédito que hoy día tiene el sistema, o sea, el CAE, claramente, hay que buscar un sistema de crédito de esto que permita el financiamiento fuera de la gratuidad para el resto de los estudiantes. La otra línea tiene que ver con una propuesta de fondos basales, dado que los aranceles solamente financian la docencia, cómo generamos los fondos basales para todo el resto de las funciones de la universidad, de tal forma que puedan tener la estabilidad que se requiere. Y lo otro tiene que ver con fondos directamente a la investigación, porque los aranceles regulados no financian la investigación, solamente una parte o marginalmente. Entonces, ¿cómo se financia la investigación que hoy día hace las universidades en el país? Hoy día es de mucho concurso, todos estos fondos de investigación es mucho concurso, depende mucho de los investigadores en forma individual y eso obviamente hay que garantizar un nivel cierto de fondos basales que permita a la universidad investigar. Investigación que se hace en regiones con mucho esfuerzo y que estamos comprometidos.

-¿Algo más que quiera agregar a modo de mensaje?

Hoy debemos reconocer que en el G9, la cantidad de estudiantes que están en nuestras casas de estudio y que, si sumamos la cantidad de titulados, sin nuestras universidades, una porción importante de la población chilena no podría haber estudiado. Y eso es que hay que reconocerlo y así el Estado lo entendió y por eso se ha desarrollado de esa forma. Cuando ingresé a la universidad, quería estudiar en una universidad estatal, en la Universidad del Bío Bío. No quedé por mi puntaje y llegué a esta universidad del G9. Y me ha permitido desarrollarme profesionalmente. Después tuve la oportunidad de estudiar en la Universidad de Chile, cuando la Universidad de Chile dictaba el MBA aquí, en Concepción, en la Católica de la Santísima Concepción y no en una estatal, que refleja que la cooperación es independiente, o sea, que los grupos de trabajo, la investigación, es independiente de la propiedad o de las características propias. Después cuando me voy a hacer el doctorado de Estados Unidos. Nos parece que eso que yo he vivido, lo han vivido muchos estudiantes que incluso con mucha más carencia, por problemas económicos y con mucho esfuerzo, han encontrado en la Universidad del G9 una oportunidad de cambiar su vida.

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