Cinco niños accederán a terapia biológica para tratar el asma

Se entrega en forma gratuita en el Hospital Regional. Un 25% de la población sufre rinitis alérgica cuyos síntomas no permiten control de la patología. Con el nuevo tratamiento podrían recuperarse por completo.

Imagine poder realizarse un tratamiento para una patología específica en que no deba usar drogas obtenidas a través de procesos químicos, sino que el tratamiento derive de componentes de origen biológico como microorganismos, órganos y tejidos de raíz vegetal, animal, células o proteínas derivadas del humano. Hablamos de las terapias biológicas.

Este tipo de tratamiento se produce en laboratorios, de manera similar al trabajo que realiza el sistema inmune, permite usarla para atacar componentes específicos involucrados en la génesis y desarrollo de enfermedades como el asma, preservando las funciones inmunológicas que sí son útiles.

Su alta especificidad le favorece para actuar contra enfermedades como el asma, reducir los síntomas que provoca la enfermedad y mejoran sustancialmente la calidad de vida de los pacientes, sobre todo, considerando que más del 24% de los niños en el país tienen esta patología crónica, que es invalidante.

Precisamente, una terapia biológica, de última generación se está administrando por primera vez en el Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción, para tratar el asma severa, que se presenta en el 3,7% de niños que están en el escalón 5 de la Guía Internacional del Asma.

“Son niños que están con un buen control de la adherencia al tratamiento, que usan sus medicamentos y que a pesar de eso tienen mal control de síntomas. Ahí se usan los corticoides inhalados, pero en un escalón 5 necesitamos los biológicos, que era lo que no teníamos”, dijo Claudia Fuentes, pediatra broncopulmonar que junto al inmunólogo pediatra Mervin Piñones están desarrollando el tratamiento en la zona.

La terapia, que es importada a través del sistema público, se administra gratis en la forma de una vacuna mensual, durante 3 años. “Se trata de un medicamento de alto costo que se compra en España y es lo más avanzado, hasta hoy. En el tratamiento de un tipo de asma severa que afecta a pacientes que “están con altas dosis de medicamentos inhalados y a pesar de eso no logran controlar los síntomas. Son niños que pasan por estados críticos, que no son capaces de jugar fútbol, capaces de subir escalera, de hacer una vida normal, porque se cansan y gran parte del año no pueden asistir al colegio”, explicó la doctora Fuentes.

La primera elegida

Constanza, un menor de 9 años que vive en Chiguayante, fue la primera de cuatro pacientes en recibir la terapia, seleccionada por su mal control de síntomas y buena adherencia al tratamiento.

Debutó con la enfermedad en 2017: “Estaba jugando en la plaza como cualquier niño, a pesar que era sana y de pronto empezó con esa crisis, no podía respirar, la llevamos al Cesfam, desde allí con urgencia al Hospital Regional y directo a la UCI Pediátrica. Estuvo muy cerca de la muerte. Nos cambió la vida, después no podía correr, jugar, cosas tan simples como ir al colegio, porque venían sus crisis”, explicó, Alejandra Saavedra, madre de la niña.

En el hospital, según Saavedra, ha recibido el mejor tratamiento. “El doctor Piñones consiguió ingresarnos al programa del medicamento, que se llama Omalizumab. Peleamos por ese medicamento, que para ella ha sido vida. De la angustia y la incertidumbre que vivíamos antes se controló con el medicamento y ahora, después de un año, llegó su inmunoterapia. Pensábamos que se iba a tardar más, pero llegó pronto al hospital y sabemos que esto va a ser la solución para su condición médica”.

Muy feliz y esperanzada se mostró la menor, que cursa cuarto año básico. “Ahora voy a poder correr, antes no podía, me cansaba mucho y con este medicamento voy a poder correr, ir a clases porque he faltado mucho, por ejemplo, iba dos días a clases y faltaba todo el mes, sobre todo, cuando empezaron las clases presenciales. Ahora voy a tener una vida normal, voy a poder correr y respirar”, recalcó.

Nuevos casos

Como Constanza otros niños que viven con rinitis alérgica y asma serán beneficiados con la inmunoterapia que permitirá reducir malestares que alteran su sueño, no se pueden concentrar, sufren dolores de cabeza, tienen peor rendimiento, más infecciones respiratorias. “El asma no alcanza el control producto de esta rinitis descontrolada, patología que altera toda su vida”.

La doctora Fuentes detalló que actualmente en el policlínico, que dirigen con el doctor Piñones, tienen 5 pacientes en los que están usando tratamientos biológicos. “En los que hemos tenido buenos resultados (…) que perduran. Los mantenemos en seguimiento, que se realiza a través de una espirometría y que permite una correcta medición de los avances”.

Piñones detalló que se realiza una “inmunoterapia subcutánea, que consiste en darle a un paciente alérgico, en este caso con rinitis alérgica moderada y asma severa, el alérgeno, es decir, la razón por la que es alérgico, que en este caso son los ácaros del polvo”.

La terapia en base a los ácaros se dan en dosis crecientes de tal manera que la paciente logre el control de su enfermedad y eventualmente disminuir los fármacos que utiliza. “Lo mejor que podría pasar es que alcance la tolerancia a este ácaros que, potencialmente, es la única terapia curativa para una alergia. Es muy relevante”.

Si bien el tratamiento se aplica en algunos establecimientos públicos en Santiago, se realiza a través de la compra que realizan las familias. “En general es del sistema privado, no se había logrado incorporar al sistema público. Con la doctora Fuentes, a través del policlínico conjunto, hemos insistido en hacer una mejora en los arsenales farmacológicos del hospital y hemos podido ir incorporando de a poco ciertas terapias. Esta la estábamos pidiendo desde antes de pandemia (…) por fin hemos logrado reducir la brecha que teníamos en el arsenal para estas familias que literalmente esperan por años para el control de la enfermedad”.

Afirmó que año a año han ido aumentando las patologías alérgicas, que al menos un 25% de la población tendría una. “Muchas como la rinitis ni se consideran una enfermedad por muchos de los médicos y la población en general, que está tan acostumbrada a vivir mal con los síntomas, que nos ha costado en Chile incorporar esto en una mirada sanitaria porque es muy importante y frecuente. Vamos creando brechas, hitos para que se entienda que esto debe tratarse y que cada vez más personas van a necesitar de estas terapias para mejorar su futuro”.